Este 8 de octubre, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (“IATA”, por sus siglas en inglés) ha publicado un registro actualizado sobre el número de contagios por covid-19 abordo de aeronaves de transporte de pasajeros que demuestra la escasa incidencia de transmisión del virus durante los vuelos.

Desde principios de 2020 se han registrado solo 44 casos de contagios por covid-19 asociados al transporte aéreo comercial (casos confirmados, probables y potenciales). Durante el mismo periodo han volado 1.200 millones de pasajeros.

Según el doctor David Powell, asesor médico de IATA: “El riesgo de que un pasajero se contagie de covid-19 abordo parece muy bajo. Los 44 casos potenciales asociados a un viaje en avión entre 1.200 millones de pasajeros representan tan solo un caso por cada 27 millones de viajeros. Somos conscientes de que los datos pueden estar subestimados, pero incluso si hubiese 90% de casos no notificados, seguiría siendo un caso cada 2,7 millones de viajeros. En ambos casos, las cifras son extremadamente tranquilizadoras. Además, la mayoría de los casos notificados ocurrieron antes de imponer el uso de mascarilla abordo”.

Por su parte una investigación reciente de los fabricantes Boeing, Airbus y Embraer pone de relieve la escasa incidencia de la eventual transmisión del covid-19 a bordo de aviones comerciales de pasajeros, si se siguen los protocolos recomendados.

En una publicación conjunta sobre los resultados de las respectivas investigaciones basadas en la simulación de la dinámica de fluidos por computadoras (“CFD” por sus siglas en inglés) en las cabinas de sus aviones, se explican estas cifras tan bajas.

Si bien la metodología difiere ligeramente, la simulación detallada confirma que los sistemas de ventilación de los aviones controlan el movimiento de partículas en la cabina, lo cual limita la propagación de los virus.

La investigación de cada fabricante por separado arrojó resultados similares:

  • Los sistemas de ventilación de los aviones, el uso de filtros de alta eficiencia (“HEPA”, por sus siglas en inglés), el respaldo del asiento como barrera natural, la circulación del aire de arriba hacia abajo y la elevada tasa de renovación del aire reducen de por sí el riesgo de transmisión de enfermedades a bordo en un escenario normal.
  • El uso obligatorio de mascarilla añade un nivel adicional y significativo de protección, por lo que, a pesar del factor de proximidad en cabina, el riesgo de contagio es menor con respecto a otros espacios interiores.

IATA recomendó el uso de mascarilla abordo en junio, y es ya un requisito de la mayoría de las aerolíneas desde la publicación e implementación de la guía de “Despegue” del Consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (“OACI”) y las nuevas directrices para la recuperación de la aviación y la reconexión mundial tras la pandemia de covid-19. (Ver https://www.icao.int/Newsroom/Pages/ES/ICAO-Council-adopts-new-COVID.aspx).

Esta guía añade nuevos niveles de protección a los sistemas de filtrado del aire de los aviones, que de por sí crean un ambiente seguro con un riesgo de contagio de enfermedad muy bajo.

Así mismo dijo el Dr. Powell: “La guía de la OACI contempla de forma exhaustiva varias medidas de protección para viajar de forma segura durante la pandemia del COVID-19, tanto en los aeropuertos como en los aviones. Si bien el uso de mascarillas es una de las medidas más visibles, el control de las colas, los procedimientos sin contacto, evitar levantarse durante el vuelo y la simplificación de los servicios en cabina forman parte de muchas otras medidas que la industria de la aviación está aplicando para mantener la seguridad en los viajes aéreos y se suman a los sistemas de filtrado de aire, diseñados para evitar la expansión de la enfermedad gracias a sus tasas elevadas de circulación y renovación del aire y un filtrado altamente eficiente”.

El diseño de los aviones añade también otras medidas de protección que contribuyen a reducir de forma drástica el contagio a bordo.

Entre ellas destacan:

  • La limitación del movimiento de los pasajeros y la configuración de los asientos mirando hacia adelante, que evite cualquier interacción cara a cara.
  • El respaldo de los asientos, que actúa como una barrera natural que evita que el aire circule entre filas.
  • Máxima reducción del flujo de aire hacia adelante y hacia atrás, con un diseño de flujo segmentado que se dirige generalmente hacia abajo, desde el techo hasta el suelo.
  • La elevada tasa de aire fresco que entra en cabina. El aire se recicla entre 20 y 30 veces por hora en la mayoría de los aviones, frente a las 2 o 3 veces por hora que esto ocurre en oficinas o las 10 o 15 veces por hora, en las escuelas.
  • El uso de filtros HEPA, que atrapan bacterias y virus con una eficacia de 99,9%, lo que asegura que el sistema de ventilación de cabina no sea una recirculación de microbios.

Hasta hoy, el entorno exclusivo de bajo riesgo que proporciona la combinación de los factores de diseño mencionados solo se conocía de forma teórica. Las simulaciones del comportamiento del aire bajo algoritmos de mecánica de fluidos hecho en computadoras – llevadas a cabo por los tres grandes fabricantes en sendas cabinas – añaden la evidencia comprobada a lo que ya imaginábamos.

A continuación, se detallan los aspectos más destacados de la investigación de los tres fabricantes.

