Los masones eran originalmente constructores, eran expertos en moldear la piedra para el uso del constructor. El ser humano, desde que comenzó agruparse en caseríos, pueblos y ciudades, desarrolló la arquitectura, desde una forma rudimentaria hasta su evolución en nuestros tiempos.

La relación del arquitecto y el albañil fue y es muy estrecha, el primero propone la idea y forma y el albañil la ejecuta. Masón significa albañil o constructor, solo que en la actualidad el masón es “un constructor, arquitecto y albañil de edificaciones no físicas, sino espirituales: de su templo interior.

Los albañiles se agruparon en gremios, se clasificaron en tres categorías: aprendiz, compañero y maestro. El aprendiz comenzaba fuera del área de la construcción a picar las piedras en bruto con cincel y mazo. Permanecía como aprendiz de cinco a siete años. El compañero trabajaba en el atrio de la construcción, puliendo los bloques de piedra hasta dejarla en su forma cúbica exacta con la escuadra y la plomada. El compañero debía viajar primero a otras ciudades para ampliar sus conocimientos. El maestro, en una ceremonia iniciática especial recibía el compañero el grado de maestro albañil, donde se le transmitía la enseñanza secretas de la arquitectura y ciencia de los números.

A los masones antiguos se le denomina masones operativos. Después, con el tiempo, decayeron las construcciones, los albañiles se siguieron reuniendo en grupos, le dieron una connotación espiritual y sus herramientas las convirtieron en símbolos, que contienen grandes enseñanzas morales y espirituales, y a estos nuevos albañiles se les denomina masones especulativos. Los masones actuales somos masones operativos y especulativos. La docencia masónica es operativa y su interiorización es especulativa.

En el mundo oriental, los musulmanes, los masones operativos dejaron sus huellas, marcas, que les llamaron Khatt El Bannain, «Escritura de los Constructores». Algo interesante de saber es la interpretación masónica de las letras árabes: “alláh”, el nombre de Dios. «Alif«, es la regla. Las dos «Lám«, el compás y la escuadra. «Ah«, el triángulo o el círculo. Todo en conjunto traduce: «Espíritu de construcción universal». También ha demostrado la historia que los masones operativos y especulativos no tenían tinte político ni religiosos, llenos de paz y de verdad, y provienen de corporaciones y oficios de la antigüedad.

Historiadores masones, pioneros de la masonologia científica, como K. CH. F. Krause, F. Mossdorf, F. Heldmann, I. A. Fessler y G. Kloss, clasifican la historia masónica en tres períodos: 1) Masonería operativa, donde se intensificó la construcción de grandes catedrales, y los albañiles o masones tuvieron su mayor participación. 2). Masones aceptados es la transición de operativos a especulativos, período en que decaen las labores de construcción, y comenzaron aceptar miembros, honoríficos, no albañiles en sus gremios. 3).  Masonería especulativa. En 1.717, en la comunidad británica, se fundó la Primera Gran Logia Masónica, dando comienzo al período de la masonería especulativa, separándose definitivamente de las construcciones físicas.

Me atrevo a afirmar que los tiempos modernos de los constructores, masonería operativa, fueron los siglos XVI-XVII-XVIII. Si le damos una mirada al año 1900, el  Abad Guillermo Von Hirschan, quien reunió a un grupo de obreros de todos los oficios de la albañilería para ampliar la Abadía de Hirschan, como laicos, con la colaboración también de los frailes, que después también se convirtieron en albañiles y arquitectos, quienes también formaron en la profesión a muchos laicos. Este método de la abadía fue imitado, y se formaron grupos independientes con sus reglamentos internos.

El lugar de reunión se le llamo logias. Se recibía instrucciones de carácter iniciático, simbólico, con sus identificaciones  de contraseña, toques y sus obligaciones ético-religiosas. Ya en el siglo XVII se abren las puertas a los miembros honoríficos, de ciencias, muy calificados, pero no albañiles físicos. La masonería operativa fue la fuente y origen de la masonería moderna. Un método de realización espiritual y material. Albert Pik escribió que “el mensaje encontrado en la Tabla Esmeralda atribuido al Gran Hierofante Egipcio,  Hermes Trismegisto, el equilibrio se logra después de la asimilación de diferentes conceptos, es la gran lección que la masonería imparte a la humanidad”.


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