Las reuniones entre la falsa “oposición” y el delegado del régimen de Maduro solamente sirvieron para favorecer la causa de la dictadura. Una vez más quedó demostrado que quienes engañaron al país haciéndose pasar por opositores están del lado chavista. Un puñado de vendepatrias está entregando al país pensando sólo en el beneficio personal y no en los millones de venezolanos que en este momento padecen las penurias del sistema que oprime a la nación.
La semana pasada fue noticia que al menos 3.000 millones de dólares de fondos bloqueados debido a las sanciones internacionales que pesan sobre la dictadura serán liberados gracias a la complicidad de la oposición venezolana, quienes firmaron en México un acuerdo con el régimen. Ese dinero supuestamente será administrado por la ONU, pero con todo ello el mayor beneficiado será precisamente el desgobierno de Maduro. Hoy la traición que la supuesta oposición le ha hecho a Venezuela no puede ser más grande.
Por increíble que parezca, la oposición que antes llamaba a no votar, ahora le ruega a la dictadura que haga elecciones. Unas elecciones que todo el mundo sabe que serán controladas y amañadas por el sistema dictatorial que impera en Venezuela.
Los actuales dirigentes de “oposición” entregaron a nuestro país en bandeja de plata. En ese contexto y pescando en río revuelto, la administración de Joe Biden autorizó a Chevron a que retomen las actividades de extracción de petróleo en territorio venezolano. El panorama para Venezuela es complicado porque varios de los países que hace unos años condenaron a la dictadura, finalmente están haciendo negocios con ella en beneficio de sus propios intereses locales.
Es más difícil salir de un régimen dictatorial cuando quien dice ser opositor lejos de combatir al opresor lo respalda y ayuda. El caso de nuestro país es un digno ejemplo de cómo el comunismo es capaz colocar a sus propias fichas a la vista de la opinión pública y venderlas como supuestos adversarios para engañar a todo el mundo. Hoy sabemos que la verdadera oposición al régimen no es la que vemos delante de las cámaras, los verdaderos adversarios a Maduro y a sus secuaces somos los millones de venezolanos que apostamos por un cambio desde la raíz.
Los venezolanos no apoyamos ningún acuerdo con esa dictadura que somete al país a las más grandes penurias, que es la causante de que nuestros congéneres estén padeciendo el hambre, que ha oprimido, humillado, encarcelado y acabado con miles de vidas de diversas maneras. No estamos dispuestos a claudicar ni a dejar de apostar por la libertad nacional sólo porque un grupo de personajes mediocres estén jugando a cansar al pueblo.
A pesar de las circunstancias, hoy más que nunca Venezuela tiene futuro.
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