Hoy estamos viviendo en un mundo muy diferente al de hace tan solo dos meses. Gran parte de la población mundial está en cuarentena o en algún tipo de confinamiento social (obligatorio o voluntario), mientras nos preparamos para esa nueva normalidad que pueda venir. Ahora bien, todo esto nos ha llevado, como sociedad, a tener que aprender sobre una nueva forma de convivir. Hoy estamos aislados físicamente, separados unos de otros, en donde afloran emociones y sentimientos quizás muy complejos. Pero por razones tecnológicas, prácticamente desconocidas por muchos, en estos momentos todos nos encontramos conectados virtualmente de una manera u otra. Hoy conocemos plataformas que ni siquiera sabíamos de su existencia hace tan solo cuatro semanas, lo que nos ha llevado a tener una, varias o ya un sinfín de llamadas virtuales y video conferencias. Pero, ¿nos hemos detenido a preguntarnos qué más ha cambiado?

Por supuesto, el cambio es algo dramático, muy dinámico y que va a una velocidad que no alcanzamos a entender. Dentro de ello, el modelo de negocios del mundo ha cambiado de la noche a la mañana y va a seguir cambiando. Hemos estado encerrados, aislados, trabajando desde casa o simplemente no hemos tenido adónde ir en las últimas semanas. Estamos todos ansiosos de saber qué va a pasar, cuando podremos salir y qué es lo que vamos a poder hacer. Pero como mencioné anteriormente, estamos y seguimos todos conectados de manera virtual.

Las videollamadas o videoconferencias, como se conocen, no son una novedad; quizás antes no eran accesibles para todos o no sabíamos cómo hacerlo. Pero hoy, no solo son una opción práctica para cualquier negocio que priorice la rentabilidad y la comunicación, sino para todos nosotros desde lo personal, que ya hemos estado en múltiples llamadas hasta con amigos y nuestras familias. Estas video calls están generando una serie de cambios, entre los cuales debemos conocer:

  • permiten una mayor flexibilidad en la estructura de las reuniones;
  • pueden organizarse y ejecutarse en cuestión de minutos;
  • las herramientas de videoconferencia permiten interacciones de alta calidad;
  • pueden ahorrarle a las empresas y empleados una gran cantidad de tiempo y dinero al reducir los viajes corporativos;
  • permiten incorporar a personas en diferentes localidades en aquellos países o regiones en los cuales los viajes no son tan fáciles de realizar, y
  • permiten hacer un seguimiento más frecuente de las actividades que se están realizando para alcanzar las metas propuestas.

Por supuesto, nada de esto cambia la importancia de las interacciones humanas. Pero como gerentes, dueños de empresas, franquiciados o padres de familia, debemos conocer la importancia de los cambios tecnológicos que tendremos por delante.

Hoy se trata de entender las nuevas conexiones humanas, aprendiendo de la tecnología que nos permite hacerlo de manera virtual. No hablo de conocer los ecosistemas virtuales, pero sí será necesario seguir aprendiendo y cada vez más. ¿Mi recomendación? Tienes que conectarte con pasión y con emoción, no importa si es virtual o presencial, aunque seguramente será mayor cuando nos volvamos a ver. Se trata, como se ha dicho en muchas ocasiones, de encontrar esos espacios y momentos que hagan que tu conexión sea la mejor y más emocionante posible. Y, lo más importante de todo, es que, a pesar de la cuarentena, seguimos interconectados.

@LVGarciaG


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