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Ya en diciembre analizamos el tema de la obligatoriedad enfocado en las vacunas contra el coronavirus (ver ¿Será obligatoria la vacuna contra el covid-19? (elnacional.com) ), si bien de esa investigación se desprendía que la OMS sugería la recomendación de la vacuna y la educación de la población respecto a su eficacia[1], matriz aceptada verbalmente por la mayoría de los países, la verdad es que la tendencia ha sido crear una serie de supuestos en los que es obligatorio estar vacunado, pero dando a entender a los ciudadanos que se respeta la libertad de aquellos que por distintas razones (dudas, libertad de pensamiento, religión, ideología, problemas de salud, etc.) no pueden o no quieren vacunarse.

No tengo ningún interés en entrar en el debate de si debes o no vacunarte, yo ya me vacuné, lo que busco es examinar una vez más la manipulación política y mediática para lograr un determinado resultado.

Los gobiernos dicen partir del supuesto respeto a la libertad de los que quieren o no vacunarse, pero inmediatamente comenzó una campaña mediática donde se planteó esa libertad desde una óptica de “ciencia o barbarie”, básicamente el que no se quiere vacunar es una persona inculta que merece todo el desprecio de la sociedad. Recientemente escuché a un economista español del Partido Popular sostener que todos debían vacunarse, eso tuvo réplica de algunos que le reprochaban que cómo él siendo liberal asumiera una posición de obligatoria intervención sobre los seres humanos a través del Estado, a lo que él replicó “libertad pero con responsabilidad”. Esa frase llamó mi atención, ¿qué significa “libertad con responsabilidad”? Pues solo significa que eres libre salvo que “yo” considere que te has excedido, obviamente se trata de un criterio de responsabilidad sobre quien detenta el poder para incidir en la vida de alguien más. De modo que eso de “libertad con responsabilidad” me recuerda mucho a términos como “Estado social”, “democracia participativa” y “garantizar el trabajo”. El que tenga funciones de imperio nos dirá qué es libertad responsable y cómo se aplica (poco liberal a mi entender).

Es indiscutible que la libertad tiene límites, pero esos límites están en la Constitución o bien en la ley que desarrolla esos derechos fundamentales. Limitar la noción de libertad con base en criterios subjetivos y además indeterminados es algo que espero que no se institucionalice.

Pero eso son solo opiniones, lo más delicado ha comenzado este mes de julio cuando los gobiernos empezaron a emitir nuevas reglas para retornar a vivir con libertad, y tiene como punto de partida lo que en la Unión Europea llaman el Green Pass o como lo denominan en Italia Certificazione Verdi Covid-19 y los hispanoparlantes “certificado covid” o bien pasaporte covid.

Para los que no están familiarizados con el término, el Green Pass[2] es una certificación que te otorga el sistema sanitario de tu país válido después de 15 días de haber recibido la primera dosis de la vacuna, con vigencia de 9 meses; sin embargo, si te contagias de covid-19 en ese plazo el certificado pierde validez. Dicho certificado contendrá la información sobre la vacuna y el lugar de vacunación, nivel de anticuerpos de los que superaron la enfermedad y el resultado de test antígeno rápido o PCR de covid-19, lo que en teoría elimina las restricciones de viaje contra las personas vacunadas[3].

Pero hay más detalles, el 23 de julio de 2021 Italia aprobó una serie de supuestos que requieren o exigen el Green Pass, por ejemplo[4]: acceder a servicios de comida en espacios cerrados, espectáculos abiertos al público, eventos deportivos, lugares de cultura y exposiciones, piscinas, gimnasios, deportes de equipo, centros de bienestar, instalaciones de alojamiento, festivales y ferias, conferencias y congresos, spas, parques temáticos y de atracciones, centros culturales y recreativos (limitados a actividades de interior), centros de verano y actividades de restauración relacionadas, salas de juego, bingo y casinos y, concursos públicos. Dejan como excepción a los menores de 12 años.

