No es secreto para nadie que en el mundo empresarial los líderes desempeñan un papel fundamental, diríamos hasta crucial. Por tal motivo, los puestos gerenciales y directivos, que es desde donde se dirige la compañía y a los equipos, demandan habilidades específicas que van más allá de la simple gestión de tareas.
Esas capacidades tienen que resaltar no solo en los tiempos «normales» o estables, sino sobre todo en los momentos de incertidumbre y altibajos, que es cuando se ponen a prueba los líderes. Es cuando tienen que demostrar de qué manera están hechos.
Entonces, ¿cómo se debe liderar cuando las disrupciones, interrupciones y otras condiciones de amenaza se acumulan, como ha ocurrido en los últimos años? No olvidemos los estragos que causó la pandemia.
Timothy R. Clark, director ejecutivo de LeaderFactor, una firma global de consultoría y capacitación en liderazgo, ofrece una interesante respuesta en su análisis What Employees Need from Leaders in Uncertain Times, enfocado en el tipo de líder que los empleados necesitan en tiempos de incertidumbre.
“En mis 30 años trabajando con líderes de una amplia gama de sectores, está claro que la incertidumbre extrema no tiene por qué provocar desánimo, desconexión o pérdida de productividad. De hecho, he sido testigo de muchos ejemplos contradictorios en los que el rendimiento sube a medida que aumenta la incertidumbre», comienza señalando el autor, ante lo cual se pregunta: “¿Cómo es posible?”.
La respuesta a la interrogante que plantea está en el hecho de que si bien el líder tiene poco o ningún control sobre el entorno competitivo externo, “tiene una influencia asombrosa en el entorno de rendimiento interno, incluidos el compromiso, la moral y la productividad de los empleados”.
De allí que Clark plantee cuatro estrategias prácticas para que los líderes estén a la altura de las circunstancias, incluso, las más implacables. Y estas son:
-Cree una gran confianza. “Un líder de confianza contrarresta la extrema incertidumbre del entorno con la extrema previsibilidad de su propio comportamiento”, sostiene el autor. Cuando el líder crea una relación de gran confianza con sus empleados, estos tienen una comprensión predictiva de su comportamiento y ese vínculo se refuerza mutuamente. En otras palabras, en un contexto de extrema incertidumbre, solo los líderes confiables sacan el máximo esfuerzo de las personas a su cargo.
-Inocular con visión. “Parte de la función de un líder es pintar un retrato del futuro e inspirar a otros a hacerlo”, señala Clark. En tiempos de extrema incertidumbre, una visión da a las personas una motivación duradera más allá del instinto de supervivencia para realizar el trabajo y absorber el estrés.
-Aumentar la honestidad y la transparencia. “Un tercer contrapeso a la incertidumbre extrema son la honestidad y la transparencia”, advierte el experto. No hay nada peor que un líder que intenta crear una falsa certeza con una retórica que no coincide con la realidad. Es importante que el líder exprese su confianza en su capacidad para afrontar el futuro, pero debe asegurarse de no dar garantías infundadas porque podría resultar dañino.
-Enmarcar la incertidumbre como una oportunidad. “Una última forma de liderar en tiempos de extrema incertidumbre es enmarcar lo desconocido como una oportunidad”, indica Clark. Es importante presentar la incertidumbre como oportunidad, pues contribuye a transformar la cultura de la organización y la percepción que los empleados tienen de ella. En esencia, hay que sustituir el miedo que provoca la incertidumbre por confianza, curiosidad y anticipación.
De hecho, este mundo cada vez más voluble requerirá la capacidad de adaptación de las empresas y “los líderes tendrán que encontrar formas de crear confianza y continuidad en medio de una incertidumbre extrema”, como bien dice Clark. Así que a prepararse para esos tiempos duros y no esperar a que lleguen para hacerles frente.