Símbolos masónicos 

La masonería guarda en su seno uno de los elementos simbólicos más importantes, el rito, que en unión de todos los QQ.HH. que integran la logia realizan una obra en servicio de la humanidad: perfeccionar al ser humano, teniendo siempre en cuenta que cada ser humano es un templo en construcción, no hecho con las manos, donde el G.A.D.U. es el cimiento y estructura de todas cosas, porque no hay nada de Él que no forme parte. Es el caudal de influencia espiritual. Es un templo sutil.

El objeto del rito es poner el símbolo en acción, y es a la vez un puente para relacionarse con las cosas que están más allá de la razón, de lo físico. Los símbolos son de lenguaje silencioso, pues transmiten su conocimiento solo al iniciado cualificado. Si no es cualificado, el símbolo solo es un signo para la mente profana. Un ser cualificado en la masonería es aquel que en la iniciación, en la muerte iniciática, se halla deslastrado de su cuerpo físico.

El símbolo sugiere algo que no podemos expresar y solo lo comprende su ser interior. Los alquimistas, en la antigüedad, se proponían, convertir metales groseros en metal puro, el oro. No fueron comprendidos en su época con estos símbolos. Los masones en el mundo moderno tampoco son comprendidos, son los continuadores de los alquimistas, buscan la forma de transmutar los vicios en virtudes. La alquimia, como la masonería, es especulativa, se busca la transformación del ser humano. Y la masonería continuará siempre en su sendero iniciático, en la práctica oculta y hermética de convertir al ser humano en un ser nuevo y puro que le permite conocerse a sí mismo, y por medio del conocimiento lo llevará a comprender de dónde viene, cuál es su misión en este plano y qué le ocurrirá más allá de la muerte y superar el temor a la misma. Si comprende esto, también comprenderá, que el paso a los planos superiores es solo un cambio de estado para seguir su evolución.

Un masón nunca muere, solo cambia de estado, es el momento más sublime de un iniciado. Cumplió un ciclo y su sendero continúa. El concepto profano sobre la masonería es que es una religión y para la masonería es el estudio de las ciencias. Para un iniciado cualificado es ciencia verdadera y religión; es una institución iniciática donde busca, por medio del conocimiento y la práctica de las virtudes, el perfeccionamiento del ser humano. Los alquimistas buscaban la piedra filosofal, los de la escuadra y el compás buscamos el logos.

La masonería y la alquimia son de difícil comprensión, hay que trabajar el Arte Real con constancia, disciplina y sobre todo meditación. El conocimiento intelectual no basta para la comprensión de su simbología, donde se anida el conocimiento y la sabiduría. Para la comprensión de estas sublimes enseñanzas se debe ser humilde de corazón en el sendero iniciático y sencillo en el camino en este plano.

En suma, rito y símbolo son en el fondo dos aspectos de una misma realidad, y gracias a ello nuestro estado humano se comunica con los estados superiores. El templo es la manifestación de las revelaciones del conocimiento no revelado, y el templo se acciona como tal, cada vez que los hermanos se reúnen alli con su ritual, que es fuente de la manifestación del G.A.D.U. En síntesis, es la unión del hombre con «Dios».

Con el rito, el iniciado se ilumina y se integra al universo, es un proceso cosmogónico. El rito sirve para transmitir una influencia espiritual y te coloca en el sendero iniciático efectivo, mediante el cual pasará del pensamiento humano a la comprensión divina. El iniciado en la masonería tiene como objetivo construir su templo interior. Es constructor. ¿Qué tipo de templo?, un templo no hecho con las manos, por medio de los símbolos, su herramienta fundamental. La vía iniciática operativa se compone de tres aspectos: a) Una doctrina velada en símbolos, b) La trasmisión de una influencia espiritual a través de un rito iniciático, c) Un método, una praxis o ascesis interior.


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