Son infinitas las señales de que cuando se trata de políticas públicas, el país va en contravía, sea por acción, es decir, medidas incoherentes o negativas; o peor aún, por omisión, reflejado ello en el absoluto libertinaje en el que se mueve el día a día de la economía venezolana y que a la vuelta de la esquina la tornan en inviable; sin embargo, allí, en medio del caos inducido por el dominio de ideas trasnochadas mezcladas peligrosamente con la ignorancia de quienes ostentan el control de los asuntos públicos fundamentales, se erige como una fuerza indetenible, la resiliencia de muchos emprendedores que a pesar de y sobre cualquier circunstancia, marchan y avanzan sin otro objetivo que no sea el de trascender y superar al modelo de retroceso que se han empeñado en imponer durante los últimos veinte años.

Suelo comparar la fuerza del emprendimiento con el agua, pues donde quiera que encuentre una grieta o un espacio, por allí se cuela, fluye y supera las trabas, que por cierto no son pocas cuando se trata del desarrollo de iniciativas; nada que ver por cierto la conducta emprendedora con aceptación, resignación o sometimiento, sino más bien y por el contrario, resulta tal vez una de las demostraciones más elevadas de rebeldía ante ese constante intento de quienes buscan sepultarnos con esa idea enfermiza de igualarnos hacia abajo; y es que, precisamente, hemos querido resaltar tales esfuerzos en nuestra reflexión semanal, a propósito de un extraordinario evento que se celebró el pasado martes 10 de diciembre, organizado por la Asociación Interamericana de la Propiedad Intelectual (Asipi), bajo el título “El ABC del derecho de la moda y la importancia de las marcas en la economía”, el cual no solo reunió a más de un centenar de asistentes o participantes en Caracas, sino también a lo más granado de las iniciativas que se despliegan actualmente en Venezuela en la industria de la moda.

Habiendo tenido la suerte y el honor de participar en el señalado evento, exponiendo nuestra experiencia y visión profesional sobre el mapa de ruta legal que debe seguir cualquiera que aspire a desarrollar un negocio exitoso en el área de la moda; al final del día fue mucho más lo que recibimos y aprendimos, luego de haber escuchado y compartido con ese grupo de mujeres que desbordan talento e iniciativa y que nos regalaron la oportunidad de compartir sus experiencias.

Fue así como la licenciada Sofía Esqueda del IESA expuso los detalles del programa de Gestión de Negocios de Moda que creó dicha institución, así como igualmente su experiencia en el proceso de creación de una marca desde la perspectiva del mercadeo.

Le siguió la siempre consecuente Elvira Trigueros de Parés, directora del Instituto de Diseño Brivil, quien deleitó a los asistentes compartiendo su dilatada experiencia formando a varias generaciones de diseñadores, desde una plataforma que se creó precisamente en medio de una profunda crisis, como fue la de 1983, recordada como la del “Viernes Negro”.

A continuación se conoció la extraordinaria historia del emprendimiento ecológico de los ekoleggins de Mariana Rosales (@mrmarianarosales), confeccionados a partir de material reciclado. Después le tocó el turno a Vanessa Coto (@vanecoto) y su historia con @guayabitavc; para luego aterrizar en un último panel, integrado por la siempre emprendedora y polifacética Marty González, quien desde su programa radial @taconguachicon y de la reconocida @tiendacharrasca ha servido como tribuna y plataforma para infinidad de diseñadores de moda locales, rematando ahora con la creación de todo un movimiento de empoderamiento femenino, como lo ha sido el denominado @mujer5estrellas.

Concluyó con el trío de exitosísimas diseñadoras locales compuesto por Liliana Ávila y sus carteras @lilianaavilaccs, Marina Taylhardat y su pedacito de corazón con la marca @ushuva, y Francis Arias de la ya tradicional pero siempre innovadora @durantydiego.

En fin, todas y cada una de quienes compartieron su experiencia en el evento del pasado martes, son sin excepción una fuerte luz en la niebla que sirve de guía y referencia para quienes han decidido no amilanarse ante las circunstancias; son ejemplos de resiliencia, constancia, perseverancia y de un fuerte empeño por trascender a cualquier dificultad.

¡Bravo por ellas y más aún por Venezuela!


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