Memorias de una torta

Receta dedicada a los actuales decisores coprófagos y a sus asesores isleños, coprófagos todos también.

Ingredientes

• Unas cuantas bestias, de civil o uniformados, maduros o inmaduros; ignorantes, encamburados y retrecheros.
• Tres o cuatro docenas de containers aduanales repletos de comida diversa y descompuesta.
• Leche en polvo quemada o chamuscada, en toneladas industriales (No vacile en seguírsela quitando a los niños).
• Licitaciones a dedo para la exportación de alimentos.
• Robos permanentes de alimentos con su correspondiente revendida a bachaqueros del partido y afines.
• Pingües ganancias del chanchullo en cantidades similares a las agallas propias y a las del C de su M.
• Experiencia previa de acciones ilícitas similares.
• Conchupancia abundante. Bien puede servir amiguismo, nepotismo o cualquier tipo de chupanismo abundante.
• Devaluaciones a granel.
• Amnesia al gusto.
• Detenciones arbitrarias engrasadas.
• Cero consideraciones de ningún tipo.
• No le agregue dignidad, ni sentimiento humano alguno.
• Ni le asome sentido de patria ni cosa de esa que llaman ética.

Preparación

• Mezcle todos estos ingredientes importados y, preferiblemente de marca, en unos gobiernos chimbos donde batir la mezcla.
• Déjelo macerar por un tiempo de veintiún años y pico de garza.
• Pínchelo con un tenedor de los grandes como los tridentes del infierno por si está crudo o le hace falta más queso o más guiso.
• Procure que los pinches no sean fiscales, los procuradores no procuren, los contralores no controlen y los jueces no sirvan ni con sal, así como los minestrones y minestronas. Si no los consigue, vuelva en horas que no sean de oficina o diríjase al CNE donde tampoco encontrará quien le atienda.
• Sirva con huevos chimbos, una pizca de calina y algunos aguaceros recientes o por venir.
• No le ponga Guri ni otras plantas eléctricas.
• Si se le va la luz, busque una vela o llame a algún subalterno a quien echarle el carro para que le meta paleta y le dé duro por usted.
• No se preocupe en ponerse gorro al cocinar, porque si le cae un cabello, mejor.
• Apúrese en prepararla porque muy pronto habrá racionamiento de luz.
• Esta receta le puede gustar hasta a las madres de los gorilas en lavativas periódicas.

¡Ah! Y recuerde, como lo escribió el chef Carlos Castillo Peraza, que la burocracia es el arte de convertir lo fácil en difícil por medio de lo inútil.