El gobierno de Nicolás Maduro ha seguido con el mismo proceder iniciado por Hugo Chávez Frías, que es culpar a quien le adversa de hechos no cometidos para enviarlo a la cárcel. Una estrategia que viola los derechos constitucionales que amparan a cualquier ciudadano con fines inconfesables.
Diversos son los procedimientos, pero el fin es el mismo: someter al pueblo a su tiránica voluntad para prolongar su permanencia en el poder o bien zanjar cualquier puntual diferencia.
Muchos son los penados de hecho por diversas motivaciones, pero no permitir gozar del derecho que toda persona es inocente hasta que se le pruebe su culpabilidad es inaudito.
Bajo la premisa de presumir que pueda realizar cualquier ser un delito en el futuro y por consiguiente retenerlo en centros de detención mal utilizados como depósito de seres humanos es una iniciativa puntual de exterminio.
Hago referencia a esta circunstancia que he destacado en anteriores escritos al referirme a la libertad de la cual gozan cerca de 150 personas hoy en Venezuela, que habían sido confinadas por las fuerzas ligadas a la política local.
Al igual que sus familiares y relacionados, me uno a la alegría por verlos de nuevo en sus hogares y rechazo enérgicamente a quienes critican ser ello producto de una supuesta negociación.
Aun cuando fuese así, si carecen de causa judicial y burlado el debido proceso, con más razón para tal gozo por cuanto demuestra el diario temor con el que viven padres, esposas, hijos, novias al imaginar que su ser querido está sometido a torturas para obligarle a aceptar hechos criminales no cometidos y como consecuencia de tales temores anhelar con agobiante espera el momento de abrazarlos en casa o sufrir por siempre al saber que no volverán a tenerlo por ser víctima de un ajusticiamiento extrajudicial.
Quedan retenidos 386 presos políticos en todo el país y enfatizan que desde 2002 hasta 2019 han sido asesinados 273 personas de ambos sexos por ejercer la prerrogativa constitucional de la protesta.
Todo ello demuestra que los venezolanos no están dispuestos sucumbir ante la tiranía y por el contrario se dispone a continuar adelante, hasta la muerte de ser necesario.
Veinte años de lucha por calles, veredas y senderos exigiendo la salida de los invasores comunistas con tan solo esgrimir la prerrogativa a vivir en libertad y democracia porque carece de armamento y tiros, ha logrado desenmascarar al régimen ante el mundo, mostrándolo como en realidad es: un abominable absolutismo.
Conforme al Observatorio Venezolano de Conflictividad Social 4.414 protestas en todo el país, las cuales fueron llevadas a cabo en el primer semestre de 2020 dan fe a lo indicado.
El pueblo está unido en rechazo a la patraña oficialista que ejecutan contra los partidos políticos con equivocada creencia. Los militantes de las organizaciones de base no acudirán al llamado de quienes traicionando a las genuinas autoridades de las estructuras sociales pluralistas hoy comparten confite con aquellos que asesinan a los venezolanos y desbancan el erario nacional.
Henrique Capriles, el hasta poco ausente dirigente de Primero Justicia, llama a los votantes a asistir al acto electoral para la selección de miembros de Poder Legislativo. Este proceso será con autoridades del poder escogidas a dedo por el gobernante Maduro.
Amenazas del gobierno con respecto al caso Odebrecht como reza en expedientes y la oferta cumplida de entregarle a Capriles la tarjeta de Primero Justicia llenan las aspiraciones del gobierno y el susodicho ex burgomaestre.
La problemática unitaria de los adversarios al comunismo es a nivel de salón mientras planteamientos expuestos por María Corina Machado empiezan hacer mella en dirigencias del interior del país.
Rafael Angarita, líder de base, nos comenta la posición expuesta por la porta estandarte de Vente Venezuela: ”Existe una ceguera aguda en grupos quienes no ven con buenos ojos y oídos la consistencia que ha mantenido María Corina a favor del pueblo como antagonista militante al comunismo.
Ella no se presta a convenimiento alguno con el régimen como lo ha demostrado, lo cual ha sido el error garrafal de la llamada oposición. Sus planteamientos serios y contundentes, a pesar de no gozar de un poder determinante convence cada vez más a los venezolanos por sus enfoques coherentes, a lo que debe hacerse en el país”.
A pesar de la alharaca dictatorial con el comercio de rehenes, instituciones sin fines de lucro afirman que de los 150 detenidos contra su voluntad hoy liberados siguen en custodia policial 50.
Los verdugos se preparan para el nuevo sainete comicial de diciembre mientras el hombre de a pie aúpa esfuerzos por la pronta salida del ilegal mandador, el aborrecido cucuteño Maduro Moros, nacido en la Nueva Granada.