¿Cómo terminará el año 2024 en Venezuela? Acertar predicciones era antes de esas asombrosas facultades que parecían reservadas a brujos, ilusionistas magos prestidigitadores. Las mismas siguen despertando máximo interés en las audiencias. Yo, sin hacer parte de ese exquisito gremio, voy a predecir en cambio, y mediante uso de la ciencia política, dos principales escenarios, y posibles desenlaces. A modo didáctico, me permitirán dejar en el enrarecido, y supuestamente electoral ambiente venezolano, una más que cítrica, ácida fragancia que espero logre ser esclarecedora.

Por los vientos que soplan, si actuamos certeramente, la mala hora de una infame narcotiranía de ya de cinco lustros la superaremos. Por lo enredada que está hoy en su propia madeja de contradicciones, miserias y debilidades, estaría dejando resquicios por donde, según opinión de no pocos “analistas”, podría colarse nuestra libertad. Es decir, esto estaría a “punto de caramelo”.

Mucho se ha comentado sobre las grandes posibilidades que existen en medio de ambientes electorales para el cambio político. En países sometidos a dictaduras militaristas, más o menos convencionales, creemos que ello es más factible. Sin embargo, la vocación totalitaria en ciertos regímenes que, además del uso de la represión como principal arma de control social, van guardando formas de adoctrinamiento, organización y apariencias para fingir algún tipo de “democracia popular diferente” no favorecen tanto tal factibilidad.

Cambiando la Constitución e instituciones a su medida van comprando tiempo, año tras año. Son un sistema perverso de dominación y adoctrinamiento. Captando aliados y sosteniendo su base de sustentación ideologizada pocos se mienten a sí mismos y la mayoría engaña mediante otras formas criminales. Otorgan prebendas, establecen leyes y sistemas para su subsistencia. Se van haciendo costumbre en sociedades postradas, a las que dejan sin oportunidad cierta ni eficaz de respaldo internacional.

Ante el mundo, se muestran como una supuesta nación que sencillamente “posee otra cultura”, y a los que hay que aplicar otros modos de gobierno. Predican que se puede convivir con ellos, adaptándose a ellos. ¡Haciendo negocios con ellos! “En este mundo diverso, plural y para mejor provecho entre las partes” apuestan al cinismo de los mercaderes. A lo interno de su país violan los derechos humanos y fingen ser muy demócratas en sus relaciones internacionales. Juegan duro al tráfico de intereses y se justifican mediante la sentencia “porque hay que respetar las diferencias”. Eso sí, sobre todo ¡por respeto a la soberanía!, que es decir la de ellos, no la soberanía de la nación, sino la que les permita obtener alguna ventaja. Echan al abandono principios fundamentales de los derechos humanos universales, abandonando a su suerte, cual pisoteada nación, la tratan como gente de la neoesclavitud para su tráfico y beneficios.

Si lo anterior se les parece a la historia de la Cuba castrista de los últimos sesenta y cinco años ¡no es pura coincidencia! Así que luego de estas precisiones, evaluemos los dos escenarios que les he prometido:

El escenario (I) en el que el régimen actúa para que todo siga su curso, hasta agotar el tiempo de cualquier reacción ante el fraude electoral en proceso. Es decir, para que siga operando el sistema narcocriminal, basado en las oportunidades y debilidades que les ofrezcamos desde nuestro movimiento libertario. La seudo oposición, traidora y divisionista se presta a su juego. Produciendo arreglos en su andamiaje de simulación electoral, y de todo lo demás que decida hacer y determine que tiene que hacer para garantizar “su triunfo” como continuismo castromadurista el venidero 28 de julio. Así se corroboraría su nuevo fraude. Estamos a poco más de cien días de que ello ocurra. ¿Dejarán sólo quemar el tiempo para que surta efecto su estrategia? ¿Y en agosto sigan las vacaciones escolares y a otra cosa con el fin del año y las elecciones en otras regiones como Estados Unidos? ¿Quién nos dirá hasta cuándo dictadura? Parafraseando al Nobel colombiano García Márquez, este escenario de cumplirse sería la “Crónica de una muerte anunciada”. Su paisano Petro, esperamos no solo haya hecho el aguaje declarativo para seguir protocolos. Si decidió deslindarse de una inhabilitación política fraudulenta de nuestra líder, nos preguntamos ¿por qué en su visita a Caracas no se entrevistó con María Corina? Guardar sólo las formas declarativas no es suficiente para luchar por la justicia. No cuando al fin y al cabo se permita la continuación de la usurpación como ¡crónica de un fraude anunciado y ejecutado!

El  escenario (II) o libertario, que procede de otra fuente de profunda convicción en la pertinencia y posibilidad de la movilización ciudadana oportuna. ¡Es vital evitar la consumación del fraude! Para cobrar nuestra soberanía popular, al haberla democráticamente elegido en primarias, debemos apoyar sin reservas a nuestra líder, María Corina Machado Parisca. Debemos conquistar más allá de la victoria hasta ahora lograda de las primarias, de las más importantes batallas cívicas que era imprescindible previamente tener como respaldo, afinar la organización existente y en espiral de permanente crecimiento y perfeccionamiento, aplicar aquello que les escribí antes, siguiendo el modo aleccionador que nos enseñó el maestro Tzu en su obra El arte de la guerra: “El guerrero exitoso anticipa primero su victoria y después va a la batalla”. El desconcierto del régimen frente al descomunal triunfo de María Corina en las primarias fue tal que pretendió mediante una ridícula sentencia del Tribunal Supremo de Justicia desconocerlas. De allí que con su desespero, ellos mismos nos subrayan su importancia. Intentaron lo imposible. Algo así como legislar para desconocer la “Ley de la gravedad”. O como le recuerda al presidente Lula da Silva, y todos nosotros, el premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago (echando correspondiente mano del portugués pues hasta ahora Brasil no ha obtenido el premio sueco, y que el propio Lula podría aspirar a lograr si cuenta con apoyo de los nórdico de Noruega) en el “Ensayo sobre la lucidez”: En unas elecciones cualesquiera, en una ciudad o nación cualquiera, la mayoría de sus habitantes decide ejercer su derecho al voto. El gobierno estremecido por el miedo a esa auténtica revolución ciudadana, en su cobardía a perder el poder legítimamente, inventa una conspiración para impedirlo. Siembra pruebas de inexistentes anarquistas, lo podría decirse en nuestro caso de fascistas,  Desde sus aberraciones maquinan para escribir el guión de un macabro plan de desestabilización, y culpar a quien ya les ha ganado la voluntad electoral, es decir nuestra líder Maria Corina,  virtualmente Jefa en un Estado democrático.

Se han fundido el cerebro para imaginar el cómo justificar el perseguirla, neutralizarla, junto a supuestos cómplices. Reprimir al pueblo es su última receta. Se creen muy peligrosos y están cada vez poniéndose ellos mismos en mayor y definitivo peligro.  EL PUEBLO CUANDO SALGA A LA CALLE NO TENDRÁ FRENOS. Si fuese necesario estos malos guionistas de la realidad llegarían al absurdo de hasta crear leyes para prohibir que se mueran las personas , y sólo hasta cuando ellos lo decidan, cual delirantes tramas y personajes de Saramago en sus novelas, porque así si hay una definitiva crisis en el país, en hospitales  y cementerios, ellos  prohíbirán que se muera la gente, para que no haya entierros.

[email protected]/@gonzalezdelcas


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