El pasado sábado 16 de marzo de 2023, en la sede de la librería Sopa de Letras en La Hacienda La Trinidad, se celebraron los 14 años de su fundación.

Sus dueñas, Andreína Melo y Marina Bockmeulen, dedicaron unas palabras al público presente en un ambiente lleno de cuentacuentos, juegos y niños, porque ese es su principal público.

Se especializan en literatura infantil y para adolescentes. En la planta baja de la librería vemos hermosas ediciones ilustradas de clásicos, mitos griegos para niños, adivinanzas, refranes, entre otros. Pero no se limitan sólo a este tipo de libros. En la parte de arriba de la librería podemos encontrar literatura en general. De hecho, muchos de mis libros de literatura universal los adquirí aquí. La curaduría de libros es especialmente cuidadosa y vemos libros de editoriales extranjeras de gran tradición y ganadoras de muchos premios.

Sopa de Letras está decorada como un hermoso hogar que inevitablemente invita a la lectura. Es un sitio verdaderamente acogedor.

En este artículo no me pasearé por la historia de la librería, porque ese trabajo lo ha hecho con gran mística Rodnei Caseres, («Sopa de Letras: amor por los libros», en https://prodavinci.com/sopa-de-letras-amor-por-los-libros/, consultado el 18/3).

Quiero más bien relatar mi experiencia al visitar Sopa de Letras porque sé que muchos se identificarán con ella e incluso desearán vivirla. Ir a Sopa de Letras no es sólo ir a comprar un libro sino rodearse de un ambiente que invita a la lectura.

Yo, que ejerzo como abogado, investigadora de Cedice Libertad y profesora universitaria, de lunes a viernes, al visitar Sopa de Letras me siento de inmediato integrada al ambiente que Andreína y Marina quisieron para su librería. Se trata de un ambiente lleno de arte, paisaje, cultura, naturaleza, tradiciones y turismo, en un espacio que evoca un oasis en las afueras de la ciudad, porque debe recordarse que al salir del túnel de La Trinidad vemos el letrero de bienvenida a esta ciudad satélite.

Ese sábado tuve la oportunidad de ver a Ricardo Ramírez Requena, gerente de La Poeteca, junto a su hermosa familia formada junto a su esposa Blanca y su hijo Tomás. Estuve acompañada de mi amiga María Elena Ghersi que tiene proyectos creativos muy interesantes a través de sus cuentas de instagram @lacasapensante y @lacasakoa. Pude adquirir La música del azar y Un hombre en la oscuridad de Paul Auster, autor que he leído a lo largo de este año y que me ha ayudado a sobrellevar el duelo por la pérdida de un ser querido. En la noche le comenté a Javier Marichal, uno de nuestros más expertos libreros, que tuve la oportunidad de celebrar los 14 años de Sopa de Letras.

Para mí, la celebración de esos 14 años de vida, que son un testimonio de resistencia, me permitió desconectarme de mi día a día profesional y académico y reconectarme con mi amor por los libros, la cultura, su gente y su ambiente.

Entonces fui más que a la celebración de los 14 años de un sitio que vende libros. Celebré los 14 años de una librería que constantemente nos brinda la posibilidad de conectarnos con nuestro lado más sensible, y eso, en el país del insilio y del exilio, es más que necesario.

14 años parecen pocos, pero incluyen los difíciles y tumultuosos años de protestas de 2014 y 2017, el apagón, la pandemia y el cierre de muchas librerías. Desde este espacio, y con las palabras de una lectora agradecida, a Andreína y a Marina, les deseo muchos años más de este hermoso proyecto.


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