Antes de proseguir con el tema del trabajo masónico, miremos el concepto que se tiene sobre la masonería. ¿Qué es la masonería?: es una augusta institución filosófica e iniciática. Su objetivo principal es “abrir conciencia”, pero todo su proceso se basa en hacer del masón un ser “libre” de dogmas, fanatismo y prejuicios. Enseña a pensar bien. Es un proceso de transformación de cambios internos, dentro del ser. En la iniciación recibes una “transmisión espiritual”, la cual, si estás cualificado, experimentas cambios biológicos, psíquicos y sobre todo empiezas a develar dentro de tu ser la Luz que hará observar el Universo bajo otra claridad diferente. Cuando recalco tanto sobre la “cualificación” es porque para ser “masón” se necesita tener vocación y predisposición a abrir tu conciencia por medio del “arte real”. El trabajo masónico, dijimos antes, que se puede considerar su operatividad desde que el primer ser humano abrió conciencia. Se considera que se empieza abrir conciencia cuando te haces las tres preguntas fundamentales: ¿de dónde vengo?, ¿cuál es mi objetivo en el presente?, y ¿para dónde regreso? El ser humano es el único ser que es consciente de que hay una divinidad y de la muerte. Este proceso del trabajo masónico lo podemos colocar (no digo dividir, porque la masonería no divide, suma) en cuatro partes: primero, la logia. Segundo, lo individual. Tercero, la sociedad. Y cuarto, la Gran Logia. En estos cuatro puntos se mueve un integrante de la masonería.
El primer paso de un profano es ser iniciado en una logia. Aquí comienza su proceso dentro de la institución. La logia masónica es un grupo de hermanos masones que trabajan juntos en fines e ideales. El templo masónico es el lugar donde se reúnen los masones, es muy especial, porque alli están todos los “símbolos”, los cuales contienen el conocimiento y la sabiduría de la Orden Francmasónica. La palabra logia proviene del griego «logos«, defensa o argumentación, pero también proviene del sanscrito “loká”, que traduce local, mundo, que representa al mundo material. En síntesis: logia es un grupo de hermanos que la constituyen. Las reuniones se les llaman “tenidas”, las cuales se realizan en una cámara o templo masónico, lo cual quiere decir que es un templo erigido a la sabiduría. No religiosos. En el templo se reúne “la logia” bajo un sistema de reuniones, que nosotros le denominamos “rito”. Es un sistema muy parecido a las reuniones de una cámara legislativa profana, el cual cada quien tiene un derecho de palabra y lo ejercerá cuando el que la dirige se lo permita. Le denominamos derecho parlamentario. En este proceso del trabajo masónico, la logia es de suma importancia. Allí tú expresas tus puntos de vista sobre un tema propuesto, como aporte al tema, y nunca un masón le dice a otro masón: Usted está equivocado. Tenemos en cuenta que la verdad es relativa en este plano.
Hay varios cargos para desempeñar en reuniones, los cuales permiten que la reunión sea democrática. Las reuniones en logia son un alimento para el espíritu del masón. Lo libera de las ataduras físicas del mundo profano, recupera la libertad del ajetreo diario. Se fortalece espiritualmente. En logia, al sentirse desprendido del mundo profano, puede pensar serenamente y apreciar la condición humana. Te liberas de pensamientos y sentimientos que alteran nuestro ser. La sabiduría es serena y tomas riendas de tu vida. El pulir la piedra bruta es buscar la armonía, orden al caos. Dentro de la cámara, en reunión de logia el masón es modesto y desprendido de vanidad, egoísmo, y orgullo. Los símbolos te dan las pautas para trabajar sobre ti mismo: conócete a ti mismo. Asistir a los trabajos en logia es hacer aportes que enriquezcan el taller, y esto es ayudar a tus hermanos a crecer. Todos los puntos anteriores se desarrollan porque cuando entramos en el templo masónico o cámara, es como pasar a otra dimensión, donde operan una serie de energías que llamamos agregar masónico, e influyen en todos los asistentes.
Para el masón es indispensable reunirse en logia en la cámara o templo: cuando hay una buena armonía entre los hermanos, todos salen fortalecidos espiritualmente para su proceso del trabajo masónico. La masonería es una Institución espiritual e iniciática, que aparte del proceso interno de abrir conciencia, también los masones son un reflejo para la transformación de la sociedad con sus virtudes y conocimiento. Las reuniones en Logia marcan el derrotero de la vida masónica, porque dentro de su ser empiezan a suceder cambios, que no es otra cosa que abrir conciencia. Cuando hay armonía en la cámara se experimenta una placidez espiritual, donde sientes y comprendes los mensajes de los símbolos, donde habita el tan incomprendido secreto masónico. La logia influye al masón a que siga un sendero que lo conduzca a un trabajo masónico para cumplir su misión como Iniciado en el sendero espiritual y también para colocar su granito de arena en la perfección de la sociedad.