A través de estas líneas hemos venido presentando una nueva concepción de Estado, que es el ciudadano, en el que comprendemos la democracia en expresión de sus valores, no sólo los de libertad e igualdad, sino, participación, solidaridad, inclusión y reconocimiento; con el que pretendemos, principalmente, profundizar la democracia participativa al colocar el sistema político al servicio del ciudadano.

Al ciudadano, no sólo a ese ser humano que vive en un espacio geográfico, con deberes y derechos, sino en su entorno, en colectivo, pendientes por lo que es de todos, por el bien común… Vigilante, con capacidad de expresarse y de canalizar sus demandas.

De allí la importancia de esta serie de artículos que voy a presentar con la idea de visualizar cómo vemos a la sociedad en ese Estado, en su rol primordial de nutriente del funcionamiento del todo, que es el Estado.

Viendo a la sociedad  como una institución en el marco de un sistema, el sistema social.

De allí que, cuando decimos que La Sociedades una Institución es porque pensamos en ella con organicidad y capacidad de expresión, cohesionándose en función de sus intereses, sueños e ideales, como lo señalaba Conte “…construirse un edificio apropiado a sus necesidades…”, que “…logre dirigir hacia un final general de actividad todas las fuerzas particulares…”.

De tal manera que logre capacidad para intervenir en las políticas públicas, como el resto de las instituciones que conforman el sistema político: ministerios, gobernaciones, alcaldías, empresas públicas…; hablamos de un  Poder Público: El Poder Ciudadano.

Un Poder Público autónomo financiera y funcionalmente, cuyos miembros, sin afiliación partidista, sean electos en primer grado, se encarguen de la organización y de la formación de la ciudadanía a nivel nacional.

Este Poder Público, por supuesto, no tiene nada que ver con el concebido en la Constitución venezolana desde 1999, ya que lo que esta programado en ella es para prevenir, investigar y sancionar hechos que atenten contra la ética pública (Art. 274). Además, esta conformado por tres  entes públicos, a decir: Contraloría, Fiscalía y Defensoría del Pueblo, nombrados en elecciones de segundo grado, que, hoy por hoy, no cumple con con su objetivo,  quedando como una entelequia que nadie nombra, sólo el gobierno cuando lo necesita para un fin determinado.

Nuestro planteamiento está hecho para producir una reforma constitucional que permita que el Poder Ciudadano tenga como objetivo principal el de organizar a los Ciudadanos; que: consulte, promueva espacios de entendimiento y de encuentro, realice investigación social (para que pueda tener el termometro de los cambios sociales), canalice ese sentimiento dormido donde se esconde la impotencia de quienes no pueden cambiar las cosas y se expresa en la desconfianza hacia todo, en especial hacia la política.

Es la sociedad actuando a través de un Poder Público, dicho esto pasamos a lo otro.

La sociedad como un sistema, al que se refiere Conte, donde cada parte es insustituible de tal manera que si una de ellas está mal, las otras tambien, no funciona bien o funciona pero incompleta, por lo tanto mal. Es el concepto de la totalidad que produce  dinamismo y armonía a los elementos que la componen, lo que falla.

Como todo sistema está conformado por sub sistemas, como son, para este planteamiento, los más importantes: el liderazgo, las élites, las relaciones de poder y la cultura política.

En Venezuela, y será en otros países también, pero nuestro interés está aquí, lo que se entiende entre un sub sistema y otro ha sido trastocado por las rémoras del caudillismo, que lo tenemos tatuado en nuestro ADN. Por ello, se habla del líder político como si fueran un extraterrestres, como una casta aparte; de las élites como los cogollos corruptos, sin excepción; las relaciones de poder como factores antagónicos destruyéndose entre sí: “aplastar” “ arrasar”… y en cuanto a la cultura política un patético el conformismo “eso es así” “nadie lo puede cambiar” “yo, juego a vivo”.

Los políticos malos y corruptos y los ciudadanos buenos y honestos. Los comunistas y los demócratas. En blanco y negro, en el antagonismo y la imposición.  Se presenta una propuesta para ganar, como sea, es una lucha por el triunfo, no por el logro.

Una verdad que es como un templo es que al Diputado, Concejal, Gobernador… sale de acuerdos dentro de los partidos políticos, en líneas generales no todos, cuando ganan se dedica a fortalecer a quien lo llevó allí y no a la sociedad que lo eligió. Revertir esa realidad significa que cada Ciudadanose gane el puesto que va a ocupar de la mano de su comunidad y de su trabajo político.

Lo cual nos lleva a la conclusión de que el sistema social está descompuesto, aíslado y desarticulado. El Ciudadano se siente excluido del centro de poder y dice: “vamos a ver que hacen ellos” “voté, ahora que trabajen”… En una relación perversa de mutua utilización, ya que cuando el lider está en campaña busca a los ciudadanos, van a sus casas, hacen promesas y el ciudadano que sabe que no lo va a ver más, trata de sacarle lo que pueda, en ese momento.

La pregunta es ¿ómo logramos componerlo y articularlo? La respuesta debe ser obvia: con organización y participación ciudadana, donde  se gesten los liderazgos, las élites y las relaciones de poder: plurales y competitivas.

Sin embargo, la importancia de esta propuesta nos sugiere desarrollar los subsistemas en detalle en próximas entregas, lo que nos permitiría profundizar en el analisis.

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@carlotasalazar


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