Si se hiciera una lista de todas las cosas que hacen sufrir a los venezolanos sería interminable, pero no por eso hay que dejar de mencionar las que salen a la luz con cierta regularidad y que por el caos en el que está inmerso el país pueden pasar inadvertidas.

Los enfermos oncológicos salieron a la calle a protestar porque no hay medicamentos para las quimioterapias en el hospital Luis Razzetti. La vida se les va si no se aplican los tratamientos en este centro o en cualquier otro. Los enfermos saben que esto no es nuevo, cada cierto tiempo tienen que alzar la voz para denunciar que el régimen no cumple con su obligación de suministrar los fármacos que les corresponden por haber aportado al Seguro Social.

Como todo está centrado en el covid-19 y en el manejo nefasto que el régimen ha hecho de la pandemia, a los pacientes con otras enfermedades se les atiende cada vez menos. Los hospitales no pueden recibir a nadie porque han habilitado toda su menguada capacidad para atender a los contagiados con el virus.

Las personas con convulsiones, enfermedades agudas o con diagnósticos como cáncer deben buscar otra manera para recibir atención. Para el régimen es muy fácil seguir mintiendo, como lo han hecho durante más de 20 años. No sorprende para nada escuchar a algún vocero rojito decir que están garantizados los medicamentos para los que tengan covid, porque la misma mentira han dicho a los que tienen VIH o a los trasplantados, por citar dos ejemplos.

La explicación para tamañas mentiras en sencilla. A los chavomaduristas no les importa ni les ha importado nunca la salud del pueblo. Y prueba de ello es que hasta los reos se mueren en las cárceles por una enfermedad que había sido erradicada hace años: la tuberculosis. También regresaron la malaria, la tos ferina y hasta la lepra.

Eso sí, en Miraflores y en el Palacio Legislativo todos están vacunados. Y si por casualidad sufren de alguna otra enfermedad, jamás les faltará el tratamiento o incluso pueden montarse en una avioneta e irse para Cuba, Turquía, México o hasta Rusia, en donde los tratarán a cuerpo de rey (que paga en lingotes de oro).

También los médicos cubanos recibieron la inmunización contra el covid, mientras los venezolanos siguen arriesgando su vida diariamente. No son héroes solamente, sino también mártires que siguen salvando vidas a cambio de la propia.

Así que por donde se vea, los venezolanos tienen años muriendo de mengua y al régimen no le importa. Hay quienes dicen que la pandemia les ha caído como un premio, porque les permite mayor control social. Lo más esperpéntico del asunto es que para ellos debe ser igual que los pelotones de fusilamiento de su admirado Fidel Castro.


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