Las cuevas de Qumran

El tema de los “Esenios” es fascinante, pues están rodeados de un alto nivel espiritual y un estado de conciencia elevado. Pronunciar la palabra “Esenio” es semejante  a la palabra “Cristo” y “Buda”, que es iluminación. Aunque el término “Esenio” no se refiere a un calificativo de Iluminación, solo de elevada espiritualidad, pues ellos eran una comunidad asceta muy exclusiva y con reglas muy estrictas. Como en la Masonería, también se ingresaba por medio de una Iniciación. Cuando hablamos de “Iniciación”, es porque se tenía que pasar por unas pruebas y juramento. Los “Esenios” son una secta judía que se formó por desavenencias con los comportamientos de los sumos sacerdotes de la época y sus gobernantes. Se establecieron en la zona de Qumran, a orillas del mar Muerto, Palestina, un lugar apartado del desierto de Judea, alejados de los pecadores y de la clase sacerdotal a la cual se oponían.

La rebelión de los Macabeos de los judíos, 167 a. C., expulsaron a los ocupantes griegos, establecieron el reino de la familia de los Asmoneos. Esta familia combinó el cargo de rey con el de sumo sacerdote, y esto creo desavenencias en la población, que solo admitían reinos de la línea de David. Esta situación dio luz para que se formaran sectas judías que no congeniaban con el gobierno reinante. Los Esenios eran los más opuestos al gobierno Asmoneo, a los Fariseos y Saduceos. La palabra “Esenio” no se ha podido precisar de donde proviene, incluso, una de las puertas de entrada a Jerusalén llevaba ese nombre. Para ingresar a esta comunidad se debía pasar por un periodo de Iniciación de tres años. Al ingresar, las posesiones y riquezas se repartían entre todos, dándoles preponderancia a las mujeres, ancianos y niños. Eran una comunidad monástica exenta de mujeres, porque no confiaban en ellas. Eran una comunidad minoritaria, no pasaban de 4.000. Otra teoría sostiene que eran entre 50 y 150 personas. Su deseo era buscar la pureza física y espiritual, por tal motivo se alejan de la sociedad. Aunque no aceptaban mujeres, había un índice muy bajo de matrimonios para procrear hijos. Eran conocidos como “Los Hijos de la Luz” y habitaban en cuevas, en cuyos lugares se encontraron los “Documentos del Mar Muerto” en el siglo pasado. Hay una cierta relación fundamental entre las enseñanzas de los Esenios y los Manuscritos del Mar Muerto para comprender “El Judaísmo y El Cristianismo”. Se ubicaron en la región de Qumram, porque por este lugar entraron los judíos a la Tierra Prometida, y sirve de simbolismo como el comienzo de una nueva era de Luz.

Eran Apocalípticos, creían estar en los finales de los tiempos y su misión de colaborar con el Plan Divino de la Salvación. Llevaban una vida contemplativa y cumplían con la ley de Moisés santificando el sábado, vestían de blanco y no cambiaban de ropa y calzado hasta que ya no servían. Según el historiador Plinio, los Esenios rechazaban los deseos carnales, por ser encarnación del mal, y se protegían del comportamiento pasional e inadecuado de las mujeres. Hubo Esenios que contraían matrimonio, tenían hijos, pero sus esposas pasaban a ser adeptas a los esenios con sus reglas. La comunidad adoptaba y recogían los niños abandonados, e igualmente a los cansados de vivir en el mundo de la ilusión, así crecía la comunidad Esenia. Al Maestro Jesús se le relaciona con los Esenios, sus padres eran esenios. Hay un libro que se titula “La Novena Luz” (Araceli Egea), y allí se describe como los Maestros Esenios, desde muy pequeño el Maestro Jesús, fue guiado por ellos para “Abrir su Conciencia” y tuviera conocimiento de su gran misión en este plano, y esto ocurrió en los Monasterios Esenios de las Montañas de Qumram. El Maestro Jesús pudo haber tenido este contacto con ellos, pero no ser un Esenio, pues sus enseñanzas no colindaban con algunos de sus principios, como estar alejado de los pecadores y de las mujeres, cosa que el Maestro Jesús no lo practicaba. El Maestro Jesús dice: Los pobres, los pecadores, lisiados, ciegos, leprosos, endemoniados, prostitutas y los enfermos son los que más me necesitan. No excluía a nadie, como los esenios, que no aceptaban personas con defectos, muy elitista y sobre todo con mucho miedo a la sexualidad. El Maestro Jesús viajó por el Tíbet, Himalaya (allí se le conoce con el nombre de “Issa”), la India, Alejandría, etc. Donde buscó ampliar su conocimiento con los Budistas, hinduistas, sufíes (cuentos sufíes), de donde considero extrajo sus extraordinarias parábolas llenas de simbolismo y sabiduría.

Los Esenios eran de producción comunitaria, eran ascetas, por lo tanto eran fáciles de cubrir sus necesidades. Eran sanadores, de elevados estados de conciencia y por esto se les conocían como los “Piadosos y los Nazarenos”. Cuando se reunían, leían un pasaje de las escrituras sagradas y las explicaban. La Muerte era bienvenida, se liberan de la atadura de la carne, los cuerpos eran corruptos, y las almas inmortales que proceden del más sutil Éter. Entre las virtudes cultivaban obediencia, veracidad, continencia, justicia y templanza. No a la esclavitud y si la igualdad. Practicaban el desapego y el desprendimiento.


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