¡Escribo, luego existo! Comienzo parafraseando al gran matemático y filósofo-racionalista francés René Descartes (1596-1650), autor de la célebre frase: “Pienso, luego existo”. Este marcó un tiempo moderno de avance en la reflexión entre lo que es la realidad, la verdad que podemos interpretar y considerar como tal, sin atender a prejuicios. Una vez que ha pasado a ser aceptada podemos proyectarla desde el presente para convertirla en construcción de una visión de futuro. Discusiones entre filósofos continuarán por siempre. Discusiones en diferencias existentes no se extinguirán nunca, como con Descartes y Rousseau o Voltaire. Pero la vida pasa y nunca se debe despreciar como real político su Discurso del Método e ir escribiendo la historia,  que al final siempre la definen la lucha de los pueblos vencedores (Ver nota al pie).

Se han hecho absurdamente largos estos tiempos en que las velocidades del siglo XXI no nos deberían dejar margen al continuo postergamiento, con el doloroso balance de agravamiento de las cosas. Pérdidas de vidas, oportunidades, procesos que pasan a ser endémicos, y que nos alejan del progreso y la felicidad posible, debido solo a un puñado de delincuentes que han secuestrado al Estado venezolano para imponer su absurdo régimen. ¿Qué pueden hacer si el pueblo todo se levanta?

Con catastróficas consecuencias para nuestra nación venezolana, y también afectando sensiblemente a nuestras hermanas naciones vecinas, el incesante flujo inmigratorio nos desangra del más importante recurso como país; nuestra gente huye, nuestras muchachas y muchachos. Colombia con casi millón y medio de compatriotas. Perú cercana ya a contabilizar 900.000, Ecuador, Chile, Estados Unidos pare de contar.

No podemos seguir tolerando por más tiempo la desunión de nuestras familias debido al secuestro de Venezuela por parte del narcocastrismo. No podemos aceptar más daños, en pérdidas de vidas por enfermedad, delincuencia, desnutrición y violación de los esenciales derechos humanos por persecución política directa e indirecta de nuestra población dentro del territorio a causa de un régimen traidor que continúa soslayando, ya sin pudor ni ya disimulo alguno, la dignidad de la persona humana.

El 16 de julio del año 2017 fue consultado, nacional e internacionalmente, el pueblo venezolano. De forma cívica ejemplar se manifestó contundentemente por la designación de un gobierno de unión nacional. Democrático, responsable de una transición política eficaz para recuperar el orden y luego del restablecimiento del Estado de Derecho fundamental designar un CNE independiente para llamar oportunamente a elecciones.

Es responsabilidad la colaboración de lo que nos queda de los poderes fundamentales del Estado para rehacer la República: la Asamblea Nacional; la justicia, representada por el TSJ legítimo en el exilio, y la presidencia encargada que debe asumir de una vez por todas su papel histórico. No hay mas plazos ni más tiempos.

A partir de ese concepto de soberanía expresada el 16 de julio de 2017, junto con el movimiento de jóvenes oficiales de las Fuerzas Armadas Nacionales, y desde la sociedad civil preparada para coadyuvar en la gestión de gobierno, debemos asumir la lucha sin cuartel para, mediante la rebelión democrática, iniciar “sin más plazos ni más tiempos” el derrocamiento de la tiranía y terminar la usurpación que ha secuestrado nuestras vidas.

El llamado es a todos los sectores honestos que persisten de la sociedad venezolana. No abandonar a partir de este llamado del 16 de noviembre de 2019 la lucha en las calles, y en todos los escenarios necesarios, hasta conquistar la libertad.

Destaquemos, aceptemos y recibamos con audacia e inteligencia a todos aquellos que una vez sirvieron al chavismo por una promesa de un proyecto incongruente y fraudulento de bienestar colectivo. Asumamos la hora del cambio como algo bueno y necesario para las mayorías del país. Las élites que de buena intención han errado, aprendan de la humildad y de la indispensable cohesión popular. Vamos juntos hacia el retorno para la construcción del nuevo camino democrático de Venezuela y América toda. El buen ciudadano dará el ejemplo aleccionador y justiciero contra el vendepatria, el narcotraficante-narcolavador que junto con el cómplice-enchufado pervierte nuestras nación con su veneno y su traición.

Vamos hermanas y hermanos, solo nuestra lucha unida nos devolverá la democracia: “Muera la tiranía, viva libertad”

catedrá[email protected]

Nota al pie:

Discurso del Método

«El primero: admitiendo exclusivamente en mis juicios aquello que se presentara tan clara y distintamente a mi espíritu que no tuviera motivo alguno para ponerlo en duda.

El segundo exige en dividir cada una de las dificultades a examinar en tantas parcelas como sea posible y necesario, para resolverlas más fácilmente.

El tercero, realizar las reflexiones comenzando por los objetos más simples y más fácilmente cognoscibles. Gradualmente avanzar hasta el conocimiento de los más complejos, en un orden que no preceden naturalmente los unos a los otros.

Y por último, de estos preceptos se debería realizar recuentos tan completos y revisiones tan completas que se pudiese estar seguro de no haber omitido nada…”.

 


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