«Como el mar de la playa a las arenas, / voy en este naufragio de vaivenes» (MIGUEL HERNÁNDEZ)
Entraba yo a una cafetería diferente. Nada más entrar pedí un café al joven que atendía la barra. Viendo que había gente por atender antes que yo, añadí «cuando pueda«. El camarero servía a otros clientes. Anunció que me tocaba esperar un rato. En cuanto se vio desocupado me preguntó otra vez qué había pedido y se lo recordé: «un café con leche para llevar, por favor». Pone el café, pago y espero el vuelto. Me entrega, ufano, cinco monedas. La verdad es que suelo recoger el cambio sin comprobar si está bien, educado en la confianza desde niño. Sin embargo, en esta ocasión me extrañó la mirada del joven y que solo me devolviera cinco monedas. No había una sola moneda de 2€. Le digo que había pagado con un billete de 10€. Se gira de inmediato y me devuelve un billete de 5€. No se disculpa para nada. Si uno piensa bien, cree que se trata de un despiste involuntario. Si uno es sensible al lenguaje corporal, los gestos y las artimañas del otro, puede cuando menos dudar de la honestidad del joven. A punto de abandonar el lugar, mis ojos se cruzan con la mirada torva y burlona de otro joven sentado junto a la puerta que iba dirigida al camarero. Y me dije «ahí hay alguien hoy que va a decir ¡ay!, nos ha salido mal la cosa». Claro, a mí me supo mal el café. Fue lo que se dice un mal trago (perdóneme el juego de palabras). En fin, como dijo el torero Rafael Ortega al conocer la dedicación de un célebre filósofo que le acababan de presentar: «Es que hay gente pató» (es que hay gente para todo). El ojo del fotógrafo detrás de la barra desenfocó el objetivo que tenía enfrente, que era yo. Me vino a la cabeza aquello que dijo alguien sobre el hecho de ser educado, sensible y honrado, que estaba mal visto en la sociedad actual.
Ese mismo día al llegar a casa, un informativo de televisión hablaba de un líder político español. El locutor avisaba del sorprendente cambio de imagen en el perfil del personaje público. Una revista cultural y de moda masculina entrevistaba al gallego Alberto Núñez Feijóo en su número de octubre de 2022. (Alberto Núñez Feijóo: «Tener un hijo a los 55, en el último cuarto del partido, me ha hecho plenamente feliz»; Jorge Alcalde, Luis de las Alas -fotógrafo-, ESQUIRE.com; 21.10.2022). La visión del senador orensano vistiendo al modo informal (casual style) descubría un estilo desconocido por muchos de un desenfadado y juvenil Feijóo. La verdad es que un hombre que viste jersey beige, camiseta blanca asomando por el cuello, pantalones cómodos y la buena sensación de verse favorecido confunde a quien lo veía como político serio, uniformado en su traje de sastre. Asimismo, las poses del expresidente de la Xunta de Galicia sentado, jugando con el cuello de un jersey de invierno, la mirada tranquila al objetivo de la cámara que lo secuestra, incluso el encuadre de las manos juntas llama la atención por su belleza. El ojo del fotógrafo que nos mira es quien habla aquí.
