En España, 44,1% de los hombres piensa que ahora son ellos los discriminados. Es que se ha llegado muy lejos en la igualdad de las mujeres. El porcentaje asciende entre los jóvenes de 16 a 24 años. Uno de cada dos se siente un poquito menos de lo que era, con relación a ellas. Es el dato más relevante -o al menos el más difundido- de una reciente encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, CIS.

El CIS es según su sitio web un ente adscrito al Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática que “tiene por finalidad el estudio científico de la sociedad española». Cuando se mete en los temas políticos y electorales lo de científico parece un exceso. En otros asuntos, como este de explorar en la igualdad entre hombres y mujeres, luce creíble e interesante.

Es indudable que en 45 años de democracia la sociedad española ha avanzado en todos los campos de la actividad humana, aunque ahora haya nubarrones en su horizonte. Dejar atrás 40 años de autoritarismo, mezclado con la bendición de las iglesias, se toma su tiempo. Pero ha sido un tiempo bueno, como refleja la encuesta, solo explicable por la existencia de esa vida democrática e institucional -a la que tanto aspiramos a volver los venezolanos- que ha permitido el florecimiento de la libertad, siempre mejorable, y que cada quien pueda decidir el rumbo de su vida, sin imposiciones religiosas ni políticas.

Pero aún hay trabajo por hacer. Y vaya que lo hay: 67,2% de las mujeres considera que las desigualdades entre hombres y mujeres son “muy grandes o bastante grandes”. 48,2% de los hombres cree lo mismo. Sin embargo, al comparar esas desigualdades con las de hace 10 años, que es un tiempo corto, un porcentaje similar de mujeres (67%) cree que las desigualdades han disminuido.

Las mujeres españolas aún dedican, por ejemplo, más tiempo que los hombres en un día laborable a las tareas del hogar, limpiar, cocinar, comprar. Casi tres horas ellas y un poco más de dos ellos, una distancia que aumenta y mucho cuando se trata de cuidar a los hijos en un día también laborable: 6,7 horas para ellas; 3,7 para ellos.

En el ámbito laboral, 78,1% de las mujeres comparte la afirmación de que se tienen que esforzar más que los hombres para probar que pueden con el mismo puesto de trabajo. Más de la mitad de los hombres está de acuerdo con la afirmación, pero 46,3% la niega.

El estudio también aborda los estereotipos de género. 87,2% de las mujeres cree que se critica más a una mujer con vida sexual activa que a un hombre, lo que comparte 76,2% de ellos. La mitad de los hombres sostiene que es agradable recibir un piropo, pero 60,5% de ellas cuestiona esa afirmación. La mitad de los 4.005 encuestados coincide en que a las mujeres les es más propio hablar de sentimientos que a los hombres y en lo que parece haber una confluencia de pareceres es en que tanto ellas como ellos puedan tomar la iniciativa en una relación sexual: 71,6% así lo piensa.

Y esa discriminación de la que partimos, que más de 40% de los hombres dice padecer, ¿se percibe igual según el nicho político? La respuesta es previsible. Según los datos del CIS, 88,1% de los que votaron por Vox lo reportan, 66,1% del PP, 22,4% del PSOE y 9,5% de Sumar. Pero, ojo, son datos del CIS, que tiene sus querencias.

 


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