La Cábala nos presenta tres columnas muy significativas: La Columna del Rigor o Severidad, femenino, en su base hay un Triángulo que apunta hacia abajo, simboliza la energía de Dios bajando hacia el Hombre, controla y lleva hacia el camino correcto. La Columna de la Misericordia, masculino, en su base hay un triángulo que apunta hacia arriba, que simboliza al hombre elevándose hacia lo Divino, impulsa hacia el desarrollo; y la Columna del Centro, de la Armonía, en su base, con la unión de los dos triángulos, está el sello de Salomón o Estrella de David, simbolizando la Unión de lo Humano con lo Divino, que vive en unión indivisible con el G.A.D.U.; simboliza el devenir humano, de lo Divino a lo Humano y viceversa, es la Unión de lo masculino y femenino. Es Neutra. La Masonería en su máxima expresión me indica que su sendero es hacer “libre al masón”, es una tarea muy ardua, difícil y casi utópica, está condicionado al “no apego y al desprendimiento”. Solo miremos la expresión ser “libres”, no tiene género: ni el, ni la. Esto quiere decir que hace parte de la Columna del Centro, del equilibrio, y utilizo una expresión muy personal para definirla: “Ser indiferente al orgullo y ser indiferente a la Humildad”. Los maestros Jesús y Buda predicaron sobre este aspecto: el maestro Jesús decía: “Si quieres venir en pos de mí, despréndete de todo y sígueme”. El maestro Buda predicaba: Si quieres ser feliz, suprime o despréndete de los deseos. Nos indica, que el Iniciado trasciende la razón y la ley, no juzga, inquiere sobre la verdad, penetrando en lo más profundo del ser humano y conocer los motivos de su proceder. Es llevarnos a la “Verdad”, no creo que lleguemos a ella, pues no somos dioses para conocerla. Recordemos al maestro Jesús ante Pilatos, este le pregunta: ¿Qué es la Verdad?, y el maestro Jesús se quedó en silencio, si le da la respuesta, es seguro que Poncio Pilatos pierda la razón. Hay tres elementos muy importantes para analizar: la verdad, la Justicia, lo Justo y la Equidad. En el libro de Santiago, Cap.3: 14-15, dice lo siguiente: “Mas si tenéis celo amargo, el espíritu de la discordia en vuestros corazones, no hay para que gloriaros y levantar mentiras contra la Verdad, que esa sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino más bien terrenal, animal”, nos indica que debemos estar libre de nuestras bajas pasiones para juzgar. Se han cometido grandes injusticias por el rencor, la rabia y la venganza. Es por sus facultades intelectuales que el ser humano se distingue del bruto. La razón y el pensamiento lo hacen diferente, le da el imperio de discernir y de pensar. Todos en este plano convivimos con la Justicia, lo Justo y la Equidad. Son tres términos que están sometidos a nuestro estado de conciencia para comprenderlos. La “Justicia” es inventada por el ser humano y para poder aplicarla ideo las leyes, y la base de la ley es la moral, que en el fondo no están apegadas a la justicia, porque depende de la “Interpretación”. Lo más acertado en este plano es lo “Justo” que está revestido de compasión y misericordia, y su base es el amor. Siendo la Masonería una Institución llamada “Fraternal”, y la fraternidad es aceptar a mi hermano tal como es, lo interpreto como “Equitativo”, donde no existe la división sino la suma, el amor fraternal. “Hoy la equidad se entiende, en el campo de la justicia, de darle una solución con un sentido moral y humano más que estrictamente legal. La Equidad es como una separación de la letra de la ley para centrarse en su espíritu” (Isabel Ruiz Gallardón- La Equidad, una Justicia más justa). Y esto es debido, que cuando se obra de acuerdo al texto legal, se conduce, a veces, a graves injusticias, es por esto que la “equidad” consiste en tomar en cuenta, no solo la justicia estricta, si no también otras virtudes. La Equidad es a la vez justicia igualitaria y justicia individualizadora. Aristóteles, en su Ética a Nicomo, presenta la “Equidad: como una justicia más justa, no en el sentido legal, si no como corrección de leyes”. La Equidad, en el derecho, es “el equilibrio en la insuficiencia de las leyes debido a su generalidad”. La Influencia del Cristianismo en las leyes, se tiene presente la “equidad”. La Equidad como una justicia natural y como una interpretación flexible del derecho. Es una conciencia jurídica humana. La equidad debe predominar, sobre el aspecto de sentimiento, el de la exigencia de carácter ético, por lo tanto es un atributo ético-jurídico en el derecho. No es una norma jurídica, sino una propiedad o cualidad que toda norma del derecho debe tener. La “equidad” es una apreciación discrecional del que juzga, es como si fallara de acuerdo a su conciencia y criterio. Hay quienes consideran la “Equidad” como una justicia abstracta, individualizada, ético y moral. La Equidad es una máxima de actuación justa.

 


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