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María Corina Machado habló. Lo hizo el domingo en la noche. Todo el país, la abrumadora mayoría que la respalda, el régimen que la adversa y le teme, estaba expectante de su mensaje.

En solo seis minutos la líder de la oposición democrática venezolana, la única aspirante presidencial legitimada en elecciones de participación libre y masiva celebradas el 22 de octubre del año pasado, desmontó el cronograma electoral elaborado por el CNE del régimen y sus partidos subvencionados.

Un cronograma, reivindicó, contrario al espíritu del Acuerdo de Barbados firmado el 17 de octubre de 2023 entre las delegaciones de Nicolás Maduro y de la Plataforma Unitaria Democrática. Ese cronograma electoral busca anular la participación de Machado y, por tanto, no conduce a la realización de elecciones libres y limpias.

Machado subrayó que se viven horas “muy delicadas” porque el régimen de Maduro arreció con mentiras, violencia y sembrando el miedo. Pidió que nadie se desenfoque porque la lucha es por “la libertad de Venezuela y el regreso de los millones de venezolanos” que han tenido que salir del país.

“Este es un momento histórico en el que la gente se está apropiando del proceso”, dijo. Y esa apropiación se ha concretado y concreta en la creación de “miles y miles de comanditos por Venezuela” para el resguardo del voto y en la construcción de la Gran Alianza Nacional (GANA) para que todos los sectores participen en la reconstrucción del país “desde el día uno” de la llegada a Miraflores. “Esta fuerza social es indetenible”, remató.

Mientras el calendario electoral del régimen apremia para la postulación de candidaturas entre el 21 y el 25 de marzo -y algunos partidos y algunas figuras y analistas aventuran opciones sustitutas-, María Corina Machado detalló “las gravísimas violaciones” cometidas por el régimen:

  • Impide la participación de su candidatura.
  • Anula las tarjetas de los partidos que la apoyan y se las concede a los que son favorables a Maduro.
  • Impone unilateralmente un cronograma electoral que niega el derecho a que todos los nuevos votantes y los venezolanos en el exterior se puedan inscribir.
  • Hace casi imposible el despliegue de misiones internacionales de observación electoral integral.
  • Persigue a los dirigentes de su movimiento con desapariciones y encarcelamientos.
  • Solo quiere competir con candidatos falsamente opositores escogidos por la cúpula de Miraflores.

Machado está convencida de que el régimen se equivoca porque “por las malas” viola lo que firmó en Barbados y se niega a hacer elecciones presidenciales limpias este año. “La gente está con nosotros (…) se saben derrotados y por eso quieren montar esta farsa”, afirmó.

“Nosotros -precisó Machado- vamos a elecciones libres y Maduro las boicotea; nosotros transitamos una ruta pacífica y Maduro provoca violencia; nosotros planteamos una negociación seria para una transición con garantías y Maduro se niega”.

En el final de su mensaje al país, María Corina Machado identificó las dos opciones que tiene el régimen: facilitar una transición negociada a través de elecciones libres, en el marco del Acuerdo de Barbados; o arrebatar por las malas. Esa segunda opción sería la peor para todos porque “ni el país ni el mundo la aceptaría”. La transición se puede demorar pero no evitar.

“Los venezolanos no vamos a aceptar nada distinto a la libertad plena y el retorno a la democracia”, insistió, a la vez que ratificó que nada la alejará de la ruta electoral.

Pidió “a cada venezolano tranquilidad y confianza” en que tomará las decisiones correctas. Y recordó, en estas horas que el régimen concede como una dádiva, que los venezolanos tienen un mandato (el salido de las urnas el 22 de octubre) y juntos lo deben cumplir. Y cerró reiterando que hay que actuar con “serenidad y firmeza”, un día a la vez.


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