En síntesis, necesitas el Green Pass si quieres interactuar con tu vecino y con el mundo, pero además entiendo que limitan el derecho a optar por cargos públicos ya que colocan entre los supuestos de exigencia “concursos públicos”. Lógicamente ha habido una reacción inmediata de protestas, pero dudo que tengan efecto, salvo que algún tribunal anule la decisión del gobierno, cosa que también veo improbable porque la tendencia judicial italiana nos habla de una posición pro obligación a vacunarse. Por ejemplo, el presidente del Consiglio di Stato[5] D. Filippo Patroni Griffi, sostuvo en una entrevista con la cadena RAI que coincidía con el criterio de la Corte Costituzionale en materia de obligatoriedad de vacunación y que por tanto ante el covid-19 se encontraban los extremos necesarios para hacerla obligatoria. Si bien no indicó expresamente a cuál sentencia de la Corte Constitucional se refería, probablemente sea la sentencia Nº 5/18, donde se sostuvo, ante una epidemia de sarampión en 2017 con 4.885 casos y 4 fallecidos, que dada una insatisfactoria cobertura de vacunación propensa a situaciones críticas en el futuro era de la “…discreción –y responsabilidad política– del gobernante y de los organismos apreciar la urgente necesidad de intervenir”.

Otro caso polémico en Italia es el de las empresas privadas que sostienen que no permitirán trabajadores sin vacuna. En concreto puedo referir a la declaración de hace unos días de Brunello Cucinelli[6] de que no permitirá empleados sin vacuna. También está el sonado caso de la Sindaco Raggi (alcaldesa de Roma), donde al menos hasta el 22 de julio de 2021 no había recibido vacuna, lo que a criterio de sus adversarios políticos debería ser causal de destitución del cargo y lógicamente lo están usando como argumento de campaña electoral. De modo que parece que tampoco puedes detentar cargos de elección popular sin Green Pass.

Así, lo que comenzó como un certificado para facilitar viajes en la zona económica europea se está transformando en un método de extorsión social. Sin ese Green Pass serás un renegado.

¿No sería más razonable decretar que la vacuna es obligatoria por razones de interés sanitario nacional?

La respuesta debe examinarse desde las ópticas ideológicas de los políticos. Como casi todos los políticos se han autoproclamado moderados y liberales, les resulta incómodo imponer con carácter obligatorio (sea acto legislativo o de gobierno) la vacuna del covid-19, de allí que prefieran decir que es optativa y que todos son libres de elegir, para seguidamente utilizar los medios de comunicación y los propios medios del Estado para llamar “bárbaros y brutos” a los que no quieren vacunarse, exigir la vacuna para un sinfín de situaciones sociales, laborales y de ejecución de derechos fundamentales o, peor aún, para aprovechar la coyuntura y crear nuevos conceptos de intervención como la “libertad responsable” donde eres libre si cumples lo que dicta la ideología gobernante.

La mejor estrategia es la educación en materia de vacunación y la mejor campaña es la propia efectividad de la vacuna. Si de verdad está funcionando, muestren los resultados y será mucho más persuasivo que la extorsión social.


[1] Ver https://news.un.org/es/story/2020/12/1485172

[2] Ver Covid green card: what is the green pass, how to get it and how the certification will work – GUIDE (italy24news.com)

[3] Ver COVID-19: Certificados digitales verdes | Comisión Europea (europa.eu)

[4] Ver Covid-19, Governo approva decreto legge su misure urgenti per fronteggiare l’emergenza e per l’esercizio in sicurezza di attività sociali ed economiche (salute.gov.it)

[5] El Consiglio di Stato o Consejo de Estado es la cúspide de la justicia administrativa italiana.

[6] Ver Brunello Cucinelli sul green pass per lavorare: ‘Ti pago, ma non lavori’ – la Repubblica

@alejogallotti


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