Foto: Noor, parque solar

Definitivamente aquellos mitos en torno a que la producción de energía de fuente renovable (solar o eólica) “son mas costosas” que las fósiles (petróleo o gas) fueron derribados. Al menos este 2021 “la energía solar es ahora la electricidad más barata de la historia” confirma el World Energy Outlook 2020 de la Agencia Internacional de Energía.

La transición energética de fósiles a renovables está ya establecida.

Pero definitivamente falta mayor impulso a la transición en América Latina.

El informe de la Agencia dice: Los mejores esquemas de energía solar del mundo ofrecen ahora la «electricidad … más barata de la historia» con la tecnología más barata que el carbón y el gas.

En esa dinámica están los países del golfo: apostando a energías renovables para acelarar la transición de petróleo a gas y de ahí a renovables.

Caso de Emiratos Árabes Unidos que es sin duda un país altamente avanzado por sus excelentes ingresos por venta de gas y petróleo y que ahora está acomodando sus excedentes en inversiones y proyectos de generación de electricidad vía solar y eólica.

En marzo pasado, dada las nuevas y remozadas relaciones entre Israel y Emiratos Árabes Unidos-, este último país creó un fondo de 10.000 millones de dólares para invertir en Israel, en tecnología, infraestructura, agua y energía entre otros rubros. Adicional al conocido fondo soberano de Abu Dabi, uno de los mayores del mundo, que compra acciones en empresas privadas de todo el mundo y que -según datos a enero de 2021- tendría patrimonio de 232.000 millones de dólares. Eso significa que el dinero que están generando de venta de gas y petróleo está siendo bien invertido en otros rubros y de paso cambiando su matríz energética por renovables.

Ya hemos conversado del vecino de Emiratos, Arabia Saudita y sus inversiones en tecnología mirando al futuro relacionadas a construir una ciudad digital, movida por energía renovable y cero emisiones de carbono, llamada Neom.

Volvamos a Emiratos, cuyas vibrantes ciudades Dubai y Abu Dabi son hoy el sueño dorado de los que buscan prosperidad y que surgieron con toda su fastuosidad en menos de 50 años del desierto para ser referentes en comercio, banca, industria, energía y tecnología: pues bien, pueden autoabastecerse completamente de energía de producción propia. Es un fact absoluto. Su generación de energía tiene por fuente principal al gas natural y el petróleo pero los negocios en renovables (solar y eólica) son los nuevos portafolios de inversiones en Emiratos.

Veamos lo que pasa en el proyecto específico denominado Noor (en árabe significa luz), sito en el emirato de Abu Dabi uno de los siete emiratos de UAE, es considerado el proyecto solar más grande del mundo.

Comenzó operaciones comerciales en abril de 2019.

La estructura de paneles solares está sobre un área de 8 kilómetros cuadrados.

Tiene 3,2 millones de paneles solares. Sí, leyó bien: ¡tres millones doscientos mil paneles solares!

Noor produce aproximadamente 1,2 GW (gigavatio) de energía que puede cubrir la demanda de 90.000 personas. Está el parque solar de 2 GW en Al Dhafra (también en Abu Dabi) y que podría estar funcionando en 2022 generando electricidad para 160.000 hogares.

El concepto general es reducir el consumo de volúmenes de gas y aprovechar la radiación solar del desierto. La capacidad de energía renovable de Emiratos en 2020 fue 2,3 GW y para 2025 llegará a 9 GW.

La visión es producir, entonces, energía renovable, para reducir la huella de carbono (calcular reducir aproximadamente 1 millón de toneladas métricas por año, lo que equivale a que más de 200.000 automóviles salgan de circulación). Eso es impacto significativo en ahorro de energía y mejora de condiciones ambientales.

Hay una estrategia en Emiratos para 2050, que está en funcionamiento desde 2017: alinearse a la visión global de disminuir la dependencia de fósiles en la generación eléctrica, reduciendo en el mix la presencia de petróleo y gas e incrementando la solar y eólica en un nuevo sistema integrado.

El propio exsecretario de Estado norteamericano y ahora a cargo de la redacción del impacto de fósiles en la economía norteamericana, John Kerry, visitó el parque solar Noor de Abu Dabi, como parte de la agenda de acción global para el cambio climático.

Siempre concluyo estos comentarios con un texto que me parece repetitivo pero infortunadamente real: ¿y por qué en América Latina no podemos hacer cosas así? Estamos, lamentablemente, en otros temas y estamos retrasados.

@BorisSGomezU

 


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