“¡Quédate en casa!”. Esa frase ha resonado en casi todos los países del mundo desde hace poco más de un año cuando la Organización Mundial de la Salud declaró oficialmente la pandemia del covid-19. Esa recomendación no solo permitió mitigar el contagio del virus, sino que además condujo, aunque no de manera directa, a una importante transformación en los canales de consumo.

Salir a hacer las compras de manera periódica como era lo habitual dejó de ser la mejor opción en 2020 y en algunos países cuyos procesos de vacunación se han dilatado tampoco sigue siendo muy recomendable. Por ello, muchas personas apostaron por el comercio electrónico -y todavía lo hacen- para adquirir sus bienes y servicios y así evitar en lo posible el contacto en la calle.

Visto a la luz de hoy es innegable que la emergencia sanitaria ha provocado un crecimiento acelerado de esta tendencia. De hecho, las estadísticas de Kantar, consultora de marca y análisis de datos, reflejan que la penetración del e-commerce durante la primera semana de confinamiento aumentó 100% y en la cuarta alcanzó 300%.

La firma, con sede en Londres, pone como ejemplo a España. Indica que 3 de cada 4 hogares en ese país realizaron en 2020 compras por Internet, lo que supone 74,4% frente a 66% de 2017.

“Este incremento causado por la pandemia se debe principalmente a una serie de cambios en el perfil del comprador, que encuentra en mayor medida las marcas o productos que busca, prefiere no desplazarse para hacer la compra y observa una mejor adaptación a sus necesidades en los plazos de entrega”, sostiene. Lo cual es aplicable al comportamiento de los consumidores en otros países.

En América Latina, a diferencia de Estados Unidos, Europa y Asia, la tendencia de las compras en línea no estaba muy consolidada, aunque entre 2018 y 2019 había experimentado un crecimiento. El gasto en compras online superó los 100.000 millones de dólares, según el portal Lemon Digital.

Con los cambios que se produjeron el año pasado y ahora en pleno 2021 el e-commerce parece mucho más prometedor en la región. América Latina ha comenzado a superar las barreras que limitaban la adopción de las compras en línea y se ha ido incrementando a medida que más consumidores conocen sus beneficios y experimentan las facilidades que ofrece el servicio. Es más, en los últimos cinco años pasó de 126 millones a 267 millones de compradores.

Es bueno recordar lo señalado por Alberto Pardo, CEO de la agencia de marketing global Adsmovil: el incremento que ha experimentado el e-commerce en América Latina implica que se adelantó dos o tres años como mínimo, considerando el ritmo que había conservado la curva en los dos años anteriores.

De acuerdo con un reporte de Ebanx, empresa que procesa pagos para los sitios web afiliados, el número de usuarios de comercio electrónico en América Latina creció más de 30%. En Colombia pasó de 43% en enero de 2020 a 55% en diciembre del mismo año, Perú aumentó 51%, México subió 60% y Brasil 61%. Otros países tuvieron crecimientos más tímidos: Argentina se limitó a 5% y Chile a 6%.

Respecto a los mercados de la región con mayor volumen, el estudio hace otras interesantes revelaciones: Brasil tuvo ventas por más de 103.700 millones de dólares, México por 28.100 millones de dólares, Colombia por 13.300 millones y Chile por 8.700 millones. Concluye que, en general, el mercado del comercio electrónico en Latinoamérica alcanzó 200.000 millones de dólares.

En el caso de Venezuela, en noviembre del año pasado, Richard Ujueta, presidente de la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico, previó que el sector registrará un incremento superior a 2.000% en 2021. Indicó, además, que para ese momento la plataforma Mercado Libre posee 270.000 vendedores.

El impacto de la pandemia ha sido tan relevante para el comercio electrónico en América Latina que desde ya Stadista, el portal de estadística en línea alemán, proyecta que la tendencia continúe este año y para 2024 la cifra de personas que comprarán productos y servicios por Internet crezca hasta 31%, que se traduce en cerca de 351 millones de usuarios en toda la región.

El estado del e-commerce luce prometedor no solo para la región, sino para el resto del mundo. Frost & Sullivan, firma especializada en el análisis de mercado, prevé que las ventas globales superarán los 6,6 billones de dólares. Así que ante ese panorama es recomendable que las empresas también apuesten a esta modalidad, ya que puede ser una herramienta de gran ayuda para estar cerca de los consumidores y no desaparecer del mercado, sobre todo en estos tiempos de crisis.

Es verdad que cuando todo vuelva a lo que se ha denominado la “nueva normalidad” el mercado físico y tradicional seguirá en pie, pero los negocios que apuesten por el mundo digital podrán aprovechar el momento para acercarse más a sus clientes y a su público potencial.

Al final, todas las cifras anteriormente expuestas son una prueba de la importancia que, hoy más que nunca, representa para las compañías ofrecer a los consumidores la posibilidad de adquirir sus productos y servicios a través de una plataforma de comercio electrónico. Esto es si quieren mantenerse a nivel de la competencia global.

Entonces, negocios, pongan el reflector sobre el e-commerce.

@DavidParedes861


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