Hay varios conceptos sobre el cuerpo mental, claro está, esto depende de las creencias y formación que haya tenido una persona en el transcurso de su vida. En una página digital, la señora Beatriz Dávila nos dice que el cuerpo mental es el que se encarga de nuestras ideas y capacidades intelectuales, así como de nuestra intuición. Este cuerpo es más sutil que el físico. Vital, astral y su vibración depende de nuestro estado de conciencia. El inconveniente con este cuerpo es que es muy racional y se ancla muy fácil en el plano horizontal, no trasciende el ego y la individualidad, que le limita conectarse con las grandes energías de la creación para recibir su sabiduría. Nos explica también que hay un proceso: el cuerpo físico capta la información exterior, y por medio del cuerpo vital se lo transmite al cuerpo astral (este cuerpo trabaja coordinado al cuerpo mental), y este lo transmite por medio del ego, el cual lo interpreta el cuerpo mental. La mente funciona a través del filtro del ego. El objetivo de la mente es liberarnos de las bajas energías del cuerpo astral que nos limita la trascendencia y relación con la sabiduría ancestral. La mente es objetiva cuando se abre conciencia y hay un despertar espiritual. Y si la mente se conecta con el cuerpo causal  se le desarrolla la intuición nos abre la puerta al conocimiento universal. Quienes desarrollan el cuerpo mental tienen un aura brillante, clara, de colores claros. Hay otros conceptos sobre el cuerpo mental, que nos dice: la función principal de este cuerpo es recibir información del plano espiritual e integrarla con el entendimiento racional, y hacer que la mente racional y la intuitiva trabajen juntas y esto se logra calmando la mente. Cuando la mente es muy racional es porque solo se motiva con información de la que percibe (interpreta) de su cuerpo físico, y nos hace distinguir entre lo bueno y lo malo. Todo esto depende de nuestros niveles del estado de conciencia. Al cuerpo mental lo afecta y debilita las emociones negativas como el resentimiento, los recuerdos dolorosos, la lujuria, la venganza, la avaricia, los celos, el fanatismo, la envidia, la pereza y el orgullo. El cuerpo mental es el vehículo de la conciencia. Ane Besant nos instruye sobre el cuerpo mental: nos dice que el cuerpo físico, el cuerpo vital y el cuerpo, el cuerpo astral y cuerpo mental, son cuatro esferas con las que actúa el ser humano en sus encarnaciones terrestres para su evolución, de aquí no sale hasta que se abra las puertas de la iniciación. El mundo mental, los teósofos, lo llaman “devachan” (tierra de los dioses – nada de lo que cause dolor es de este plano mental – es el mundo de la mente liberada de las limitaciones físicas y astrales). El ser humano tiene dos vehículos de conciencia en este cuerpo mental: inferior o mana inferior: emociones inferiores y es el cuerpo mental, permanece después de la muerte y pasa al devachan, y luego se desintegra cuando abre conciencia. Y el superior o mana superior: es conocido por el cuerpo causal, cuerpo permanente del ego o el mismo ser humano y pasa de una vida a otra. El cuerpo mental es un vehículo de conciencia y obra sobre los cuerpos: astral y físico. Es el vehículo del ego y del pensador y todo lo que razona. El cuerpo mental es muy sutil y es más sutil que el éter de lo plano físico. El cuerpo mental aumenta a medida que evoluciona el ser humano, no importando que no sea espiritual, que haya estudiado y desarrollado su inteligencia se reconoce como un vehículo de actividad, de hermosos colores, lleno de vida y rigor, es la expresión de la mente en el mundo mental. El ser humano ordinario no percibe el mundo astral, igual ocurre con los individuos que solo trabajan con el cuerpo físico y astral, no ven nada del mundo de la mente y de las formas. La mente es el yo en el cuerpo mental. Los libros antiguos, escritos por la mente en colores, es porque actúa separada de los cuerpos físico y astral, piensa en una idea, una vibración compleja en la materia sutil, y está libre de las limitaciones de los sentidos. La materia del mundo mental siempre está en vibración dando lugar a sonidos y colores. El cuerpo mental se construye y se desarrolla  por medio del pensamiento y del cual se construye el cuerpo mental: desarrollando lo artístico, lo intelectual y emociones elevadas. Si no ejercitamos nuestras actividades mentales en lo que concierne al pensamiento, solo seriamos receptores y no creadores, nuestro cuerpo mental no crece y no evoluciona. Si comprendes estas cosas, cambias tu actitud de conciencia en la vida diaria, vigilas tu forma de obrar y de pensar para una mejor evolución. Paremos nuestros pensamientos un momento en el día y examinemos lo que estamos pensando y te darás cuenta de que no estamos pensando en nada fructífero. Estudiemos estos pensamientos, que como vinieron y como se marcharon y les hemos agregado algo, así tu mente se hará muy activa y ejercitará sus poderes creadores. Solo rechacemos lo malo o corrijámoslo y conservemos lo bueno, que se convierta en imanes de buenos pensamientos, pues cuando abandone el cuerpo físico es lo único que se llevará.


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