La cueriza que María Corina le ha dado a la dictadura criolla los tiene locos; los “revolucionarios” no miden sus palabras y lo que dicen pone de manifiesto el dolor que experimentan en momentos tan duros y traumáticos para ellos. Que una venezolana que no cree en cuentos de caminos, ni se deja dominar por la horda revolucionaria venida a menos, haya obtenido un apoyo descomunal en la reciente elección del líder de la oposición que enfrentará al conductor de Miraflores en la elección presidencial del próximo año, ha desgonzado a la plana mayor de Miraflores. Las malas lenguas hablan de llantos descontrolados en sitios tan emblemáticos como Miraflores y cuarteles militares. ¡Qué pena con esas señoras y señores!

Lo ocurrido es sólo el anticipo de lo que está por venir: o corren o se encaraman, así de simple. Nadie lo puede poner en duda: María Corina nos quiere gobernar y la mayoría de los venezolanos no tienen un ápice de duda en eso de seguirla y apoyarla para que sea la próxima presidenta de todos los venezolanos.

La actitud de Estados Unidos es de frescor a lo interno y de respaldo a la líder indiscutible; pero la reacción del gobierno “revolucionario”, como era de esperarse, ha sido de trastrocamiento total. Cilia Flores marcó la pauta del régimen al afirmar “que los responsables del fraude en la primaria respondan ante las autoridades por el delito que han cometido”. Debo decir, sin desparpajo alguno, que no sé cómo se come eso. Estoy absolutamente seguro de que mi presencia en el centro de votación que me tocó no fue sueño ni fantasmagoría. En horas tempranas de la mañana me encontré con un número enorme de votantes. Como tenía asuntos importantes que atender, decidí ocuparme de ellos y regresar más tarde. A las 3:30 de la tarde regresé a mi centro de votación y pude ejercer mi derecho político, casi a las 4:00 de la tarde. Al salir, pude ver que la afluencia de más votantes era significativa. Esa fue la realidad que se vivió a lo largo y ancho de Venezuela. Eso lo pude constatar con familiares y amigos que residen en distintos estados del país, y donde el patrón de conducta fue similar: una gran afluencia de votantes cuyos deseos eran similares: “Nicolás, vete ya”.

Para que no haya dudas al respecto, una impresionante mayoría del país ya habló y dejó en claro lo que quiere. Entonces, que la primera combatiente del régimen, Cilia Flores, pretenda buscar salidas por la tangente no tiene sentido alguno. La dirigencia política del actual gobierno “revolucionario” debe comenzar a preparar sus maletas y concienciar, de una vez por todas, que para ellos la fiesta está por terminar. Brinquen, griten o pataleen, la revolución bonita es un tren desbocado que tiene sus días contados. No pueden obviar la cruda realidad: muy pronto María Corina los va a gobernar.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!