“No es posible despertar a la conciencia sin dolor. La gente es capaz de hacer cualquier cosa, por absurda que parezca, para evitar enfrentarse a su propia alma. Nadie se ilumina fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad”. (Carl Jung). El sendero iniciático en la masonería tiene como objetivo “despertar conciencia”, claro está que es un camino espiritual, es una actitud de vida. ¿Por qué es una actitud de vida?, porque primero debemos corregir todas las enseñanzas e informaciones que recibimos en el transcurso de nuestra vida en este plano: familia, escuela, universidad y del conglomerado en general. Se corrigen todos aquellos defectos y pasiones o tiranos que nos rigen que hemos creado a lo largo de nuestra vida, y en la masonería este trabajo nos lleva a ser “libres”, que no dependemos de nada, y es aquí donde se empieza a “abrir conciencia”. Es un trabajo muy arduo porque nuestro “ego” nos vela el sendero hacia la Luz y hace que vivamos en la ilusión del plano físico percibido por nuestros sentidos. Cuando empezamos a abrir conciencia estamos desarrollando ese órgano espiritual llamado “intuición”, sin el cual nunca comprenderemos la “luz” de los planos superiores. Podemos hablar de dos tipos de conciencia: conciencia y subconsciencia, y esta última es la que tenemos velada y nos impide percibir la realidad de nuestra existencia. La inconsciencia es una forma equivocada de vivir en este plano, y la cual nos crea sufrimiento e infelicidad porque estamos velados de luz y sabiduría. Si el “ego” domina nuestra existencia no podemos “despertar conciencia”, esta es la causa de los sufrimientos del plano terrenal, como lo afirma el maestro Buda: entre el ego y los deseos el camino es muy espinoso. Entre el “Conócete a ti mismo” y “El autoconocimiento” está el secreto del sendero iniciático en la masonería. Es importante destacar que una persona puede ser muy “intelectual”, dominar las diferentes escuelas espirituales existentes, pero esto no quiere decir que “abrió conciencia”. Tampoco podemos reñirnos con nuestra existencia en el plano físico, es nuestra manifestación para cumplir nuestra misión en este ciclo de vida y se logra viviendo en el equilibrio. Conforme vamos despertando la conciencia todo se va volviendo más claro y va velándose la fantasía que nos deslumbra, solo disfrutado por nuestro ego, dejamos de ser esclavos de la mente. Los masones son en 80% solo masones intelectuales, llenos de información, y solo el veinte por ciento son verdaderos iniciados, libres y llenos de conocimiento trascendente. Es bueno saber que hay conocimiento trascendente y conocimiento no trascendente. El no trascendente son todos los estudios e información que hemos realizado a nivel intelectual, y el Trascendente son nuestros conocimientos y sabiduría salidos de la simbología masónica y la meditación. «La primera impresión que me produjo el esfuerzo, por ser consiente de mi ser, por ser consiente de mí mismo como Yo, de decirme a mí mismo: Yo estoy caminando, Yo estoy haciendo y de tratar de mantener vivo este Yo, de sentirlo dentro de mí, fue lo siguiente: El pensamiento quedaba como dormido, cuando Yo hacía al Yo, no podía pensar ni hablar, hasta disminuía la intensidad de las sensaciones; además uno podía mantenerse en semejante estado, sólo por un tiempo muy breve». (Ouspenski). Para conocerme a mí mismo debo primero observar las tres inquietudes que se nos presenta en nuestra mente: “De dónde vengo, que hago aquí y para donde voy” y la respuesta está en el despertar de la conciencia. A parte del Ego también va a acompañado de los “detractores”, que son los obstáculos que se nos presenta en el sendero del despertar. Cuando ponemos la voluntad a accionar salen obstáculos, ejemplo: vas a salir y se suelta una lluvia fuerte. Sales y el vehículo tiene una rueda desinflada, o se parte una tubería de casa, etc. a esto lo llamo “detractores” que se ven como lógicos, pero no son tal. Nosotros los Masones no eliminamos ni matamos a nada, porque nuestra simbología solo nos enseña a buscar el equilibrio: entre las columnas de “la misericordia y el rigor”, tenemos la del Centro que es “la sabiduría” (Cábala), nosotros equilibramos, si eliminamos algo, aunque sea perjudicial, en mi comprensión seria el caos. Imagínense que eliminemos el “ego”, nos convertimos en personas sin “autoestima”, solo equilibramos el “egoísmo, el sentimentalismo y las pasiones” que son lastres para abrir conciencia, porque están llenos de “poder y apego”. El otro secreto para abrir conciencia es el “desapego o desprendimiento”, que se resumen en una palabra: “ser libre”, indiferente al rigor e indiferente a la misericordia, indiferente al orgullo e indiferente a la humildad”. El equilibrio. Libre de nuestras pasiones y defectos: es la plenitud espiritual. Cuando se abre conciencia se trasciende el dolor y el sufrimiento, pues te liberas de las garras del apego y deseos, lastre del sendero iniciático. Abrir conciencia es el conocimiento pleno de nuestro interior y de nuestra esencia. Quien despierta conciencia puede estudiar a los pies del maestro, vive en los mundos superiores, es consciente del Estado primigenio, porque vibra a los niveles de las vibraciones de los planos superiores. Es probable que estás despertando conciencia cuando se presentan estas señales: No esté sujeto a tus creencias –practicas el desapego o desprendimiento. – Te sientes libre, no apegado ni a lo intelectual ni a lo religioso. –Sientes equilibrio entre el cuerpo y la mente. –Crece tu nivel espiritual y se refleja en tus acciones –No le temes a lo desconocido, a los misterios y mucho menos al paso de plano. –Deseas estar solo, no a la soledad para meditar. –Experimentas una plenitud espiritual y tu religión es el amor. En conclusión: para saber que es el despertar de la conciencia se extiende más allá de lo físico, y cuando se logra trascender, tienes total conciencia del Creador, del Universo y sus leyes.


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