Es público y notorio el control mediático que ejerce el régimen. El ventajismo y abuso potenciado del poder es evidente; sin embargo, las redes sociales se han convertido en el mecanismo alternativo idóneo para la eficaz y oportuna difusión en caliente de todo lo que acontece en cada rincón del país; muestran paso a paso, minuto a minuto, con lujo de detalles, la decadencia del modelo socialista y el rechazo generalizado de la población a la pretensiones del oficialismo de mantenerse en el poder. Asimismo, dejan en claro el respaldo mayoritario que tiene la oferta electoral de la unidad nacional representada por Edmundo González Urrutia, apuntalado por María Corina Machado.

En este momento, como en muchos otros, los recursos del Estado están al servicio de la revolución y sus estrategias. Grandes y desesperados esfuerzos realizan los sectores oficialistas para movilizar personas de un estado a otro, para mostrar una fortaleza que no tienen y que todos saben que perdieron. De manera infructuosa tratan de tapar la espontaneidad de la gente que acompaña a María Corina Machado en cada región del país.

La fecha anunciada de manera precipitada por el régimen que controla el ente electoral puso a dar carreras a los sectores de oposición y a la sociedad civil, quienes siendo mayoría han logrado unificarse a pesar de los desmanes cometidos por quienes viéndose derrotados han colocado obstáculos que parecían difíciles de vencer, pero que la voluntad de las mayorías ha logrado sortear, superar y vencer.

El pueblo venezolano debe estar atento a las orientaciones y el direccionamiento  que permanentemente María Corina Machado ofrece en sus discursos y declaraciones en esta inédita, exitosa y avasallante campaña electoral. Una de las exigencias planteadas es la constitución por parte de los ciudadanos de los famosos comanditos, que son un elemento de conexión y comunicación directa de los venezolanos “sin la intermediación partidista”, con el esquema de organización nacional, para la defensa del voto en las mesas electorales, además de la presencia activa de hombres y mujeres demócratas comprometidos y convencidos del cambio, que actuarán bien preparados y apoyados en todos los centros de votación.

Elaborar o constituir tu comandito es fácil. Los comandos de campaña nacional, regionales, municipales y parroquiales, así como movimientos sociales partidos políticos y otros, pueden suministrarte la planilla en físico o enviártela a tu móvil o correo electrónico para que la imprimas. Otra forma de obtenerla es a través de las redes sociales que constantemente la publican o contactar algún actor o dirigente político que te ayude a obtenerla. Otra opción es que la hagas de manera manuscrita sin mayor formalismo que cumplir con los datos mínimos requeridos. Ya con la planilla en mano quien tome la iniciativa y se haga responsable deberá colocar sus datos, nombre y apellido y teléfono de contacto. Los datos siguientes son la ubicación del comandito: estado, municipio y parroquia; luego localizar, contactar y captar un número de 10 personas más o menos de acuerdo con tus posibilidades entre vecinos, familiares y amigos que deberán suministrarte sus nombres y apellidos, número de cédula, número de teléfono y centro de votación. Una vez elaborada la lista ingresas al link  bit.ly/Comanditos y sigues los pasos que allí te indican para registrarlo directamente, sin limitación o intermediación alguna.

El 1 x 10 del régimen es una figura siempre usada, que está siendo sincerada y reconfigurada en todo el país, ante la deserción de sus cuadros y su militancia. Como siempre y ahora con más razón e intensidad el chantaje, las dádivas, el miedo, la amenaza son los elementos para la captación de votantes que utilizan quienes tienen la tarea de presentar estas planillas. Verdaderamente, un trabajo político que se hace cuesta arriba pese a la presión que se ejerce sobre una población engañada, maltratada, humillada y empobrecida que se decidió a cambiar esta cruel y nefasta realidad. El 1 x 10 que se capta en teoría está siendo auditado por los laboratorios oficialistas por haber determinado en eventos anteriores, el fraude de sus seguidores al llenar planillas falsas.

En el caso de los comanditos es una tarea creadora, ciudadana, de inclusión abierta y espontánea, sin presión alguna, que crece junto a la esperanza de salir urgentemente de la pesadilla revolucionaria.

El oficialismo aún cuenta con millón y medio de seguidores que se estarán movilizando de un lado a otro para dar la sensación de fortaleza. Los seguidores más acérrimos del proyecto socialista tendrán la oportunidad de hacer turismo por Venezuela, gracias al interés del señor Diosdado Cabello y otros dirigentes, cuya estrategia es seguir a María Corina por todo el país, política electoral errónea, que ha permitido valorar y diagramar frente al país y el mundo quién goza del respaldo de la mayoría.

Critican a María Corina porque carga un afiche de Edmundo González haciéndole propaganda, sabiendo que es una realidad y una la salida al bloqueo que Maduro y sus instituciones aplicaron a las aspiraciones y resultados electorales del 22 de octubre de 2023, pero ellos andan en lo mismo haciendo el trabajo que le corresponde a su candidato  Nicolás Maduro que hace campaña asimétrica, enconchado y en la capital del país, por tener dificultades con su nefasta gestión e impopularidad absoluta, que lo ha llevado a niveles inferiores al 10% de respaldo y niveles exorbitantes de rechazo. El candidato parece Diosdado Cabello, no Nicolás Maduro.

El oficialismo hará una campaña ostentosa, obscena y vulgar en el gasto desmedido que comenzamos a ver, en la que diputados, alcaldes, concejales, gobernadores, protectores, padrinos y jefes de campaña se darán un festín al estilo Titanic, mientras el derroche será de amplio espectro y la orquesta sonará por todos los rincones del país. Ellos mismos, con todo en sus manos, verán desesperadamente naufragar y hundirse el monstruo revolucionario con el heredero de Chávez en el timón. Caso contrario serán la victoria y renacimiento de la democracia, producto de la lucha ciudadana fundamentada, como hasta ahora, con sangre, sudor y lágrimas.

El termómetro político está en la calle y marca anticipadamente el resultado electoral presidencial, el cual está amenazado por las autoridades de mayor rango de las instituciones garantes de los derechos ciudadanos, de la seguridad y de defensa de soberanía nacional.

En un ambiente de superioridad financiera, mediática, de fuerza y la anarquía del régimen, la sociedad venezolana -con todas las limitaciones y circunstancias creadas premeditadamente por el régimen saliente- se organiza para cívicamente hacer valer la voluntad ciudadana, que se plasmará en los resultados electorales. Al día de hoy, a sesenta días de realizarse el proceso comicial, la oposición cuadruplica al oficialismo.


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