Este artículo no se adentrará en lo ocurrido en los últimos meses dentro del Partido Popular; mucho se ha escrito y mucho se ha hablado de este episodio tan oscuro de nuestra historia. Sin embargo, es importante entender que de este episodio ha surgido un nuevo rumbo y un nuevo proyecto que ilusiona.

No solo por tener al frente a un hombre de mucha experiencia sino por la solidificación de nuestro núcleo interno. Es increíble ver cómo este partido ha renacido como el fénix después de semanas de gran oscuridad.

El congreso nacional extraordinario ha sido un mes que ha llenado de mucha ilusión. El partido se ha rearmado en cara a sus siglas y no a una persona.

De la desesperación a la esperanza, de la destrucción a la consolidación, de la batalla a la calma.

No quiero dedicar estas palabras al hombre que nos guiará a una mejor España, quiero dedicar estas líneas a los afiliados que han llevado a nuestras siglas a gobernar, a construir, a creer, a desafiar grandes obstáculos y a llevar a España a su mejor versión.

Los afiliados de este partido son la piedra angular de nuestro proyecto y son, sin lugar a dudas, los que han llevado a grandes hombres y mujeres a liderar a España en sus peores momentos. Esos 900.000 militantes creen en estas siglas, en este proyecto y en la reconstrucción de este país.

Por estos militantes, por los 43 millones de españoles, por la historia, por el futuro y por España, no podemos permitir que cosas como las que hemos vivido se repitan. Ni España ni los españoles se merecen esto. Estos meses han sido muy duros para toda la democracia, han dado un retroceso a nuestro crecimiento y han frenado nuestras opciones de guiar a este país a una nueva era.

Como afiliado, pido grandeza; como militante, pido coherencia; como ciudadano, pido un partido de Estado.

Considero que nos hemos levantado de una forma sumamente positiva, iniciando un nuevo camino con mucha fe y con muchas ganas de trabajar.

El que surgiera un solo candidato en el congreso del Partido Popular ha reconstruido el núcleo del partido, ha hecho que todos rememos en el mismo sentido. Una de las principales causas del proceso de destrucción de la directiva anterior era que, internamente, estábamos más desunidos que nunca.

Ahora hay un solo camino, ahora tenemos un objetivo claro, ahora tenemos un líder consolidado por las votaciones internas y por su experiencia ex ante. Tenemos la unidad que deseábamos. No hay excusas para no construir ese camino que nos llevará a la Moncloa.

Mi compromiso como afiliado lo tengo claro: dar todo lo que pueda para lograr el cambio que todos queremos. Mi compromiso como militante es seguir la ruta marcada por los liderazgos nacionales, regionales y locales. Mi compromiso como ciudadano es seguir trabajando por la mejor España.

Lo que he visto este fin de semana me hace entender que todos vamos por ese camino. El reinicio de nuestra ruta a la Moncloa nace con el respeto de toda la militancia, nace con el perdón de lo que nos hicieron, nace con la idea de que aquí no sobra nadie y que todos somos uno.

El PP volverá a gobernar, porque el PP ha vuelto a su origen. Estamos preparados para gobernar y cuando lo hagamos, lo haremos bien.

Mi compromiso sigue firme con la directiva, sigue firme con los votantes de este partido y sigue firme por España. Lo que es bueno para España, es bueno para todos y lo que es bueno para todos, es bueno para España.


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