Miembros de la Junta Revolucionaria de Gobierno en el Palacio de Miraflores. De izquierda a derecha: Mario Ricardo Vargas, Raúl Leoni, Valmore Rodríguez, Rómulo Betancourt, Carlos Delgado Chalbaud, Edmundo Fernández y Gonzalo Barrios. 1945. Fotografía de la Fundación Rómulo Betancourt

Una vez instalada la Junta Revolucionaria de Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela, sus líderes emprendieron una serie de acciones para “consolidar el cambio político más radical en la historia del país”, según reseña de José Rivas Rivas, en su colosal investigación Historia Gráfica de Venezuela.

Cuando entraron al Palacio de Miraflores, los representantes de la prensa fueron recibidos por el Dr. Leonardo Ruiz Pineda, secretario de la Junta, quien cortésmente les dio la bienvenida y los invitó a pasar al lujoso y amplio salón de recepciones donde los integrantes del nuevo gobierno ofrecerían las primeras declaraciones. Asistieron reporteros de El Universal, Últimas Noticias, El País, La Esfera, El Heraldo y El Nacional con su director Antonio Arráiz y el redactor jefe Miguel Otero Silva. También hizo presencia un reportero de la Associated Press (AP).

En su interior estaban Rómulo Betancourt, quien presidirá la junta; el capitán Mario Vargas, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Raúl Leoni y el mayor Carlos Delgado Chalbaud. Faltaban solo Gonzalo Barrios y Edmundo Fernández.

Betancourt, como vocero del grupo, indicó a los medios que después de tres días de sobresaltos y euforia, la capital de Venezuela amaneció ese día tranquila. «Los focos aislados de resistencia desesperada, meramente simbólica y alarmista, fueron sofocados y controlados a última hora de la tarde de ayer 21 de octubre”.

Ese octubre del año 1945, la calma y el sosiego pudieron alcanzarse “gracias al novedoso servicio de vigilancia de la Junta Revolucionaria de Gobierno en colaboración con las seccionales de Acción Democrática, cuyos miembros cooperaron con valentía y eficacia con las tropas del Ejército Nacional para la consolidación del triunfo político”.

Ruiz Pineda explicó en detalle a la prensa el alcance del Decreto Número 1 de la Junta Revolucionaria, haciendo especial énfasis en el mantenimiento del orden jurídico de la nación. También informó que el doctor Juan Pablo Pérez Alfonzo, consultor jurídico del país, encabezará una comisión que se encargará de estudiar todos sus aspectos.

Resaltó que el edicto contiene además los nombramientos para presidentes de las distintas entidades federales y miembros del gabinete ministerial, reorganización de la fuerza de policía y eliminación de la Oficina Nacional de Prensa.

Palacio de Miraflores, 1947, miembros de la Junta Revolucionaria de Gobierno. Rumbo a realizar las elecciones que llevarían al poder a Rómulo Gallegos, quien también fue derrocado por un golpe de Estado

Fueron apresados

Asimismo, durante el encuentro con los medios de comunicación, Ruiz Pineda reveló que los militares que se opusieron al movimiento revolucionario estaban en manos de la Junta Militar que los juzgaría «con rigor y con justicia», y que algunos eran presidentes de estados del régimen de Isaías Medina Angarita. “Los que no hicieron oposición están en libertad”, señaló.

También añadió que el antiguo gabinete estaba detenido casi en su totalidad. “No se encuentra entre ellos el Dr. Rafael Vegas, exministro de Educación, a quien se supone refugiado en una legación o embajada. Se desconoce el paradero del Dr. Julio Medina Angarita, exconsultor jurídico de la Presidencia, igualmente suponiéndose refugiado en el recinto de alguna embajada”.

Agregó que se encontraban detenidos, para ser juzgados, algunos gomecistas, entre ellos el general Vincencio Pérez Soto y José María García. Asimismo, informó, estaban tras las rejas los generales Medina Angarita y Eleazar López Contreras.

Afirmó Ruiz Pineda que la Junta Revolucionaria garantizaba el respeto a todos los partidos políticos, incluso el Partido Democrático Venezolano (de López Contreras para apoyar a Medina Angarita), y que en los próximos comicios, Acción Democrática participaría como un partido político corriente, sin ninguna clase de privilegios.

El 26 de octubre, El Nacional publicó una dramática fotografía del general José Rafael Gabaldón, expresidente del estado Lara, “en su lecho de enfermo a consecuencia de las heridas en los primeros tiroteos de la Revolución”. Fue detenido y confinado a una celda del Cuartel de Barquisimeto.

