Las SS del nazismo alemán terminaron construyendo la morfología de aquellos que destruyeron a Venezuela ocultos en una supuesta «democracia» y que sólo tienen esa conformación, pronunciación, definición y significado en plural en todas sus estructuras de poder.

Las SS que simulaban en aquella parte de la historia la superioridad de una raza, ahora están vertidas en nuestro territorio sobre el discurso hipócrita y troglodita de quienes amparados en el poder de la impunidad y las armas lanzan sus tropelías de guerra en  nombre de la «paz», o sea, sólo conjugan sus SS en cada palabra que terminan tragándose en su propia vertiente después de que amenazan a los educadores y al pueblo por sus exigencias sociales.

Las SS del totalitarismo alemán estaban supeditadas sobre la base de lo que llamaron las «leyes de Nuremberg» para excluir y constreñir en el nombre de su verdad la segregación racial e ideológica, es decir, son las mismas SS que luego de empobrecer a Venezuela emplean una llamada «Ley del Odio» para justificar el encarcelamiento de opositores y críticos ante la desgracias y el sufrimiento que acosan a la otrora patria del Libertador.

Las SS de Hitler son el espejo de aquella «Noche de los cristales rotos» que previamente se había acordado con la prioridad absoluta de la migración de los judíos, y que en Venezuela tales SS son las responsables en que tengamos más de 7 millones de emigrantes, mientras a otros con posibilidad de crítica en el exterior se les niega el pasaporte como forma de persecución política, buscando evitar que alguien se atreva a levantar su voz en lo que ellos han denominado «revolución».

Las SS del nazismo estaban representadas en sus aparatajes de propaganda por Joseph Goebbels quien fungía como el cerebro de las mentiras ordenadas por Hitler. Son las mismas SS que desde los centros de comunicación públicos y «privados» controlados por el neonazismo en Venezuela, aseguran con sus palangristas que la nación marcha en prosperidad, cuando pagan salarios y pensiones mensuales que apenas alcanzan para mitigar el hambre de uno o dos días, mientras la miseria alcanza niveles alarmantes en la desnutrición de niños y adultos.

Las SS de los centros de represión del nazismo pactaron con el fascismo de Mussolini en sus tiempos de imposición ideológica y militar. Hoy, quienes han destruido a Venezuela, son el espejo de tales SS cuando firman «pactos y acuerdos» con quienes asesinan inocentes en Ucrania promovidas por un genocida desde Rusia, y que también en el nombre de «Dios» callan ante las teocracias que asesinan mujeres por no llevar un velo o llevan hombres a la horca por reclamar libertad en sus formas de pensar y vivir.

Las SS de Hitler tuvieron en sus campos de exterminio y en Auschwitz el apocalipsis del totalitarismo, y sobre tal aberración intentaron desarrollar su hegemonía racial, ideológica y militar. Quienes en este siglo XXI han destruido a Venezuela han hecho uso de sus SS para acabar con escuelas, liceos, universidades, hospitales y cualquier espacio colectivo, una forma moderna y disimulada de llevar a la muerte a una sociedad, y que eso les permita perpetuarse en el poder.

Las SS del pervertido nazismo terminaron siendo superadas y juzgadas por la historia por sus crímenes de guerra; verbigracia, la historia puede repetir los espejos de las SS del neonazismo en Venezuela, pero estamos seguros de que también esas desgracias ideológicas terminarán repitiendo el episodio del cómo terminó la bazofia ideológica de Hitler ante la historia.

@vivassantanaj_

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