Nos surge una interrogante fundamental: ¿pueden los países reconstruirse después de una destrucción casi masiva de la totalidad de su aparato productivo y de la huida permanente de gran mayor parte de su población?

La respuesta es un sí enfático y abrumador. El ejemplo más claro e iluminador es el de Alemania después de la II Guerra Mundial, nación que experimentó una gran pérdida de su equipamiento industrial destruido por los bombarderos aliados, y gran parte de sus fábricas en el sector oriental llevadas a la URSS. Sea como fuere, los gobiernos de Konrad Adenauer y Willy Brandt con la liberación de precios, el fin de los controles, una reforma monetaria integral, y masivos programas de inversión pública apuntalados con la ayuda financiera del Plan Marshall, rápidamente puso a girar las ruedas del progreso material en la Alemania destruida y logró recuperar a la nación teutona. También Italia, devastada por los hechos bélicos en su territorio y el aumento de la pobreza y la miseria, puso en marcha la capacidad empresarial de grandes empresas patrocinadas por la nueva República italiana, que alcanzaron la mayor tasa de crecimiento económico en el mundo. Podemos también citar los ejemplos del Japón de la posguerra, y el de China Nacionalista (Taiwan) bajo el mando del derrotado general Chiang Kai Tsek que convirtió a la minúscula isla en uno de los más grandes emporios comerciales e industriales del Asia.

También la economía ha sufrido sin haber experimentado un conflicto bélico- una gran destrucción de su aparataje productivo¾ ante este hecho público y notorio, Pedro Rosas Bravo ex Ministro de Hacienda, y avezado economista, ha coordinado con éxito a un equipo de especialista y preparado un informe sobre lo que deberá hacerse y cómo se deberá hacer para la gran tarea nacional de la reconstrucción económica y social del país.

