Según una investigación del Instituto de Altos Estudios Dr. Arnoldo Gabaldón, realizada por Tulia Hernández y Yamileth Ortiz, se estima que en el mundo hay al menos 175 millones de profesionales viviendo fuera de su país de origen y que, de ese número, 65 millones están económicamente activos en su profesión. También el estudio indica que la carencia de médicos es apremiante en 57 países del mundo, lo cual motiva la competencia por este capital humano y la intensificación de la migración internacional.

La dinámica de las migraciones es compleja y las distintas teorías que tratan de explicarlas suelen incluir variables tales como estrategias sociales, políticas, culturales y económicas, inseguridad alimentaria, desastres naturales, cambio climático, degradación ambiental, la violencia, otros factores adversos y problemas estructurales.

En Venezuela, fuentes no oficiales señalan que el flujo migratorio de profesionales de la salud hacia países vecinos se inició en 1983, era inusual y pasaba casi inadvertido, fenómeno muy difícil de cuantificar debido a la frecuente movilización de profesionales para cursar estudios de posgrado y a sistemas de registro migratorio deficientes en este sentido. Se estima que hubo un incremento considerable en este siglo, entre 2008 y 2009 emigraron más de 2.000 médicos.

Para el año 2014 Venezuela contaba con 66.138 médicos, según informes de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud. De esta población, la Federación Médica Venezolana advierte que habrían emigrado al menos 22.500 para el año 2018.

Médicos Unidos de Venezuela (ONG) opina que, hasta marzo del año 2020 -inicio de la pandemia- más de 32.000 médicos habían emigrado, y también 60% de profesionales de bioanálisis y enfermería. Esta situación, sumada al fallecimiento de trabajadores de la salud durante la pandemia por covid-19, originó una deficiencia en el sector salud, así como el movimiento de profesionales sin salir del país, buscando otras alternativas de trabajo. El director ejecutivo de Médicos Unidos de Venezuela, Jaime Lorenzo, afirmó que “algunos profesionales se fueron al sector privado (sector no muy fácil, en el sentido de que hay que invertir para poder ejercer), otros empezaron a atender a pacientes en domicilios y otros se fueron de la salud a trabajar en otras actividades”.

Por otro lado, la Federación Médica Venezolana, en opinión de Douglas León Natera, su presidente, sostiene que hasta ahora 42.000 médicos han salido del país, aclarando que es una estimación, no hay manera de saber si esta cifra muestra una fotografía real. (Un impresionante 64% de los médicos activos para el año 2014).

Hacia Colombia

Colombia es el país que ha recibido la mayor cantidad de personas del éxodo venezolano y de médicos también. La alta inmigración desborda la capacidad de los servicios de salud en los países receptores, especialmente de Colombia por el volumen recibido.

A pesar de las limitaciones de su propio sistema de salud, Colombia ha optado por una política solidaria, se ha garantizado la atención en urgencias médicas, partos y vacunación.

Según la Federación Médica Venezolana, a finales de 2017 habían emigrado a Colombia 22.000 médicos, que podrían, si todos ejercieran, contribuir enormemente al sector salud del país.

Aun teniendo permiso de trabajo y con documentos en regla, para ejercer la profesión tanto en el sector público como en el privado, los médicos venezolanos necesitan convalidar el título, un proceso lento y complicado por dos razones, primero la alta cantidad de solicitudes, y en segundo lugar por la dificultad y hasta imposibilidad de validar información con universidades y otras entidades venezolanas.

Hacia España

“España vive actualmente una alta carencia de médicos. No nos podemos engañar, porque no hay oferta educativa. Necesitamos un plan a cinco o seis años. Tenemos que incentivar que médicos vengan a España”, declaró Isabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña, en el año 2020.

A pesar de la falta de médicos, especialmente en Madrid, siempre han sido necesarios tres años o más para ejercer legalmente la profesión, durante los cuales la mayoría trabaja en “negro”, subempleados.

Según la Asociación de Médicos Venezolanos en España (Amevesep) actualmente hay alrededor de 5.000 médicos venezolanos en el país, de los cuales la mitad está ejerciendo su profesión, ya sea en centros públicos o privados. La dificultad para lograr un estatus migratorio es un obstáculo importante, pero el principal problema es lograr la homologación del título y la especialidad.

