Presos políticos muertos en reclusión

Son inocentes, funcionarios del régimen de Maduro les han sembrado pruebas y acusaciones falsas, los detienen sin órdenes judiciales, les hacen juicios exprés, los someten a terribles torturas, otros han sido secuestrados para canjes. Se trata de un régimen tan violento que nada lo detiene, se creen inmunes y con permiso de vulnerar los derechos fundamentales de todos, incluyendo a ciudadanos de Estados Unidos.

Recientemente estuve conversando con Villca Fernández, ex preso político de Maduro, sobre la cantidad exacta de presos políticos. Lo que me dijo es que nadie sabe a ciencia cierta cuántos son, habida cuenta de que hay muchas ONG que ofrecen a los medios sus propios números porque no hay forma institucional de obtener esta data, pues no se puede consultar a quien precisamente encarcela a la disidencia, en este caso, el régimen de Maduro y su sistema judicial.

Entiendo que la media reportada en medios de comunicación para este año es de 249 presos políticos. El Frente Institucional Militar, por su parte, emitió un documento con los nombres de 111 presos políticos, todos militares.

Acerca del grupo de presos políticos de procedencia extranjera, se conoce que durante 2016 fueron arrestados 59 colombianos acusados de ser paramilitares. La historia vinculada con estas personas es siempre la misma: se les acusa de intento de asesinato de Maduro. Son parte de la tesis conspirativa que los chavistas emplean para justificar la teoría sobre los ataques extranjeros que desestabilizan su régimen y que mantienen en constante jaque psicológico el funcionamiento de su mandato. El grupo, luego de 3 años de retención ilegal, hacinamiento y torturas, fue deportado a Colombia.

Joshua Holt y su esposa Thamara Caleño

Otro grupo numeroso de presos políticos lo constituyen los estadounidenses. A estos también les ha tocado el mismo destino, están bajo acusaciones de terrorismo, conspiración y paren de contar delitos inventados por la Fiscalía de Maduro. Recuerdo un caso en particular, el arresto del misionero mormón Joshua Holt, quien fuera detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, policía política de Venezuela, el 30 de junio de 2016. También arrestaron a su esposa Thamara Caleño Candelo. Ambos fueron acusados de posesión de armas de guerra y de acuerdo con el Sebin, el apartamento de la pareja funcionaba como un «centro de almacenamiento de armas y explosivos» con el fin de «ejecutar acciones terroristas».

De eso se trata el régimen de Maduro, de violar toda forma de legalidad incluyendo convenciones internacionales. Al igual que actúa con los ciudadanos venezolanos, lo hace con los extranjeros, en particular con los provenientes de países que ellos denominan hostiles, enemigos. En fin, Maduro siempre tiene algo que guardar para su estrategia de negociación, que es donde entran los presos políticos, son particularmente piezas de canje que ellos usan para negociar las sanciones internacionales.

Cada preso político está agregado en una lista utilitaria, donde estos funcionarios criminales le calculan su valor y potencial para determinados asuntos de interés. En el caso de la situación de los estadounidenses, es particularmente grave debido a que forman parte de esa agenda obsesiva del régimen por reducir, si no eliminar las sanciones económicas que pesan sobre su economía.

La geopolítica está a favor de Maduro, no teme a una orden de detención de la Interpol, como lo sugirió en su momento el senador Marco Rubio. Está claro que puede circular por buena parte del mundo -Turquía, Irán, Rusia, China, buena parte de África, muchos países asiáticos- por países que hoy son sus principales fuentes de ingresos, por cierto, burlando todos los controles establecidos en las sanciones internacionales.

El precio que pagan los presos políticos en las cárceles de Maduro se traduce en torturas inimaginables, solo un expreso político sabe el grado de psicopatía de los victimarios del régimen. Es el caso de Régulo García Castro, un excarcelado de Ramo Verde que relató a Infobae la cruel realidad de la prisión: “Me queda un trauma psicológico… Me hicieron tortura física, me pusieron corriente, me metieron dentro de un tambor con agua y nos daban golpes en las plantas de los pies. Como saben, las plantas de los pies tienen una reacción al cerebro y pueden volver loco a cualquier persona. Ellos dicen ‘primero Maduro y después ellos’. Ni Dios puede con ellos. Ese es su lema”.

Un trabajo de investigación del diario elindependiente.com cita que “al menos a 25 personas les colgaron de una polea o columna horizontal esposados para asfixiarles o aplicarles descargas eléctricas. Otra forma de tortura es la llamada ‘manicure’, que consiste en meterles agujas entre las uñas”.

