«que, si tanto no os quisiera / yo quisiera no quereros» (JUAN BOSCÁN)
Una joven influencer de 27 años de edad y natural de Idaho confiesa en Twitter que solo ha pasado por la ducha 37 veces a lo largo del año 2022. Y claro, en la red del pajarito es tan fácil teclear algo como si estuvieses hablando solo, que uno no se da cuenta de la repercusión del mensaje. Ya lo había visto venir McLuhan, «the medium is the message». «A sex worker and top-earner on OnlyFans claimed on Twitter she only had 37 showers in the whole of 2022«. (Tom Scotson, Daily Mail .- 4.1.2023)*. Ella se llama Aella (si es que ese es su verdadero nombre). Se entiende que alguien con su ocupación no facilite demasiada información porque, por extraño que parezca, una trabajadora del sexo guarda celosamente su pequeña parcela personal y privada. El titular del diario británico llama la atención. Uno echa cuentas y no le salen los números. A ver, un año tiene 365 días (si se tratase de un año bisiesto sería un día más). El año que nos importa, 2022, contó con 365 días. Si uno se ducha a diario una sola vez, que hay gente que sí, esto hace un total de 365 duchas. En el caso de que se someta al chorrito de agua dos veces al día sería tan fácil como multiplicar por dos y el resultado es 730. Visto así, la verdad es que nos duchamos mucho, ¿no?
Los dermatólogos advierten del riesgo que supone para nuestra piel el abuso del agua y jabón. Los especialistas afirman que la epidermis -capa externa de la piel- nos protege de microorganismos y hongos dañinos y aconsejan no ducharse a menudo. He leído en páginas de salud que una ducha diaria es aconsejable. Pero volvamos a la noticia. Aella confiesa que si se ducha a menudo tiene la impresión de oler peor («If I shower too often, I seem to stink more»). O sea, dicho de otra manera, menos es más. No hay que olvidar el hecho de que su ocupación no consiste exclusivamente en contactos sexuales, sino también en vídeos eróticos en la web y otros recursos que no vienen al caso. Ella, Aella, reconoce que se cepilla los dientes varias veces todos los días, y que realiza la higiene habitual de una persona normal (eso es, los genitales y las axilas también). Centrémonos en lo que importa en este asunto. En primer lugar, la joven está a favor de la higiene y en contra de las duchas abusivas. Según dice, se nota un olor corporal mejor, más genuino cuando no se baña mucho. Voy a ser muy sincero, si me notase un aroma más agradable de lo normal sin ducharme tanto como acostumbro y la gente se acercara a mí más de lo que quisiera, yo creo que haría lo mismo que ella.
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