¡Qué difícil es pensar en un cambio cuando estamos gobernados por un grupo que para nada respeta el marco legal del país! Sigue siendo preocupante el poder ejercer mecanismos democráticos como estrategia para salir de un grupo que practica la autocracia como forma de gobierno. Y es que, seamos sinceros, los inquilinos por 25 años de Miraflores tienen la sartén agarrada por el mango y cuando se tienen todas las condiciones favorables, obviamente, por razones ajenas a la legalidad, es poco probable que usted barajee exponerse a situaciones que pongan en riesgo su posición.

“Ahora nos guiamos por el Acuerdo de Caracas”, declaró Nicolás haciendo referencia a que el Acuerdo de Barbados, el cual la Plataforma Unitaria había intentado que se respetara más allá de que se convirtió en una guachafita en parte motivado por el hermetismo que existe sobre su contenido, había quedado reemplazado por la propuesta de calendario electoral que firmaron los alacranes en la Asamblea Nacional. Dicha declaración provocadora termina por lanzar por la borda todas las teorías esgrimidas por la opinión pública sobre el porvenir electoral en el país. Finalmente, como ha ocurrido durante muchos años, ellos terminan por imponer lo que se les antoja porque, insisto, tienen la sartén agarrada por el mango.

¡Qué difícil es jugar a la democracia estando en dictadura! Esta frase la acuñé en 2018 y hoy en pleno confuso e incierto, para nuestros intereses, 2024 se hace más real, sobre todo con esta generación política opositora que, como suelo decir, padece extraviada un repunte de un virus que ya conocimos y no me refiero al covid-19, sino a la falta de voluntad real de salir de este régimen. Muchos están perdidos intentando montarse en la ola de María Corina, más cercanos a ahogarse que otra cosa; otros están cómodos en su posición dentro del alacranato secundando las barbaridades que ocurren en la Asamblea y Miraflores, mientras algunos, también dentro del alacranato, se encampañaron ajenos de que no es tiempo de gobernaciones y alcaldías, pero procuran sus parcelitas de poder y así mantener los cobres de alguna gestión.

Al final, todos viven la política rancia que por 25 años ha mantenido en el poder a quienes nos gobiernan, todos viven de políticas retrógradas y caducas ajenos al drama de los ciudadanos como siempre he criticado. Muchos siguen en sus “actividades políticas” vacías que de nada le sirvieron a Cristopher Navarro, un niño de siete años que tenía linfoma, un tipo de cáncer que se desarrolla en las células blancas del sistema linfático y quien murió esperando un cupo en la UCI oncológica de la Fundación Hospital de Especialidades Pediátricas de Maracaibo, pues la unidad no está operativa actualmente. Y dichas “actividades” y “estrategias” no sirvieron porque los que las ejercen, al igual que el gobierno, ni sabían que Cristopher existía, y para ser sinceros, tampoco les interesaba.

Todo sigue en esta extraña decadencia que vivimos, con algunos acostumbrados y otros no tanto, pero luchando por sobrevivir, mientras la oposición sigue su repetitivo andar accidentado hacia un posible nuevo revés y todo porque los que gobiernan tienen la sartén agarrada por el mango y el guante de cocina es opositor. Así no hay manera.

@fmpinilla


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