Los obligan a desnudarse, las mujeres son violadas, se conoce de hombres que también han sido violados con palos, rifles, les arrojan excrementos. El sadismo no tiene límites, nada garantiza la vida. Hasta el momento de escribir este artículo, el régimen de Maduro había asesinado a 10 presos políticos bajo custodia. La primera víctima fue Rodolfo González Martínez (12 de marzo de 2015), conocido como “el Aviador” por el régimen de Nicolás Maduro, lo encontraron ahorcado en la cárcel de los Servicios de Inteligencia en donde estaba recluido desde abril de 2014. Le sigue el concejal Carlos Andrés García (17 de septiembre de 2017), recluido en el Sebin: “Estando detenido ilegalmente a Carlos Andrés le dio un ACV (accidente cerebro vascular) y le fue negado cualquier tipo de atención médica”, denunció el partido Primero Justicia del que era militante.

Rafael Arreaza Soto (30 de noviembre de 2017), que según voceros del régimen murió tras ser tiroteado en un intento de escape. Fernando Albán (8 de octubre de 2018) -a quien conocí- era concejal por Primero Justicia y fue asesinado en la sede del Sebin; la oposición denunció que lo estaban torturando y fue lanzado desde el último piso. Nelson Martínez (12 de diciembre de 2018), expresidente de Citgo, Maduro lo acuso de corrupción, murió por falta de atención médica de un paro cardíaco.

Acosta Arévalo
Capitán Rafael Acosta Arévalo

Rafael Acosta Arévalo (29 de junio de 2019), miembro de la Armada venezolana, fue detenido y torturado por meses. El día de su presentación en los tribunales fue llevado en sillas de ruedas con graves lesiones. El juez ordenó trasladarlo al hospital donde horas después murió como consecuencia de las torturas.

Pedro Pablo Santana Carballo (14 de agosto de 2020), murió por complicaciones de salud en un arresto domiciliario. Salvador Franco (3 de enero de 2021), indígena pemón que murió bajo arresto a causa de un edema cerebral, shock séptico y otras reacciones producto de la tuberculosis y desnutrición; llevaba meses bajo reclusión sin atención médica. Gabriel Medina Díaz (29 de agosto de 2021) sufrió un paro respiratorio por “la falta de atención médica que necesitaba” debido a la tuberculosis que sufría como consecuencia de las insanas condiciones de reclusión.

El general Raúl Isaías Baduel (12 de octubre de 2021), quien fuera comandante general del Ejército venezolano desde enero de 2004 hasta julio de 2006, y ministro de la Defensa de junio de 2006 hasta julio de 2007. Fue arrestado debido a que había criticado el gobierno de Chávez, cumplió una condena de ocho años, el 12 de agosto de 2015 recibió libertad condicional. Maduro volvió a encarcelarlo en 2017 y murió en prisión en  2021. La versión del régimen es que el general Baduel falleció de un ataque al corazón producto del covid, pero eso fue desmentido por su hija quien denuncio al régimen de Maduro de haber asesinado a su padre.

Los presos políticos de Maduro sufren el peor destino, a algunos los dejan vivir en condiciones infrahumanas hasta que su cuerpo se agota y mueran sin asistencia médica, otros tienen peor suerte, son asesinados bajo cualquier pretexto leguleyo.

Se sabe de las torturas que el régimen aplica contra los ciudadanos estadounidenses secuestrados en cárceles venezolanas, de acuerdo con un extracto del artículo publicado en el diario español ABC: “Matthew Heath , un estadounidense de 40 años y veterano del Cuerpo de Marines, fue desnudado y electrocutado tras ser atado a una malla de alambre conectada a una batería de coche …  Su madre, Connie Haynes, dice hoy que nunca sospechó ‘que pudiera haber semejante crueldad’ contra una persona”.

La directora del Instituto Casla, Tamara Suju , ha elaborado un informe en el que describe las torturas aplicadas por el régimen.  “Múltiples golpes y puntapiés. Esta tortura inicial se materializa en golpizas y puntapiés, cachetadas o puños en el rostro, muchos son fuertemente esposados y encapuchados o vendados y reciben amenazas psicológicas de todo tipo… aquellas víctimas que son torturadas para lograr de ellos una confesión o que acusen a otras personas…  78 víctimas (94% de las víctimas) fueron golpeadas con objetos contundentes, 40 de ellas recibieron múltiples golpes con tablas de madera (48% de las víctimas), 11 (13% de las víctimas) fueron golpeadas fuertemente en la zona auditiva o cerca de los ojos. 40 personas (48% de las víctimas) recibieron golpes simultáneos en costillas y extremidades… 4 de ellas tienen hoy varias costillas fracturadas. 8 (9% de las víctimas) fueron fuertemente golpeados en las plantas de los pies, lo que les impedía caminar correctamente y algunos necesitaban ayuda o apoyo para, por ejemplo, caminar en los tribunales. Asfixias y ahogamientos. Fue aplicada en 60% de los casos, es decir, a 50 víctimas: 18 fueron asfixiadas hasta desfallecer, 38 con bolsas plásticas llenas de sustancias toxicas, 3 ahogadas en tobos de agua y una fue asfixiada con las manos de su ejecutor. Descargas eléctricas… 15 víctimas las recibieron en los genitales, y otra más en los genitales y el ano. Muchas de estas víctimas presentan hoy secuelas visibles de esta tortura. Algunas víctimas han sido colgadas esposadas por días, de tubos de metal, vigas de cemento, e incluso guindadas en una grúa para cargar cauchos de vehículos. Los surcos que dejan en las muñecas las esposas o tirras cuando las personas son colgadas al aire con todo su peso soportado en ellas no solo son muy dolorosos, sino permanentes…  37 personas fueron colgadas con los brazos adelante, 12 fueron colgadas con los brazos atados a la espalda, 3 fueron colgadas en forma de cruz de un polipasto y una víctima afirma que fue colgado boca abajo para ahogarlo en un tobo de agua”.