En Amevesep hay 2646 miembros registrados, 616 esperando la homologación del título de medicina general, 474 de especialidad, 148 en situación irregular y 1.238 que no pueden ejercer por trabas burocráticas.

El primer trámite puede durar entre un año y medio y dos años. El de especialidad mucho más, prácticamente el doble.

En España la mayor comunidad médica de extranjeros es la venezolana.

Hacia Chile

El Servicio de Jesuitas a Emigrantes en Chile informa que el registro de profesionales de la salud alcanzó para el año 2021 casi 5000 venezolanos. El pico de médicos venezolanos llegando a Chile y haciendo los trámites para ejercer legalmente tuvo lugar entre 2018 y 2019.

En el contexto de la pandemia covid-19 fue acelerado por las autoridades chilenas el proceso de ingreso, homologación y ejercicio de la profesión médica, incluso existió la posibilidad de realizar especializaciones en hospitales de lugares distantes, dentro del territorio chileno.

En Chile se han creado varias asociaciones de médicos venezolanos (Médicos Ve es un interesante ejemplo), al igual que clínicas atendidas por profesionales también venezolanos (Centro Médico San Diego, Medipro, etc.), lo cual pone de manifiesto el alto grado de integración del gremio médico a la sociedad, gracias a la actitud del gobierno y pueblo chileno, así como a los profesionales venezolanos que lograron una adecuada incorporación.

Hacia Argentina

Las esferas gubernamentales argentinas están haciendo grandes esfuerzos para que la integración de la población venezolana, de todas las ocupaciones, sea exitosa. El perfil de esa población, que es de 145.000 según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), es eminentemente profesional: casi 50% tiene título de grado y 10% título de posgrado. Un estudio de la OIM demuestra que la migración venezolana de médicos está ayudando a aliviar la escasez de profesionales de la salud que está enfrentando Argentina. El gobierno argentino considera que es un importante capital humano que hay que aprovechar y ayudarlos en su inclusión laboral.

Según France 24, desde 2016 unos 1.800 médicos venezolanos emigraron hacia Argentina, de los cuales 1.300 trabajan en su profesión, 250 ejercen en zonas rurales. El resto se dedica a actividades diversas ajenas a la salud.

Según Indira Acosta, presidente de la Asociación de Médicos Venezolanos en Argentina (Asomenevar, que se formó en el año 2018) para finales del año 2021 contaba con 1.720 médicos censados. La asociación (Asomenevar) asesora a los miembros para la convalidación del título que se logra en un período de tres meses hasta un año, así como gestionar trabajos en zonas rurales y en hospitales de provincias y municipios. Con la pandemia se permitió la contratación y ejercicio sin la convalidación.

Según Asomenevar 16 provincias ya cuentan con médicos venezolanos, la mayor es la Provincia de Buenos Aires, con 200 profesionales; le sigue Jujuy con 50 médicos, Chubut con 40 y Córdoba con 15.

Hacia otros países

Los médicos venezolanos tienen presencia en muchos países. Se destacan, además de los mencionados, Estados Unidos, Canadá, Australia, todos los latinoamericanos, los de la Unión Europea y otros. El potencial humano y profesional de este grupo de venezolanos será evidenciado y sin duda contribuirá en cada caso con su aporte al planificado o no planificado desarrollo nacional, siempre en función de la política migratoria de cada nación, así como de la actitud receptora y amigable de cada sociedad.

Debido a la ausencia en Venezuela de una muy importante cantidad de nuestros médicos, se está presentando un hueco generacional en el sector salud. En el país permanece un grupo etario de adultos mayores, mientras que el grueso de la emigración ha estado formado por galenos en edad mediana, algunos recién graduados y la mayoría con especializaciones y años de experiencia. El vacío que se vive en el sector salud ya está afectando a la población, y lamentablemente seguirá mermando el nivel de vida del venezolano hasta tanto se logre, entre otras, elevar la cantidad de médicos en ejercicio, tanto por la formación de nuevos profesionales, así como el retorno de los emigrados, fenómeno que se podría presentar sólo cuando en Venezuela se logre una estabilidad política y económica.


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