En el Sendero Iniciático el proceso de: conocer, entender y comprender lo hacemos sobre la base de una tradición de profundos conocimientos iniciáticos, especulando que la fuente es una sola, hay infinidad de caminos que nos pueden llevar, como también hay infinidad de escuelas e instituciones que promueven la idea de que tienen el secreto para transmitirlo. Cuando hablamos de una “tradición espiritual primordial”, tiene un gran obstáculo: es imposible transmitirlo, porque es espiritual y las cosas del espíritu, del espíritu son, dice la Biblia. Nosotros los seres humanos somos parte de la Creación del Universo, donde una “Gran Mente” creó todo, y el “Todo” está tácito en toda la Creación. Cada partícula del Universo hace parte del Creador (Spinoza), el cual le colocó sus leyes que la sostienen y nada escapa a las leyes del Universo en la Creación. Este punto lo trataremos en otro artículo. Hay debates sobre la Tradición Primordial, pero si no tenemos maestros que la comprendan, se tergiversan, la mente está llena de fantasías y distorsiones que toma los errores como verdaderos, pues nuestro ego nos engaña con toda la imaginación que es cómoda para entender algo. Es por este motivo que hay tantas escuelas e instituciones seudo-espirituales. Sin guía caemos en distorsiones que no tiene realidad más allá de nosotros mismos, y somos esclavos de la letra, del dogma y fanatismo. Ninguna realidad existe sin la existencia de los opuestos, pero en este sendero hay que comprender muy bien la línea que los separa.

Cuando nuestra mente imaginativa y pensante está en silencio, podemos tener conocimiento y comprender, pero trascendiendo la dualidad y la razón, es imposible comprender estando apegado a ellos, y es aquí cuando puedes elevar el estado de conciencia. La tradición oral está sujeta a interpretaciones muy personales, y tiene que ser muy cualificado para respetar el origen del mismo. San Juan, en su Evangelio, le da la mayor connotación a la palabra, pero alli habla del Verbo, El Creador, no de cualesquier palabra, es incorruptible. Aquí el Creador se manifestó en pensamiento, palabra y obra, trilogía, en Uno, para Crear. Nos preguntamos, ¿de dónde parte la Tradición Iniciática?, debe tener un origen, que nadie sabe, pero la intuimos, porque todos tenemos en nuestro ser, en nuestro interior,  ese “Espíritu Divino”, que es “El Verbo”, “La Palabra” que nos sustenta y sostiene el Universo.

Pero nosotros venimos a este plano de contrición “velados” por completo del conocimiento de ese estado Primigenio, pero como la vibración más alta de energía del Universo es la del “Creador”, que en la masonería se le llama “Gran Arquitecto del Universo”, es imposible que el paso por este plano, nosotros percibamos o intuimos que algo nos falta, que caminamos vacíos, sin norte, por que desconocemos nuestro Origen Primordial, pero lo “intuimos”, y es por este motivo que se crean religiones, grupos espirituales, aparecen seres con niveles de conciencia muy alto, que nos invitan a que nos unamos a ellos para conocer de dónde venimos, qué hacemos aquí y para dónde vamos. Hay que tomar en cuenta que nadie conoce  “Al Todo”, porque no se manifiesta para la mente profana, pero para un Estado de Conciencia Elevado, comprende que la manifestación del “Todo” es el mismo Universo, es su Creación y está dentro de nosotros. Cuando nos visitan estos seres de elevada conciencia, nos quieren transmitir su conocimiento y sabiduría, y es porque sus vibraciones son tan elevadas que vibran a los niveles del Creador, en una palabra, son “Uno con El Creador”, así lo manifestó el maestro Jesús. Sus visitas a este plano son con el objeto de darnos Luz sobre el Sendero Espiritual, transmitirnos las pautas y conocimiento para Comprender los Altos Misterios. Tenemos como ejemplo, los más conocidos: los maestros Buda y Jesús, quienes dejaron Grandes Mensajes de Sabiduría y caminos para abrir conciencia, solo había una condición para poder comprenderlos, practicar  “el no apego y el desprendimiento”, debido a que vivimos en un plano de “ilusión y fantasía” basados en el apego, el sentimentalismo, el dogma, el fanatismo y lo más pesado es las ansias de “poder y ambición desmedida”, en una palabra este plano está lleno de deseos y sufrimiento. Si miramos al mundo profano desde esta óptica, es imposible seguir un sendero espiritual o Iniciático, pero tenemos una arma para luchar contra este sufrimiento: la voluntad y el amor, y así podemos comenzar ese camino para buscar y encontrar la Luz que nos hará libres. Como lo dijo el maestro Jesús: “La Verdad os harán libres” y el maestro Buda nos dice: suprimir los deseos para terminar con el sufrimiento. Ahora bien, los más antiguos maestros de La Luz transmitieron la Verdad y la Sabiduría por la palabra, pero como nuestro estado de conciencia es muy bajo, hemos tergiversado y acomodamos el mensaje a nuestra conveniencia, y de aquí sale el invento de un Dios antropomorfo, lleno de nuestros defectos humanos: agresivo, lleno de ira, de ego, vengativo, castigador. La marca decadente ha llegado hasta nuestros días, que si el maestro Jesús se presenta de nuevo, lo perseguimos y lo crucificamos de nuevo. El Cristianismo, el Islam y la Masonería llevan dentro de su seno el conocimiento y la sabiduría pero no la comprendemos todavía.

 

 


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