Desde la noche de los tiempo, resalta un ser muy ligado estrechamente a la instrucción sobre el conocimiento primigenio e iniciático: Hermes Trismesgistus, nombre que los griegos le dieron al dios Toth (dios de la sabiduría, guardián, escribiente registrador del conocimiento de los dioses), de los egipcios, a quien se le atribuye el primer exponente del conocimiento iniciático.

Expuso una serie de conocimientos de altos niveles metafísicos que hoy es conocido como hermética y creó las bases fundamentales de la enseñanza esotérica, comprendida solo por seres cualificados. Tiene un principio iniciático que dice: «los labios de la sabiduría permanecen cerrados, excepto para el oído capaz de comprender». Aplican en silencio las enseñanzas, sin tratar de cambiar a nadie. Se aplica el término hermético a algo bien guardado. San Pablo, en la Biblia, decía: «No dar perlas a los cochinos porque se las comen».

Las enseñanzas herméticas no son una religión, sino una escuela del conocimiento, por lo tanto se transmite de boca a oído, porque escritas, las tergiversan con la razón. “Cuando el oído es capaz de oír, entonces vienen los labios que han de llenarlos con sabiduría (El Kibalion).

Los hermetistas muy cuidadosamente han tratado de diseminar por todos los países «la verdad», pero sin identificarse con ninguna corriente religiosa, para no perder su esencia con los dogmas y cristalizarse en un credo. Por ejemplo: los persas y los hindúes, al degenerarse, perdieron el conocimiento; más aún, cuando los instructores se convirtieron en sacerdotes, mezclaron la «teología con la filosofía» y terminaron llenos de prejuicios y supersticiones creando dioses y cultos.

Igual pasó con las enseñanzas cristianas, Constantino en su afán de afianzar su poder político, aceptó el cristianismo en su imperio, pero tergiversando sus enseñanzas y se separó de la verdadera esencia y espíritu del mensaje de Cristo. La filosofía hermética es la única clave para abrir las puertas a todas las enseñanzas ocultas. Por lo tanto, este artículo solo atraerá la atención del que está preparado para recibir su mensaje. A Hermes Trismesgistus Se le atribuyen escritos iniciáticos, como: El Kibalion, resumen de las enseñanzas herméticas, una serie de máximas y axiomas que constituyen los principios básicos de la alquimia hermética, donde están contenidas los siete principios de la filosofía hermética, y estos son: 1-El Principio de Mentalismo. 2- El Principio de Correspondencia. 3- El Principio de Vibración. 4- El Principio de Polaridad. 5- El Principio del Ritmo. 6- El Principio de Causa y Efecto y 7- El Principio de Generación.

Vamos a hacer un breve recorrido por estos principios de la Verdad:

1-Todo es mente, el universo es mental. «El principio de mentalismo». Todo es la realidad sustancial. El Universo, la energía, etc. Todo cuanto es sensible a nuestros sentidos es Espíritu, que es incognoscible e indefinible. El Universo es una creación mental del todo, del cual somos parte y por lo tanto este principio me lleva a comprender la ley que rige al universo. El que comprenda que el Universo es mental, está muy avanzado en el sendero del adepto.

2-Como es arriba es abajo, como es abajo es arriba. «El Principio de Correspondencia». Este principio nos enseña, que hay una relación entre las leyes trascendentes y los fenómenos. Este principio es de aplicación universal en los diferentes planos y se puede descorrer el velo que oculta lo desconocido a nuestra vida.

3- Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra. «El principio de vibración». Este principio nos enseña que todo el universo, la materia y el mismo Espíritu están en movimiento o vibración. Mientras más alto vibra, más alto está en la posición en la escala. Nada es estático, la misma materia en su vibración nunca se destruye, solo se transforma. El que comprenda este principio, ha alcanzado el cetro del poder.

4-Todo es doble. todo tiene dos polos. todo, su par de opuestos. “El Principio de la Polaridad». «Todo, sus par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo. Los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grados. Los extremos se tocan. Todas las verdades son semiverdades. Todas las paradojas pueden reconciliarse». La tesis y la antítesis son idénticas en naturaleza difiriendo solo en grado. Todo es y no es al mismo tiempo. Toda verdad no es sino media verdad. Toda verdad es media falsa. El bien y el mal son la misma cosa, se diferencia en grados.

 


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