El TSJ legítimo de Venezuela en reciente comunicado advierte que el Foro de Sao Paulo es una maquinaria del crimen organizado para desestabilizar las democracias en América. Efectivamente, las organizaciones, carteles y grupos del terror que conforman esta estructura poderosa y monstruosa, utilizan las viejas técnicas del estalinismo y el fascismo basadas en el terror y la mentira, a fin de alcanzar sus propósitos demenciales, pero se valen también de la bandera de la paz, la negociación y hasta el voto. Dicho de otra manera, tenemos frente a nosotros una delincuencia transnacional que viene por sus ilegales fueros y privilegios en un plan de restauración, precisamente en aquellos países donde anteriores gobiernos ocuparon y desfalcaron a sus pueblos. Por ello, la Junta Patriótica, voz de la resistencia, afirma que esta es una lucha a muerte entre civilización y barbarie y que nadie se engañe.

El ámbito geográfico de esta delincuencia es extenso. Comprende Canadá, México, América Central y América del Sur, con fuertes conexiones en la Rusia de Putin, en China con el Partido Comunista, Irán, Corea del Norte y con los socialistas de Podemos y el PSOE de España, así como la monarquía de Noruega y otros gobiernos en Europa.

A pocos años de su fundación en 1989 el Foro de Sao Paulo desplegó y en un tiempo de 20 años, toda su maquinaria de corrupción a través de la empresa brasileña Odebrecht comprando a dirigentes políticos de cualquier tendencia en toda América y con la Alianza Bolivariana y Petrocaribe, los carteles de la droga inundaron al mundo con el narcotráfico usando como bases territoriales a Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.

En la última reunión pública efectuada en Caracas, en el hotel Meliá el 25 de julio de 2019, decidieron: primero, sostener la narcotiranía de Maduro, Diosdado Cabello, Tareck el Aissami y Padrino; segundo, tomar a Colombia por la fuerza; tercero, apoyar el regreso de la corrupta Kirchner en Argentina; y cuarto, desestabilizar a Ecuador, Chile, Brasil y a otros gobiernos agrupados en el Grupo de Lima. Estos países son amenazados por estos delincuentes porque sus respectivos gobiernos han votado varias resoluciones en la OEA contra la narcotiranía de Venezuela. Sin embargo, desde Caracas se burlan y se escucha el inmoral y afrentoso estribillo de la narcotiranía «y que es la espada de Bolívar que camina por América Latina». Cuando es la droga la que camina y no la espada gloriosa que dio libertad a varias naciones y como si el Libertador Simón Bolívar hubiese sido un narcotraficante.

Frente a esa maquinaria desalmada del Foro de Sao Paulo, las medidas diplomáticas y aislacionistas que han aprobado los gobiernos de Estados Unidos y del Grupo de Lima desde luego que las saludamos y agradecemos, pero somos conscientes de que son resoluciones bien intencionadas pero que no resuelven, no resultan o no funcionan porque la delincuencia transnacional sencillamente muta como el VIH, por ello, solo se combate y se vence con la única medicina de la fuerza. Si revisamos la historia relativamente reciente de Colombia, fue precisamente la aplicación de una fuerza especial con apoyo de Estados Unidos la que hizo añicos a esos carteles de la droga que tanto daño causaron en el hermano país.

En la última reunión de la Organización de Estados Americanos los gobiernos en forma mayoritaria aprobaron una Resolución de siete medidas basadas en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, el TIAR, para resolver la gravísima crisis en Venezuela; pero la despojaron del uso de la fuerza, como expresión de una amenaza creíble, es decir, troncharon la posibilidad de conformar una coalición militar de varias naciones del continente.

Ciertamente, se desempolvó un instrumento que desde la Junta Patriótica teníamos varios años solicitando su aplicación, solo que ahora tenemos un TIAR, pero castrado; sencillamente un TIAR, pero eunuco.

En tales extrañas circunstancias y cuando nadie puede ocultar el genocidio y la corrupción llevados a cabo en Venezuela por parte del Foro de Sao Paulo, la Junta Patriótica Voz de la Resistencia reitera su decisión de llevar adelante la Cruzada Libertadora tomando en consideración que el TSJ legítimo ordenó la detención de Nicolás Maduro y sus secuaces mediante la aplicación de la fuerza, en tal sentido, convocamos a la gloriosa Resistencia, a la sociedad civil, a la diáspora, a organizarse para el momento decisivo y acompañar al Ejército Libertador compuesto por soldados, policías y oficiales venezolanos y las tropas de la empresa legionaria, especie de la recordada Legión británica, a fin de liberar a Venezuela del Foro de Sao Paulo. Definitivamente, nosotros somos el TIAR.

¡Viva Venezuela libre y que Dios proteja a los venezolanos!

Publicado en venezuelaredinformativa.com


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