Muchos QQ.HH. masones que han comprendido esta augusta institución, y han tratado de transmitir su conocimiento, también fueron muy críticos de los masones, por su tergiversación sobre los objetivos de la misma. Nuestro Q.H. Rene Guenon fue uno de los más fuertes críticos en sus escritos. Esto ocurre cuando un verdadero Iniciado ha llegado a la punta de la Pirámide con el conocimiento y la filosofía, y luego pasa a los Misterios Mayores, donde está el conocimiento puro. Guenon es muy severo en sus críticas cuando percibe que moralizan las enseñanzas masónicas e inundan de política a la misma. En sus escritos sostiene que en occidente la masonería y el Cristianismo son dos pilares donde todavía subsiste la tradición Iniciática. Y siguen siendo una vía Iniciática, sobre todo la Masonería que es abierta a todas las tradiciones. Aun así la Iglesia católica discrimina a los masones. Es importante este punto: la masonería no tiene en su objetivo atacar la Iglesia católica. En mis treinta años en la institución masónica, nunca oí semejante barbaridad. Lo que se ha interpretado mal es que la Masonería sostiene la tesis del “laicismo”, que consiste en que en la educación se debe enseñar “el sendero espiritual” a los jóvenes y no religión, porque considera que es impositiva.

Ahora bien, si después de recibir instrucción espiritual con el tiempo la persona quiere profesar una religión, nadie se lo va a impedir, lo que no se debe es imponer. Cómo sería de interesante que a los jóvenes les dieran charlas constantes dictadas por clérigos de diferentes religiones en las que exponen las bases de su fe. Es muy hermoso escuchar a un imán de los musulmanes, un rabino de los hebreos, un sacerdote de los católicos, un sacerdote de los ortodoxos, un pastor evangélico, de las diferentes ramas de su fe, un monje budista explicando las bases del budismo. Todas las religiones soportan su fe en la base del amor a Dios y al prójimo.  Lo que no aceptaba Rene Guenon es que una religión se declare como la única mensajera de la verdad. Guenon sostenía que la masonería tiene varios orígenes, ha recibido la Tradición Espiritual como herencia de varias tradiciones antiguas.

Hay elementos relevantes de civilizaciones muertas que viven en la parte “tradicional” de la Masonería, tenemos como ejemplo el orfismo, el pitagorismo, collegia fabrorum de los romanos, la Orden del templo de los Rosacruces e incluso de los templarios. La masonería es una fraternidad de pensamiento y conocimiento, cuya finalidad es el progreso individual. La Masonería es y será atacada hasta la consumación de los siglos por ser contraria al racismo, dogmatismo, hipocresía, fanatismo y ambición desmedida, porque es el “símbolo de la fraternidad universal y la justicia”, como lo dice Constan Chevillion: “Será atacada por los gobiernos totalitarios para reprimir el fantasma del remordimiento”. “No permite a nadie el monopolio de la universalidad, quiere un único ideal para el género humano, predica la unidad en la diversidad de los seres humanos. ¿Esto es justo el ataque a la masonería?, no, es humano”. Los detractores de la masonería la consideran aniquilada. Pueden morir y morir masones, pero la Masonería nunca muere.

El enemigo más fuerte de la masonería, según Chevillon: son los adoradores de la “letra” y los “despreciadores del espíritu”. Nadie puede conocer la gloria de la ascensión sin haber subido al Gólgota. La Masonería tiene unas bases firmes en sus miembros: “Son libres y de buenas costumbres”, palabras claves y sagradas para ser un verdadero masón. Pues la Luz no se le da a los esclavos, y ¿qué es un esclavo en la masonería? Es un ser humano prejuiciosos, un ser humano prejuicioso, dogmático, fanático y de bajas pasiones. Uno de los objetivos de nuestra Augusta Institución es combatir a estos «tiranos”. Ser libres y de buenas costumbres es la verdadera Libertad. Ser “libre”, es el masón que reprime los instintos, subyuga y canaliza las bajas pasiones, y realiza el bien en la virtud. No encontraremos el bien entre los esclavos y el mal entre los seres humanos libres. Nuestro Q.H. Fermín Vale Amesti dice: “La masonería está en los labios de muchos, pero en los corazones de muy pocos”. Y continua expresándonos sobre lo que es la verdadera Masonería: “La masonería primigenia es una Orden ‘Iniciática’ e Integral: Comprende una doctrina Iniciática externa, paralela a una praxis (acción) de orden interior e individual que es una ascesis (practica y hábitos de un asceta para conseguir la perfección espiritual) basada en el Arte Real, relacionada con el Arte de Construir. La Praxis comprende el método de realización espiritual. Va más allá de lo especulativo y teórico, mediante la alusión teórica de la “Construcción”, que le permite al masón construir su Templo Interior”. Las enseñanzas están contenidas en su simbolismo, y la Operativa es una puerta a la Gnosis, que es un medio, no su fin.  La masonería tiene varios objetivos: Abrir Conciencia, ser libre, el desprendimiento, conocerse a sí mismo y transformar la sociedad con el reflejo de sus virtudes.

 


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