Herido el general Gabaldón, presidente del estado Lara

Miembros del tren ejecutivo

En su edición del 23 de octubre, el diario El Nacional dio a conocer los nuevos miembros del gabinete del gobierno revolucionario iniciado con Valmore Rodríguez como encargado de la cartera de Relaciones Interiores; Dr. Carlos Moreno en las Relaciones Exteriores; Dr. Carlos D’Ascoli, como ministro de Hacienda; Dr. Juan Pablo Pérez Alfonzo, dirigirá el Ministerio de Fomento; Dr. Humberto García Arocha, ministro de Educación Nacional; mayor Carlos Delgado Chalbaud, al frente del Ministerio de Guerra y Marina; Dr. Luis Lander en el despacho de Obras Públicas; Dr. Eduardo Mendoza Goiticoa al ministerio de Agricultura y Cría; Dr. Edmundo Fernández en Sanidad y Asistencia Social; Dr Raúl Leoni como titular del Trabajo; y el capitán Mario Vargas en el Ministerio de Comunicaciones. Para el cargo de procurador general de la nación fue designado el joven Dr. Rafael Caldera Rodríguez.

La Junta expropió El Tiempo

El Universal informó el 1° de noviembre de 1945 que la Junta Revolucionaria de Gobierno se posesionó de El Tiempo, órgano que se distinguió como defensor incondicional del régimen de Medina Angarita.

La Esfera detalló en una nota del citado día: “Se pudo comprobar que los editores del diario oficial del gobierno de Medina Angarita recibían mensualmente más de 25.000 bolívares. Aún no ha sido posible establecer la identidad de los propietarios de dicho periódico. Hay pruebas de que el Estado contribuyó para formar el capital de la empresa”.

Sueldos fijados por decreto

En un boletín informativo de la Junta Revolucionaria de Gobierno publicado por El Nacional el 30 de noviembre se lee que fueron fijados por Decreto Número 66 los sueldos del presidente de la Junta y de sus ministros, al igual que fue acordado el aguinaldo de los empleados públicos.

 

Según el Artículo 1 de la citada disposición legal, el presidente, el secretario y los encargados de los despachos ejecutivos, así como la Gobernación del Distrito Federal, devengarían un sueldo mensual de 4.000 bolívares. Quedaban eliminadas las partidas del Presupuesto General de Ingresos y Gastos de la Nación que fijaban, sumando emolumentos fijos y gastos de representación, un sueldo de 10.250 bolívares mensuales para el presidente de la República y 6.000 bolívares mensuales a los titulares del Ejecutivo y gobernador del Distrito Federal.

Extrañados del territorio nacional 

Otras de las medidas drásticas ejecutadas por la Junta Revolucionaria, “con el firme compromiso de restablecer el orden y la constitucionalidad de la nación”, pero más obedeciendo a razones de seguridad pública, fue la de expatriar al general Medina Angarita, a López Contreras y a 14 exfuncionarios más, resolución que fue anunciada a través de una nota publicada en El Nacional el 30 de noviembre de 1945.

Fueron extrañados Isaías Medina Angarita, Eleazar López Contreras, Dr. Arturo Uslar Pietri, Dr. Manuel Silveira, Dr. Luis Gerónimo Pietri, Diego Nucete Sardi, Ing. Tomás Pacanins y los coroneles Delfín Becerra, Ulpino Varela, Ruperto Velazco, Antonio Eleazar Niño, Miguel Ángel Torres, Luis Romero Arjona; el teniente coronel Antonio María Arévalo, Dr. Ovidio Pérez Ágreda y el general tocuyano Vincencio Pérez Soto, cuyos bienes, confiscados por el Tribunal de Responsabilidad Civil y Administrativa, le son restituidos por el gobierno de la Junta Militar (diciembre de 1948).

Los expulsados fueron dirigidos, bajo fuerte custodia, hasta el Aeropuerto de Maiquetía, donde los esperaba un avión con destino a Miami, Estados Unidos. Hubo después acusaciones de peculado a exgomecistas y miembros del gobierno depuesto de Medina; también muchas detenciones a lopezcontreristas, señalados de actos o hechos contrarios a la revolución.

La historia es cíclica y se repite como tragedia, sostienen muchos estudiosos; sin embargo, el periodista e historiador Francisco «Larry» Camacho defiende la tesis de que la historia es dinámica, cambiante, dialéctica.

“Se sabe (al menos se aproximan los historiadores más a la realidad) cómo fue el pasado, pero no podemos saber qué nos depara el futuro más allá de cierto cálculo especulativo que a veces se atina, pero otras no (el mejor ejemplo es lo que ocurre en Venezuela desde hace años y lo que pasó recientemente en Afganistán).

Los hechos son y han sido así siempre, únicos e irrepetibles en un lugar y un tiempo determinado, el tiempo en la historia no es el del reloj, por cierto. En nuestro tiempo es más difícil entenderlo por la multiplicidad de medios y la manipulación masificada que dificulta el pensamiento abstracto, nos arropa la inmediatez”.


Fuente: Historia Gráfica de Venezuela, una historia contada por la prensa. José Rivas Rivas. Centro Editor C.A. T. III. Caracas 1989

Fotos: Archivos diarios El Nacional, El Universal, El Impulso

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IG/TW: @LuisPerozoPadua

 


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