De acuerdo con lo que dijo Bruno Fargeon, ingeniero de Airbus y responsable de la iniciativa “Keep Trust in Air Travel” de Airbus donde – mediante CFD – fueron simuladas con precisión las condiciones del aire en la cabina de un A320 para estudiar la propagación de las gotas expulsadas al toser y adicionalmente basándose en algoritmos y modelos matemáticos, podemos apreciar y comentar: “En la simulación de Airbus se calcularon parámetros como la velocidad del aire, la dirección y la temperatura en hasta 50 millones de puntos en cabina y hasta 1000 veces por segundo. Posteriormente, se utilizaron los mismos modelos matemáticos para simular entornos distintos al de la cabina de un avión, en el que varios individuos se mantenían a una distancia de 1,8 metros. El resultado mostró una menor exposición al contagio de los individuos sentados uno al lado del otro dentro de un avión que ubicados de pie a una distancia de 1,8 metros en ambientes como el de una oficina o el de una sala de clases”.

Por su parte, Dan Freeman, ingeniero jefe de la iniciativa de Boeing “Confident Travel”, afirmó que “Después de llevar a cabo múltiples simulaciones en las que se ha tenido en cuenta hasta el último detalle y en las que se han aplicado los métodos científicos más rigurosos, los datos concluyen que la cabina de un avión ofrece un ambiente mucho más seguro que cualquier espacio interior público”. Así mismo concluyó: “El modo en que el aire circula, se filtra y se renueva en los aviones, crea una atmósfera exclusiva en la que estar sentado uno al lado del otro es tan seguro como estar de pie a una distancia de 1,8 metros”.

Mediante la CFD, los investigadores rastrearon el movimiento de las partículas en la cabina al toser y al respirar. Se estudiaron diferentes escenarios: el pasajero que tose con y sin mascarilla, el pasajero que tose en diferentes ubicaciones (incluido el asiento central), y las posibles variaciones de la salida de aire frío individual (denominada “Gasper”) en las posiciones de encendido y apagado. Con base en lo anterior, Dan Freeman aseveró: “Las simulaciones midieron el número de partículas expulsadas al toser que invadieron el espacio de aire del resto de pasajeros”, y explicó: “Posteriormente comparamos un escenario similar en ambientes como una sala de reuniones. Según el recuento de partículas en el aire, sentarse uno al lado del otro en un avión equivale a estar a más de dos metros de distancia en un edificio típico».

Por su lado en Embraer, a través de su simulación en CFD y a su vez con modelos de flujo de aire en cabina y aerosoles validados en una cabina de pruebas a escala real, se analizó el ambiente considerando un pasajero sentado en diferentes asientos y con diferentes condiciones de flujo de aire en sus distintos modelos de avión para medir el efecto de estas variables. La investigación de Embraer concluye igualmente que el riesgo de contagio a bordo es extremadamente bajo, lo que corroboran los datos actuales de un mínimo posible de contagio abordo.

Luis Carlos Affonso, Vicepresidente Senior de Ingeniería, Tecnología y Estrategia de Embraer, dijo que “… la necesidad de las personas de viajar, conectarse y estar con los seres queridos no se ha desvanecido; es en tiempos como este, cuando más necesitamos a nuestros familiares y amigos. Queremos lanzar el mensaje de que la tecnología y los procedimientos establecidos nos permiten volar seguros, como muestra la investigación. De hecho, la cabina de un avión comercial es uno de los lugares más seguros que existen en medio de esta pandemia”.

El esfuerzo de estas investigaciones pone de relieve la cooperación y el compromiso con la seguridad de todos los que se dedican al transporte aéreo, y proporciona evidencia de la seguridad que hay en la cabina de un avión. La aviación mejora su reputación en seguridad con cada vuelo. Esto no difiere respecto a volar durante la pandemia del covid-19.

Un sondeo reciente de IATA reveló la satisfacción del 86% de los viajeros más recientes con la implementación de las medidas de seguridad frente al covid-19 de la industria y su sensación de seguridad. “No existe fórmula milagrosa que nos permita vivir y viajar con seguridad en la era del covid-19. Pero la combinación de medidas que se están aplicando asegura a los viajeros de todo el planeta que el virus no ha aniquilado su libertad de viajar”, y continuó, “Nada es completamente seguro. Pero con tan solo 44 casos potenciales de contagio de covid-19 a bordo entre 1.200 millones de viajeros, el riesgo de contraer el virus dentro de un avión es similar al riesgo de ser alcanzado por un rayo”, dijo Alexandre de Juniac, Director General y CEO de IATA, añadiendo: “La rigurosa investigación basada en la simulación dinámica de fluidos realizada por los fabricantes de aviones demuestra que la combinación de las características de diseño de un avión con el uso de mascarilla reduce drásticamente el riesgo de transmisión de covid-19 abordo. Como siempre, las aerolíneas, los fabricantes y cada entidad involucrada en la aviación seguirán siendo fieles a la ciencia y a las mejores prácticas en aras de la seguridad de pasajeros y tripulaciones”.

Por tanto, una vez leído el informe de la IATA y las recomendaciones de la Organización de Aviación Civil Internacional ( OACI ) y por otro lado viendo el comunicado de fecha 12 de Octubre, prolongando la restricción de operaciones aéreas en todo el territorio nacional hasta el 12 de Noviembre, emanado del INAC, solo puedo concluir que: Si las autoridades nacionales – a través del Instituto Nacional de Aviación Civil, Dirección de Aeropuertos, BAER e IAIM – no estructuran y regulan las medidas recomendadas por la OACI para líneas aéreas y aeropuertos, que permitan la reanudación de los vuelos nacionales e internacionales este mismo año, significará simplemente, que no quieren que la aviación civil se restablezca, ni que las líneas aéreas nacionales e internacionales puedan reiniciar sus operaciones en Venezuela, evidenciando de esta manera que viajar será solo posible bajo su autorización y control, solo para el beneficio de un grupo de privilegiados, arrimados y conectados con el poder.


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