Ni él ni sus ministros, tampoco los parlamentarios, ni los enchufados de la nomenclatura chavista-maduristas. La razón: ellos ya han sido vacunados.

El resto del país vive bajo la incertidumbre de si alguna vez serán vacunados, lo cierto es que mientras en el mundo los países desarrollados y los menos desarrollados ya tienen un plan de vacunación, aquí no hay la menor señal de que exista un instrumento semejante.

La cuestión es que el país vive su peor momento desde que empezó la pandemia, si bien en un comienzo su impacto fue menos de moderado por la falta de conectividad, pues, además del problema de la gasolina que obligaba a una menor movilidad interna, el país se tornó poco atractivo para cualquier cosa convirtiéndonos en un destino poco visitado (exceptuando para el tráfico de drogas y el contrabando, tanto de minerales como de combustibles).

Hay que agregar que el gobierno mostró poca seriedad y no realizó una lectura correcta de la pandemia. Maduro se convirtió en la fuente de numerosos disparates que han sido televisados en cadena nacional, así nos ha dicho que: “El virus es un arma de guerra inventado por el imperio contra China”; “eso se cura con hierbas, limón y jengibre”, “contra el covid vamos a darle con cloroquina, ozonoterapia y gotas homeopáticas”. Tal vez de lo peor que nos ha dicho el experto Maduro contra el covid es que “los venezolanos trocheros son un arma biológica y terrorista enviada por el presidente Duque contra el país”; y lo último, nos presentó el Carvativir o “gotas milagrosas de José Gregorio Hernández”, que según el científico Maduro curan 100% el covid.

Todo eso en algún momento podría ser presentado en algo que se hecho lectura divertida de los venezolanos: Las Maduradas, un compendio de los disparates de Maduro

Hoy, después de rechazar la entrada de vacunas negociadas con la participación de la oposición, vivimos el peor momento con lo que se ha llamado “una segunda ola pandémica”. Según la Academia Nacional de Medicina y la Academia de Ciencias Matemáticas y Fisicas ha sido “consecuencia inmediata del aumento sostenido de la movilidad que se ha dado desde diciembre e intensificada durante el Carnaval, después de haber decretado una flexibilización sin criterios epidemiológicos”.

Se ha incrementado el número de contagios y el número de fallecidos. Los especialistas indican que las cifras ofrecidas por el régimen deberían multiplicarse por 4.

¿Cómo enfrentar esta calamidad con una infraestructura de salud en el suelo, con la desaparición por muerte de 25% del personal del sector y con pocas vacunas llegadas al país que han sido filtradas políticamente para colocárselas únicamente a los suyos y solo han atendido a 98.000 del personal del servicio de salud cuyo número supera el millón. Y eso es una verdadera vergüenza…. Pero no podía ser de otra manera, pues el régimen que más ha dicho que ama al pueblo, en verdad parece despreciarlo.


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