«Todo rito conlleva necesariamente un sentido simbólico en cada uno de sus elementos constitutivos» René Guénon. Este acto ritualístico en la masonería también señala: la Cadena de Unión nos une espiritualmente más allá del tiempo y del espacio. Nuestro espíritu es libre más allá de estas paredes del Templo Masónico, más allá de las fronteras, más allá de los mares. Durante este proceso se genera el egregor masónico. La Cadena de Unión es una cadena de eslabones, la materia de que están hechas en el mundo profano, pero con la diferencia de que no corresponde a ningún metal conocido; sin embargo, es una aleación de valores y virtudes, que le dan firmeza, dureza y fortaleza. Las pasiones bajas y vicios la debilitan y ponen en riesgo de que se rompa un eslabón de la cadena. La Cadena de Unión es uno de los símbolos más significativos de la orden masónica, porque simboliza un pilar de la identidad masónica, es la fraternidad. Al realizarse la Cadena de Unión es un momento muy importante, mágico y poderoso de la Tenida, se forma el poderoso egregor  masónico que hermana a todos los hermanos esparcidos por toda la Tierra en una sola fraternidad  y la relación existente entre todos los masones de la tierra y por extensión, también la existente entre el hombre y E.G.A.D.U. En este sentido, el entrelazamiento de manos y brazos configura una trama cruciforme que evoca la imagen de una masonería fuertemente cohesionada y organizada. Al mismo tiempo, en el rito de la cadena de unión, se concentra la entidad colectiva constituida por todos los antepasados que realmente participaron en la tradición y su conocimiento, y de quienes se dice que moran en el “Oriente Eterno”. La Cadena de Unión también está simbolizando la Cadena Iniciática de la tradición masónica, cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, como lo es asimismo el mensaje que ella ha ido transmitiendo a lo largo del tiempo y de la historia. Habría que decir que la Cadena de Unión es uno de los rituales masónicos que más directamente aluden a la fraternidad masónica, la que, en efecto, está sustentada en los lazos de armonía y concordia que entre sí ligan a todos los masones. Los masones evocamos el mensaje más sagrado del maestro Jesús: “Amaos, los unos a los otros, como yo los he amado”. Pero este ritual se realiza, fundamentalmente, para dirigir una plegaria o invocación “Al Gran Arquitecto del Universo”, por ello, prescindir de la plegaria provoca inevitablemente el empobrecimiento del propio rito. También se realiza para pedir por la salud, bienestar de la familia masónica y la paz del mundo. La cadena de unión comienza y termina en el Venerable Maestro (líder de la Logia), y es él, como la máxima autoridad de la Logia, el que dirige la invocación al Gran Arquitecto del Universo. La Cadena de Unión tiene también otro simbolismo en la figura del círculo, el de los iniciados que se encuentran en torno a los mismos fines e ideales comunes. La forma circular devuelve a la tradición de las reuniones en torno al fuego, las de nuestros antepasados. Es una forma activa de la invocación y también un encantamiento de protección para todos aquellos que tienen la gracia de participar en los misterios del Arte Sagrado. Este importante y trascendental acto de la masonería evoca el Salmo 133 que reza así: Ved cuán bueno y deleitoso es convivir juntos como hermanos”. Esta cadena que nos une a todos los masones, tiene, entre otros, dos significados: 1ª Es una imagen que viene desde los orígenes de nuestra orden, y asegura una transmisión regular a través de los iniciados de todos los tiempos con E.G.A.D.U., y esto se produce por medio de nuestros ritos, símbolos y mitos. 2ª – Es la unión, efectiva y real de los integrantes de una Logia Masónica, donde el individualismo no tiene cabida: todos somos libres y de buenas costumbres, también nos recuerda nuestros deberes con nuestra Logia y el bienestar de la humanidad. La Cadena de Unión desde el punto de vista metafísico nos une a todos, ligados por el «hilo de Atmâ» (sûtrâtmâ), es decir por su hálito o espíritu vivificador. Al ingresar a la Cadena de Unión, el nuevo hermano descubre intuitivamente un mensaje de fraternidad universal. Cada uno de nosotros es un eslabón, que es igual y al mismo tiempo diferente en sí mismo, pero en esa ceremonia todos formamos parte de la cadena. Vivir en unión no solamente significa estar todos juntos físicamente, sino también espiritualmente, así llegamos a las cadenas de unión realizadas en toda la masonería terrestre, una práctica que también significa la conclusión de la tenida. Significa también la unión de todos los hermanos masones esparcidos por la faz de la tierra para el beneplácito del Gran Arquitecto del Universo. Además, sus mentes se sincronizan en una energía espiritual lejos del plano físico llamada egregor o egrégora. La cadena no está cerrada, sus extremos abiertos, simbolizan que potencialmente siempre está en espera de un nuevo eslabón; un profano que desee la gran luz masónica. Al finalizar la cadena se dice: “rompamos esta Cadena, nuestros corazones permanecerán unidos”. Todos para uno y uno para todos, nuestra divisa es el servicio a la humanidad.


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