El país esta atrapado entre dos sectores que aparentan diferencias, pero significan lo mismo: destrucción, desesperanza, decepción. Su relación es distante y estrecha a la vez, se conjugan e interactúan a conveniencia del poder, esta simbiosis entre el régimen de Nicolás Maduro y la MUD, nos debe impulsar en la imperiosa necesidad de superar las características de la propia oposición para poder rebasar al chavismo/madurismo, porque están unidos, y se protegen mutuamente.
Sobran las evidencias para demostrar el deterioro del sector “opositor” guiado hacia las tinieblas por el obcecado Henrique Capriles, quien pone todo su apresto en serle útil a la dictadura, acompañado en esta empresa, por Henry Ramos, quien pretende continuar engañando al pueblo con un discurso de mártir, creyendo que el país debe devolverle la gloria de AD, que construyeron Simón Alberto Consalvi, Andrés Eloy Blanco, Leonardo Ruiz Pineda y otros tantos, hoy empañada por los negocios de los hijos y cuñado de Ramos Allup, con Alex Saab, así mismo Manuel Rosales, de quien sectores del régimen dicen sentir mayor confianza que en el propio Omar Prieto, por lo que seguramente será el próximo gobernador del Zulia, también Stalin González, que intenta desmarcarse de Bernabé Gutiérrez y la Alianza Democrática pero se mantiene irreductible en el plan de Capriles, y más a fondo posee vínculos con el régimen desde sus tiempos en la UCV, con relaciones peligrosas con Tareck el Aissami y Jorge Rodríguez, su devaneo político es costoso para el plan del rescate de la democracia, por antiético e inmoral.
Bajo esta dramática realidad de hábitos perniciosos, jamás se alcanzara la libertad, las acciones van en contravía de la estrategia central de los aliados internacionales, el Madurismo experimenta fragilidad y se haya en una fase de confrontación interna con el Chavismo devenido en movimiento social, el único sentido de comprender a quienes insisten en tenderle puentes no puede ser distinto al de ser cómplices. Pues si se constituye una oposición fuerte, cohesionada y diferente, se profundizara la crisis del régimen hasta hacerla insalvable.
El madurismo esta acorralado, no encuentra motivos para mantenerse en las negociaciones de México, por cuanto no ha obtenido ningún beneficio y se ata cada vez mas a la necesidad de cumplir con un proceso de elecciones presidenciales y parlamentarias, bajo estrictas observaciones internacionales, donde saldría derrotado, la opinión de quienes en otrora fuesen sus aliados acerca del sistema de gobierno impuesto en Venezuela, es totalmente negativo, y lo exponen abiertamente caso; Lula Da Silva, Alberto Fernández de Argentina, quien desde hace rato viene diciendo que se necesita un cambio de modelo en su país, para evitar convertirse en Venezuela, y uno mas reciente Gustavo Petro, que si bien necesita como estrategia electoral, marcar distancia de Nicolás Maduro, sabe bien en el contexto geopolítico que su posición aísla y compromete a la dictadura, cuando dice que siempre ha desconfiado de Maduro y deja de relieve el desastre de las violaciones de los Derechos Humanos en Venezuela.
Internamente crece el descontento dentro de quienes en su momento integraron el llamado Gran Polo Patriótico GPP, que en su mayoría ahora constituyen la; Alternativa Popular Revolucionaria, que agrupa al Partido Comunista, Patria Para Todos, Tupamaro, Izquierda Unida, Lucha de Clases, Red Autónoma de Comuneros y otros, que en principio se plantaron críticos en la gestión de gobierno, pero aliados revolucionarios, ahora según el propio Oscar Figuera, Secretario General del PCV, se constituyen oposición revolucionaria al gobierno de Nicolás Maduro, al cual califican de reformista, autoritario, y de haber sellado un nuevo pacto de elites en el país, con los fines de garantizar el poder, en detrimento de la democracia y en perjuicio de la clase trabajadora y de todo el pueblo venezolano.
Este singular contexto de confrontaciones, agiganta las oportunidades para la refundación de Venezuela, con la posibilidad inédita de estos tiempos de unir todas las corrientes del pensamiento al unísono, en un solo y decidido propósito; salir de Nicolás Maduro y crear las condiciones de entendimiento para salvar el país y redemocratizarlo.
Es urgente un nuevo movimiento opositor
Será necesario desprenderse de los complejos y unir voluntades, quemar las naves las veces que sea necesario, convocar al país con franqueza y seriedad, el liderazgo opositor no puede claudicar bajo los intereses del G4, el país es mucho más que eso.
El presidente interino Juan Gerardo Guaidó, tiene en sus manos la opción de diferenciarse de forma definitiva, empinarse sobre los errores cometidos, y mantenerse con esa coherencia que trasmite cada vez que expresa que no hay condiciones y que el país es llevado a nuevo fraude electoral.
Le corresponde dar un salto cualitativo, si realmente desea estar por encima de las ambiciones de tipo personal del circulo que lo ha rodeado, y del cual da signos de distancia, su posición es clave para el país y para la política internacional, para la región Latinoamericana, para Europa, para Estados Unidos como el más importante aliado, en sus manos está conducir la política en esta dura coyuntura de momentos aciagos y liderar sin vacilaciones la vuelta a la democracia.
@jufraga12