La caída de las exportaciones en Colombia tiene a sus autoridades de cabeza. No es un secreto para nadie que el mundo entero cada día compra menos como consecuencia de los desacomodos planetarios provocados por los coletazos de la pandemia del COVID y la sacudida que la guerra de Ucrania ha propinado a la economía mundial y a las cadenas de suministro. La posibilidad de una recesión en las economías de Estados Unidos y de los países de Europa no hace sino agregar complejidad al panorama futuro del comercio exterior del país.
En lo acumulado de enero a julio de 2023, las ventas externas sumaron 28.683 millones de dólares, presentando una variación de -16,4% frente al mismo periodo de 2022. De igual forma el volumen exportado alcanzó 57,6 millones de toneladas, registrando un decrecimiento de 5,7%. En el caso de la industria extractiva y los combustibles la contracción se acerca a 45%. Aun así las exportaciones de estos dos rubros cuentan por más de 50% del valor de las ventas externas
Productos agropecuarios y alimentos y bebidas, dos sectores fuertes de la actividad en el país vecino, se desplomaron por encima de 30% con relación al año pasado y las manufacturas se contrajeron 10% .
Sus clientes siguen siendo los tradicionales: Estados Unidos y Europa, que entre los 2 absorben dos quintas partes de las ventas al exterior, y Venezuela, su vecino, apenas 350 millones de dólares en los primeros 7 meses del año.
Este año los colombianos lograrán colocar fuera de sus fronteras solo 45.000 millones de dólares, de acuerdo con las cifras de los expertos y organizaciones especializadas.
Llama la atención, sin embargo, que un despacho emanado de Bloomberg esta semana pone de relieve que, por el rumbo que llevan las cosas, las exportaciones de cocaína superarán este año a las de hidrocarburos. Felipe Hernández, economista para Latinoamérica de la empresa, ha estimado que los ingresos por exportaciones de cocaína aumentarán a 18.200 millones de dólares, lo que no está muy lejos de los montos exportados por petróleo, que ascenderán a 19.200 millones.
Ello está basado en el incremento de los cultivos de coca que, según cifras de monitoreo de cultivos de Naciones Unidas, ascendieron a 13%, lo que quiere decir que sobrepasaron las 230.000 Ha, habiéndose dado en el Putumayo un crecimiento en hectáreas que agregó 20.000 al total. Ello lleva al país a ser el primer cultivador de coca del planeta y el tercer productor mundial de cocaína.
El futuro en este terreno no luce prometedor. Si la demanda mundial de cocaína se mantiene en aumento hay razones para pensar que Colombia conservará su posición líder en el mercado. Las noticias son que mientras haya más cantidad de grupos criminales implicados en esta actividad y mientras se mejoren los procesos de transformación de la hoja de coca, más se estimulará el consumo. Es lo que explica que apenas durante el COVID se observó un bajón en la demanda, pero esta demanda se reactivó hasta crecer más de un tercio entre 2020 y 2023.