El tiempo de reacción de un conductor es el intervalo que transcurre desde que se percibe un estímulo o una situación, hasta que se reacciona para evitar un accidente, ya sea pisando el freno, girando el volante o tomando cualquier otra acción de prevención; es la llamada red de atención ejecutiva que ha sido estudiada por expertos como Posner y Petersen. Este lapso incluye el tiempo que se necesita para procesar la información visual hasta el que se requiere para enviar señales nerviosas a los músculos, lo que permite ejecutar la acción física requerida.

Estudios expertos indican que la reacción de un conductor promedio frente a una eventualidad oscila entre 0,5 y 1 segundo; existen factores que pueden modificar la reacción, entre los cuales se encuentran: la edad, la fatiga, la distancia de reacción, así como la distancia de frenado o la experiencia del conductor; es por ello que las legislaciones y las autoridades relacionadas al tránsito terrestre señalizan, controlan velocidad y hasta penalizan elementos de distracción como el uso de tecnología celular mientras se maneja.

Sin embargo, en nuestra ciudad capital, las actividades de prevención se están conduciendo en sentido contrario: una completa inexistencia de fiscalización al parque vehicular, escaso mantenimiento de las vías rápidas, proliferación excesiva de publicidad exterior y la reciente novedad que representa la instalación de vallas electrónicas en las autopistas de nuestra ciudad capital.

Hablamos de poderosos monitores de gran formato que invitan a la distracción de los conductores. Los están instalando en vías donde la atención es necesaria para evitar accidentes a expensa de la vida de seres humanos; añada en la ecuación que nuestros motorizados tienen autorización tácita para transitar a gran velocidad entre los carriles reservados para la separación de los vehículos.

Es entonces que observamos con tristeza, pero sobre todo con mucha preocupación, la proliferación de monitores lumínicos de gran tamaño en las vías rápidas caraqueñas. Hablamos de municipios como Sucre, que ha permitido la instalación de inmensos monitores LED en el distribuidor del Parque del Este, o el municipio Libertador, que ha hecho lo propio al permitir la instalación de monitores frente al Jardín Botánico; y hasta el municipio Chacao, otrora ejemplo de ciudadanía, que ha permitido aberrantes pantallas publicitarias encima de edificios comerciales en Las Mercedes y hasta un inmenso monitor que busca capitalizar la atención de los conductores al ingresar a velocidad en Altamira desde la autopista Francisco Fajardo; esta última pantalla llega al descaro de promocionarse con el logo del municipio, sin guardar la separación desde el borde de la vía que establece la Ley Orgánica de Tránsito Terrestre, en abierta violación del artículo 92 de esta ley.

Como siempre, las autoridades municipales solo reaccionarán luego de que ocurran accidentes fatales, que pudieron haberse evitado al dejar de privilegiar recursos económicos frente a la seguridad de los habitantes que confiaron con su voto una gestión de gobierno responsable y eficiente.

Lecturas sugeridas

Ley Orgánica de Tránsito Terrestre (01/08/2008). Gaceta Oficial 38985 de la República Bolivariana de Venezuela.

Motor Blog Mapfre (17/10/22). Tiempo de reacción de un conductor ¿De qué depende? https://www.motor.mapfre.es/consejos-practicos/consejos-de-conduccion/de-que-depende-tiempo-reaccion-conductor/

Posner, M & Petersen, S.  (1990). The attention system of the human brain. Annual Review of Neurosciences. http://wexler.free.fr/library/files/posner%20(1990)%20the%20attentional%20system%20of%20the%20human%20brain.pdf

Senders, J. W., Kristofferson, A. B., & Levison, W. H. (1967). «The high-velocity edge: A study of time-on-target in the perception of speed.» The American Journal of Psychology, 80(3), 376-384.


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