En la Sagrada Biblia, en el libro del “Génesis”, nos dice que en el comienzo todo era “caos”,  y el Creador, con su luz, lo ordenó: Gn. “1: En el principio creó Dios el cielo y la tierra. 2: La tierra, empero, estaba informe y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo: y el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas. 3: Dijo, pues, Dios: “Sea la luz. Y la luz fue”. 4: Y vio Dios que la luz era buena: y dividió la luz de las tinieblas. 5: A la luz llamó día y a las tinieblas noche…”. Corpus Herméticos – discurso sagrado, nos dice Hermes: “2.Cuando todas las cosas eran indefinidas y no formadas, las livianas se separaron hacia arriba, las pesadas reposaron sobre el fondo de arena húmeda…”.

El orden primigenio es lo que se opone al caos. El caos proviene del orden, es un principio iniciático, el primero no existe sin el segundo, por lo tanto, si no existiera el caos, no había creación. Si no existiera el Caos, el ser humano no lo hubiesen expulsado del Paraíso. Si no existiera el caos, el ser humano no buscaría a Dios. Si no existiera el caos el ser humano no buscaría el sendero espiritual y soñar con su “estado primigenio”.

El caos y el orden son dos formas de manifestarse la dualidad en este plano, y es nuestra misión trascenderlo. Caos es oscuridad, es crisis, conflicto, desorden, perdemos el control, pero también es el motivo para crear, buscar el orden. El ser humano en el caos es un creador, porque la crisis da pie para nuevas oportunidades, de tomar conciencia y de abrir conciencia. El Yin (oscuridad) y el Yang (luz),  son representación del orden y el caos. Hay que tener en cuenta que caos, crisis, no es desavenencia, incomprensiones, peleas. Que es un caos: una crisis de valores. Un conflicto es una negación de uno mismo, es cerrarse al conocimiento. Cuando hay caos, hay crisis y si hay crisis hay conflicto conmigo mismo, y la salida es: furia o el amor.

Orden desde el caos. No se trata de ordenar el caos, si no que el orden viene del caos. La física nos dice que el estado primordial de la materia es el caos ordenado. El estado natural de la materia es el desorden, y tuvo que ser ordenada por un ser superior. Orden y caos es lo mismo que caos y orden, no existe conflicto entre sí, son indivisibles, son una ley en el estado dual.

La Masonería, en el contexto social, busca el orden en el caos, como humanista busca crear una sociedad más justa, por medio de unir lo disperso, para que el género humano progrese. Construir templos, no físicos, dentro de nosotros mismos, es una forma de orden al caos y evitar la destrucción, y convertir la piedra en templo vivo.  El caos es difícil  dominarlo. Construir sobre lo destruido, sobre el caos, con nuestra voluntad y conocimiento haremos un mundo mejor los masones. Por lo tanto, viviremos en eterna construcción de nuestro templo interior.

Todos los seres humanos tenemos diferentes estados y niveles de conciencia, y es por esto que se presenta el caos. El error nos hace ir en contra del orden del universo, creamos caos y sufrimiento en el género humano, pero el error nos permite discernir sobre nuestra actuación, y nos permite desarrollar dones y virtudes para desarrollar la armonía en nuestras vidas. Claro está, esto es un proceso que tenemos que hacer en diferentes ciclos de vidas, para transformar nuestra ignorancia en sabiduría. El orden es la naturaleza del amor. El caos está sometido al orden, porque todo lo que decrece se renueva, la naturaleza está sometida a un retorno cíclico, porque la naturaleza reposa en las leyes del universo y en su Creador.

Toda situación caótica es un momento de cambio y transformación que genera un nuevo orden, tal es la ley de la evolución del universo. Caos es un cambio de situación, para dar paso a la perfección. Para ser libre hay que trascender lo dual y salir de su ilusión. Me atrevo a decir que el orden y el caos es una complejidad infinita del universo.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!