¿Vamos por el premio mayor a la estupidez? Así quisieran que lo aceptáramos algunos que parecieran competir para ganarlo. Otros sencillamente se pasaron hace rato al enemigo. Se instalaron en la que consideran una “cohabitación” inevitable; por supuesto que priorizando su crematística concepción de una vida, ¿plena?, sí pero de sus inmorales intereses.
El símil a continuación pudiera parecer atrevido, pero para los tiranos la realización de elecciones es solo la manta con la que pretenden cubrir el cadáver de la democracia, a la cual, sin remordimientos, ya han aniquilado. Solo es un recurso que utilizan como y cuando lo consideran necesario. Intentando convencer a sus propios partidarios y a los desprevenidos de nuestro lado de la inconveniencia, y a la vez alto riesgo, de que se desate una insurrección popular que los desaloje del poder; para iniciar el urgente cambio que más bien salve muchas más vidas, después de que pudieran producirse la pérdida heroica de algunas, y se supere el desorden denigrante de nuestra inmerecida condición de seres humanos subyugados.
Así, iniciándose el último trimestre de este año 2022 , se nos viene encima el anhelo de nuestra nación venezolana porque llegue el fin del castigo que sigue soportando “un día, tras otro día, a la vez”. En un régimen que podemos calificar de “la tormenta perfecta” pero que nos hace sufrir ¡un huracán en cámara lenta!
¿Cuánto tiempo más? ¿Hasta cuándo tendremos que soportar esta calamidad sin que podamos ver la luz de un nuevo amanecer? ¿Cuántos más tendrán que atravesar la selva del Darién?
Cual si se compitiera por ser el mejor prestidigitador o mago, pero de pacotilla, de cuando en cuando van conocidos miembros de la llamada oposición, de esos a los que los criminales del régimen Chávez-Maduro (1999 al presente, 23 años) cínicamente han bautizado “patriotas cooperantes”, haciéndonos predicciones o promesas de condiciones de corte electoral-redentor de un promisorio año 2024. Como si de unas elecciones se tratara este asunto.
Todos debíamos ya comprender que de llegarse al 2024 con esta camarilla, peor de lo peor que ha llegado a Miraflores, tales elecciones serían un nuevo fraude enmarcado en el total control por parte de la actual organización criminal allí asentada. Junto a sus aliados internacionales sin duda se burlarán de nuevo del pueblo venezolano. Por si necesitamos otro símil de referencia, a la manera de Putin (1999 al presente- 23 años) continuarán con sus “consultas al pueblo” para seguir manteniendo invadido el territorio de una nación a la cual han agredido criminalmente, violando sus más elementales derechos humanos. Solo que en el caso de Ucrania se han equivocado y todo indica que se seguirán equivocando.
¿Cuánto tiempo más los venezolanos permitiremos la presente situación? Van 43 años de dictadura teocrática iraní que, basada en la brutal represión a su gente, ha desatado la furia de sus mujeres por el asesinato de Mahsa Amini, joven de 22 años muerta en detención ejecutada por la “policía moral” por llevar “muy suelto” el velo con que las obligan a cubrir su cabeza.
El podrido minestrone que aún llevarían en la cabeza los que respaldan al régimen de Maduro, que se decían marxistas alineados con La Habana castrista, y justificada por una supuesta moral de lucha del lado de los oprimidos, ahora vista la realidad de los crímenes cometidos por su invasión a Ucrania y su alianza con la tiranía de Putin, quien antes se consideraba supuesta contención contra el islamismo terrorista.
Resulta que ahora Putin amenaza al mundo con su arsenal nuclear, al tiempo que se retrata con los ayatolá. Con el mismo despotismo amenazante nuclear existen tiranías como la norcoreana, única dictadura comunista hereditaria en el planeta, con Kim Jong-un, con 11 años en el poder, más 39 años su padre Kim Jong-il y 46 años de su abuelo, llevan un siglo en el poder).
Todo lo anterior nos aclara el reto del mundo que debemos superar. Mundo en que la menos mala de todas las salidas es la rebelión de las naciones realmente oprimidas por regímenes tiránicos en su lucha por conquistar la libertad y la democracia, universales.
@gonzalezdelcas