Principales puntos del Plan de Reconstrucción Nacional

  1. El primer paso de absoluta necesidad para la reconstrucción nacional es negociar y concretar a la brevedad con los Organismos Multilaterales (FMI, BM y BID), un Programa de Asistencia Financiera de 70.000 millones de dólares.
  2. En el caso venezolano, una de las primeras cosas que habrá de hacerse será la rehabilitación de su sistema monetario debido a la enorme emisión inorgánica de dinero y su correspondiente hiperinflación. Para ello, deberá hacerse una refundación de su Banco Central y la emisión de una nueva moneda. Sus nuevos directivos, empleados y funcionarios deberán ser personas de comprobada capacidad técnica y formación en materia financiera, bancaria y macroeconómica.
  3. De igual forma, el sistema bancario, el cual ha estado trabajando sin el capital adecuado desde hace mucho tiempo, debe reestructurarse en su totalidad, ordenando las respectivas fusiones y exigiendo la aportación de nuevos fondos de acuerdo con las normativas impartidas por el Banco Internacional de Pagos (acuerdos de Basilea) así como la promoción de la entrada de capital extranjero sin ninguna restricción para la constitución de nuevas entidades bancarias. Para que entendamos la gravedad de la situación del sector bancario, para finales de marzo de este año 2021, el activo total del sector bancario se había colocado en 5.703 millones de dólares (¡una cantidad similar a la del sector bancario en Nicaragua!) con lo cual se nota su empequeñecimiento. Las captaciones del público (depósitos) rondan los 1.446 millones de dólares y otras captaciones por 2.959 millones de dólares. Quizá el dato más aterrador sea el del patrimonio con 1.268 millones de dólares, al cual se le han sumado un agregado de ajustes al patrimonio (revaloración de antiguos edificios de los años setenta y revaluación de tenencias de activos en dólares) por 1.354 millones de dólares. Esto significa que el sector bancario está operando sin capital, gracias a la devaluación permanente de la moneda. Lo mismo ocurre con el sector asegurador, que está operando con pólizas emitidas en dólares y con unas reservas técnicas insuficientes. Ante este delicado panorama, el nuevo gobierno deberá ordenar un proceso de reestructuración de la banca y del sector asegurador, al cual se invitará además a empresas bancarias del exterior a adquirir bancos y empresas venezolanas de seguros.
  4. Acometer un proceso integral de renegociación, con significativos descuentos del capital adeudado, de la deuda externa directa tanto de la República como la de PDVSA, y asumir un intenso proceso de renegociación de la deuda, tanto la asumida en bonos como la representada por ventas de petróleo a futuro a China y otros países. La deuda total del sector público se calcula que ronda en los USD $184.000 millones, de los cuales la República adeuda directamente USD $112.300 millones mientras que Pdvsa adeuda 71.500 millones de dólares, de los cuales 26.500 millones se encuentran en bonos no garantizados, y 3.400 millones de dólares en bonos con garantía. Para enfrentar esta situación, la innovación será clave, en el sentido de acceder a programas de cambio de deuda externa por acciones en empresas privatizadas o nueva participación en proyectos necesarios de ampliación de la capacidad energética o similares.
  5. Por otra parte, el sector petrolero deberá reestructurarse radicalmente para permitir una gran apertura a la inversión extranjera y nacional con el objeto de explorar y explotar nuevos yacimientos, en especial los de la faja bituminosa del Orinoco, y muy especialmente para que el sector privado participe en la recuperación productiva y manejo operacional de los campos tradicionales hoy abandonados por el actual gobierno, bajo la modalidad de Contratos tipo FARM OUT AGREEMENT. Para ello se darán garantías jurídicas suficientes para hacer confiable la inversión extranjera y nacional. Para apuntalar este proceso en términos institucionales se crearía la Agencia Nacional de Hidrocarburos, que sería el ente público encargado de promover el aprovechamiento óptimo y sostenible de los hidrocarburos del país, administrándolos integralmente y armonizando los intereses de la sociedad, el Estado y las empresas del sector. La Agencia gozaría de autonomía de gestión administrativa, financiera, técnica y económica, con mandato constitucional para regular, supervisar, controlar y fiscalizar con eficacia, eficiencia y transparencia, las actividades de toda la cadena del sector energético. El documento plantea una reforma integral tanto en la administración tributaria como en su legislación, y una renovación del personal adscrito a estas funciones que debe ser un personal de carrera administrativa-tributaria con preparación adecuada e incentivos laborales.
  6. En el plano educativo el documento presenta las grandes carencias en materia escolar en la cual la principal misión será volver a atraer a los maestros, profesores de secundaria, y docentes universitarios a las aulas, y reconstruir la infraestructura del sistema educativo en todos los niveles. Para la recuperación de la planta física de los planteles educativos, se propone invertir 2.500 millones de dólares, de los cuales: 1.500 millones de dólares se destinarían a los establecimientos de educación primaria y secundaria, y 1.000 para las 29 universidades autónomas y experimentales.
  7. La caída progresiva de los indicadores de Salud Pública en Venezuela se acentuó en el año 2012 y a partir de allí ha continuado su caída hasta el presente. Asistimos a un colapso del sistema de salud en general, en todos sus componentes. Tanto de infraestructura como en los programas de tipo preventivo y curativo. Se necesita urgentemente la dotación y reparación de los hospitales en manos del Ministerio de Salud Pública y los del Seguro Social. Existe una mora de 300.000 personas que están en una larga espera para ser operados. Urge reanudar los planes de vacunación contra males como la difteria, el sarampión, y otros, así como las campañas de profilaxia contra enfermedades como las venéreas, el sida. Así como también la vacunación urgentísima de gran parte de la población contra la pandemia del COVID-19. El Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, ya en quiebra operativa deberá ser liquidado, y sustituido por un sistema privado de pensiones.
  8. El sistema eléctrico nacional, a pesar de contar con medios de generación que satisfacen la demanda, la falta de mantenimiento y de personal capacitado para su administración, hacen impostergable la intervención de Corpoelec, bajo una junta la cual se abocará a preparar y ejecutar los planes de acción que se deriven del análisis técnico y financiero, en los cuales se enmarcará la Rehabilitación de los Sistemas de Generación, Transmisión y Distribución y el Rescate de la Gestión Comercial del Servicio. Como paso inicial se procederá a hacer un inventario de todas las unidades de generación termoeléctricas que conforman el Sistema (instaladas o no) y mientras se recluta el personal calificado  llamar a los fabricantes y otros oferentes especializados en capacidad de efectuar reparaciones de calidad para que, en cada uno de esos equipos, se pueda   precisar con prontitud su grado de recuperabilidad y que se haga   a los menores costos y tiempos posible. Dada la naturaleza especializada de algunos equipos de cierta complejidad, su recuperación es solo posible con la cooperación de sus fabricantes.

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