El 22 de los corrientes la cadena televisiva CNN informa que Rusia, Estados Unidos y China han construido nuevas instalaciones y cavado nuevos túneles en sus sitios de pruebas nucleares en los últimos años, según muestran imágenes de satélite, en un momento en que las tensiones entre las tres principales potencias nucleares han alcanzado su punto más alto en décadas. Si bien no hay evidencia que sugiera que Rusia, Estados Unidos o China se estén preparando para una prueba nuclear inminente, las imágenes, obtenidas y proporcionadas por un destacado analista en estudios de no proliferación militar, ilustran las recientes expansiones en tres sitios de pruebas nucleares en comparación con tan solo hace unos pocos años.

Esta noticia es preocupante en un momento en que las tensiones que existen entre esos países pudieran dar lugar a la violación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBT por sus siglas en ingles). Estuve en la sala de la Conferencia de Desarme en Ginebra, siendo becario del Programa ONU para la formación en Desarme Control de Armamentos, donde pude constatar la satisfacción por ese logro tan importante para la humanidad, toda vez que los ensayos nucleares no sólo crearon inestabilidad geopolítica y favorecieron la elaboración de armas nucleares más potentes y mortales, sino que también causaron un sufrimiento humano y un daño medioambiental incalculable. Ese mundo ha quedado muy atrás gracias al Tratado fue la opinión general en ese momento. Además de su misión principal y a través de una red mundial, el Tratado incorpora un régimen de verificación que proporciona datos útiles para fines civiles y científicos, como la alerta de tsunamis y los estudios sobre el cambio climático.

El CTBT complementa el régimen de control de armamento nuclear a nivel global cuya piedra angular es el Tratado de No Proliferación Nuclear. Igualmente, los tratados referidos a las armas químicas y el de armas biológicas que constituyen el denominado ABC en relación a las armas de destrucción en masa. Se considera que desde 1996 la Conferencia de Desarme cesó las actividades como órgano negociador enfrentando posiciones sin solución en materia de la prevención de una carrera armamentista en el especio ultraterrestre por un lado y la de control de vectores o misiles balísticos por el otro.

En el caso ruso es más preocupante por las amenazas del uso de un arma nuclear que sus altas autoridades, de manera velada o explícita, han realizado durante el tiempo que ha transcurrido desde la invasión a Ucrania. Rusia pretende violar el Tratado de No Proliferación Nuclear con sus acercamientos a Corea del Norte en materia de “cooperación», no ha convenido en la renovación de los tratados bilaterales sobre misiles de diferente alcance (START e INFC), pudiera estar en puertas de violar el CTBT por la información obtenida de CNN, ignora las diversas resoluciones sobre la materia en la Primera Comisión ONU en Nueva York, así como la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia sobre la ilegalidad de la amenaza o del uso de las armas nucleares.

Igualmente, en Zaporiya, ocupada por sus tropas, dificulta la labor de la Organización Internacional de Energía Atómica con sede en Viena para promover y controlar el uso pacífico del material nuclear, así como evitar la proliferación a través del enriquecimiento de dichos materiales. Es decir, está en contra de todo un compendio de obligaciones legalmente vinculantes y otros de carácter político-moral sobre este asunto, todos ellos convenidos por las potencias nucleares y la casi totalidad de la comunidad internacional. Toda la razón a Zelenski y al resto de los participantes actualmente  en la AG ONU, entre ellos Biden, acerca de la amenaza de un gran conflicto mundial que actualmente representa Putin.

La región debería estar atenta en las reuniones de la AG ONU puesto que Latinoamérica es una zona de paz y libre de armas nucleares, conforme al Tratado de Tlatelolco, y por tanto tiene un deber moral de alertar sobre todos aquellos asuntos referidos al uso no pacifico de la energía nuclear.

En el caso de Venezuela, que fue un actor importante durante el periodo democrático en todos los asuntos de desarme y control de armamentos que contribuyen a la paz y seguridad internacionales, tiene una participación disminuida por el impago de la deuda a la ONU y otros órganos del sistema, afortunadamente, toda vez que su alineamiento con Rusia y China no representaría nada positivo. Tengamos la esperanza de que en un futuro cercano podamos aportar nuestra contribución en la comunidad internacional de manera  constructiva en función de nuestros valores democráticos apegados a las normas internacionales.

Finalmente, recordamos al profesor Carlos Guerón, en la Escuela de Estudios Internacionales de la UCV, quien solía decir: “Si se produce la tercera guerra mundial, la cuarta será a palos y piedras”.

 


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