Considero irresponsables e inhumanas las declaraciones que dio de la ministra de Educación días antes de iniciar el nuevo año escolar, desconocer el esfuerzo que hacen los maestros para asistir a las aulas de clase con sueldos miserables que no alcanzan para pagar el transporte y menos intentar adquirir artículos de la cesta básica que hoy día bordea los 523 dólares. contratos colectivos congelados, Ipasme que no funciona para la asistencia en la salud, condiciones y medio ambiente de trabajo en pésimas condiciones, pupitres que en algunas ocasiones los representantes deben reparar es una conducta impregnada de desprecio que vulnera los derechos humanos tanto de los docentes como el personal obrero administrativo y el alumnado en general.

Es inconcebible la presencia de soldados en los centros educativos por constituir una amenaza que pudiera causar nervios y temor en los alumnos. Asimismo, la instalación de un código QR como medida de control de asistencia para los maestros con la advertencia de que si no cumplen serán sustituidos por miles que esperan es una acción al margen de la ley que viola derechos y garantías constitucionales establecidas en nuestra Constitución.

Señora ministra, despójese de la prepotencia y arrópese con humildad para que pueda reconocer el esfuerzo con vocación de servicio de los maestros que asisten todos los días a las aulas de clase, a veces hasta con los zapatos rotos para cumplir con sus alumnos.


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