El informe menciona otros tipos de torturas, siendo estas “encapuchar o vendar por días o semanas, cortaduras o lesiones a pies o miembros inferiores, disparos cerca del oído, torturas psicológicas…  100% de las víctimas fueron objeto de torturas psicológicas diversas, siendo la amenaza de muerte la que ha estado presente en todas las incidencias…  Violencia Sexual. fueron víctimas de intento de violación, cinco víctimas (6%) fueron amenazadas con violarlas mientras eran torturados, cinco víctimas (6%) sufrieron graves lesiones en genitales mientras estaban siendo torturadas, dos víctimas (3%) fueron objeto de actos lascivos violentos y una víctima fue brutalmente violada.

Matthew Heath

¿Qué podemos esperar de una cárcel de Maduro? Todo el espanto posible. Presumo que debe cumplir su objetivo dentro de toda esa estrategia de horror chavista, que al final es generar miedo colectivo. No les interesa ocultar sus crímenes, se encargan de que todos se enteren del terror que viven los presos políticos, exhiben a sus funcionarios con total impunidad, así que esto puede explicar la parálisis de la sociedad, el silencio en la calle. Lo cierto es que lo que sucede a los presos políticos circula en todos los ámbitos de nuestra sociedad, lo que incrementa la ansiedad y la desesperación, y empuja a miles a huir, a  sumarse a la conocida migración de millones de venezolanos.

Lamentablemente, a mi parecer, las cosas han cambiado y los presos políticos tienen pocos dolientes, el tema está siendo evadido por los factores políticos de la llamada oposición, sabemos que Noruega vuelve a promover nuevamente la fallida mesa de diálogo en México, la sensación que tenemos los venezolanos es que nuevamente lo que se conoce como oposición política a Maduro volverá a rubricar la agenda del régimen en lugar de privilegiar los verdaderos intereses de Venezuela y acudir con puntos propios a la agenda, entre los cuales debería estar de primero la libertad plena de todos los presos políticos. Se trata de sincerarnos, de que el mundo sepa que estamos olvidándonos de los presos políticos, que no están siendo una prioridad para la oposición y esto es muy grave, máxime cuando se sabe el estado en el que se encuentran estos ciudadanos, muriendo lentamente de enfermedades, viviendo en indescriptibles condiciones inhumanas.

El llamado es para el gobierno estadounidense, al que instamos a no olvidar a sus conciudadanos, que están retenidos ilegal e injustamente en cárceles de Maduro.

A continuación comparto algunos de los nombres de secuestrados del régimen: Matthew Heath, Airan Berry, Luke Denman, Alirio Zambrano, José Luis Zambrano, Jorge Toledo, Tomeu Vadell, José Pereira Ruimwyk. Con relación a este tema de los presos políticos estadounidenses en cárceles de Maduro se sabe de la reciente liberación de dos, son sus nombres Jorge Alberto Fernández y Gustavo Cárdenas.

Airan Berry y Luke Denman

Pienso que el ideal supremo es buscar la liberación de todos los presos políticos. No se puede permitir que siga reinando la impunidad de los funcionarios de Maduro, se trata de una red que involucra desde funcionarios policiales, militares, tribunales y fiscales, todas estas estructuras creadas para instaurar la peor experiencia posible para los encarcelados, con el objetivo de llevar el terror a todos los rincones de Venezuela.

Finalmente, oro porque algún día nuestra amada Venezuela encuentre paz y retorne la democracia, porque todos volvamos a tener una vida en libertad, con Estado de Derecho. Me despido hasta leernos próximamente en El Nacional.

Descarga la lista completa de presos políticos militares https://www.venezolanosenusa.net/wp-content/uploads/2022/08/PRESOS-MILITARES-POR-CAUSAS-POLITICAS.pdf

@estebanoria


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