El Diccionario Enciclopédico de la Masonería (Lorenzo Frau A. y Rosendo Arús A.) describe el compás en los términos siguientes: “Uno de los atributos más usados y conocidos de la orden. Representa la justicia con que deben medirse los actos de los hombres, y por esto se dice que junto con la Biblia y la escuadra es una de las grandes joyas y de las grandes luces de la masonería”.

En el arte del dibujo técnico, el compás es uno de los instrumentos indispensables, junto con la escuadra. Estos dos instrumentos deben acompañar al arquitecto para elaborar sus planos, a los ingenieros mecánicos para elaborar los dibujos de las piezas para fabricarlas o a los dibujantes técnicos para sus trabajos.

Las instituciones del orden esotérico e incluso religiosas, ven en el compás un símbolo, del cual se pueden extraer conocimientos morales e iniciáticos. Claro está, para poder suceder esto, se tiene que tener un elevado estado de conciencia, pues un profano al mirar un compás, solo ve un instrumento que sirve para trazar círculos.

El simbolismo del “compás” extrae de la mente profunda del ser humano la luz para comprender la esencia del símbolo. Es el emblema de las ciencias exactas. El compás representa lo espiritual, el absoluto (principio y fin), representa a la causa y efecto creadora. El ser humano percibe el Universo con sus sentidos  y se observa en lo observado. Iniciáticamente, nuestro ser concibe la idea de la creación  en la Unión del Compás (Espíritu) y la Escuadra (materia), y el Creador en el centro.

Cuando ocurre la encarnación del ser humano, nos separamos del compás, de la dimensión de los dioses para entrar en la escuadra, en el plano físico, y este es el motivo por el cual nosotros percibimos internamente que nos separamos de algo y buscamos cómo regresar a este estado, el cual lo llamamos Estado Primigenio. Las instituciones religiosas, esotéricas e iniciáticas sirven como medio o puente para buscar ese sendero que nos lleve de regreso al Estado Primigenio, desconocido para nosotros porque estamos velados para comprenderlo. El compás con sus grados de abertura nos muestra en qué nivel del estado de conciencia podemos estar en el sendero, son los grados de conocimiento. El objetivo de la masonería es expandir conciencia para conocer que somos más allá del cuerpo físico, seres espirituales, y que el cuerpo es solo un medio para la manifestación y cumplir nuestra misión. Hay que tener cuidado con la razón, que nos impide ver más allá de lo físico, pues solo ve el estado ilusorio del plano. Entre la escuadra y el compás está la conciencia del ser humano iluminado. Todo este trabajo se realiza por medio del Arte Regio (Arte Real).

“La luz en las tinieblas resplandece”. (Juan 1:5). El compás abierto a los 90 grados toma forma de una escuadra, formado por un brazo horizontal (plano físico) y un brazo vertical (plano espiritual) este es el límite que nos permite conocer en nuestro estado de conciencia, es la escuadra justa. A los 45 grados, nos muestra que la materia nos está complemente sometida. Nos preguntamos por qué 90 grados. ¿Y si pasamos de los 90 grados hacia los 180 grados de conocimiento? Esto puede suceder, recordemos que anteriormente dijimos que tenemos un estado de conciencia muy limitado para comprender las grandes enseñanzas extraídas de los símbolos, y para lograr comprender estas verdades, necesitamos varios ciclos de vidas, reencarnaciones, trabajando el Arte Real para trascender este Plano Físico. ¿Quiénes lo han logrado? Los grandes avatares que nos han visitado, como el maestro Jesús, el maestro Buda y varios más, lo han logrado después de una gran indicación: tener el más elevado conocimiento llegando a los 180 grados. Si seguimos completando el círculo, llegaríamos a ser dioses.

El compás es el símbolo de lo espiritual, del poder sobre la materia. El compás representa la aspiración más elevada de un masón. Todo masón, que está en el sendero iniciático debe interiorizar las fuerzas del compás y ser el arquitecto perfecto de su templo interior. La escuadra y el compás forman una estrella radiante, que simboliza el ser humano regenerado. Pasar de la escuadra al compás es pasar del estado humano del plano físico al estado suprahumano. Ósculo de paz.


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