Casi como un delito ha sido calificada la adhesión de Hector Alonso López a la candidatura presidencial de María Corina Machado, pretendiendo descalificar a uno de los dirigentes juveniles de los años setenta del siglo XX mejor preparado ideológicamente y de indiscutible honestidad, valores que no tomó en cuenta la dirigencia partidista que instauró una autocracia corrompida en Acción Democrática, expulsándole de sus filas. Hecho que truncó una carrera política en ascenso, mas no los afectos cultivado en la militancia del “partido del pueblo” y de muchas personas que le reconocen sus méritos que han acudido a él, en medio de la incertidumbre política y por lo demás peligrosa para la República, buscando su opinión por su experiencia y no en búsqueda de posiciones o protagonismo, de quien le ha dado varias vueltas a Venezuela. La respuesta está en una carta pública. Lo incomprensible es que nuestro amigo Rafael Poleo –por lo demás siempre leído y a quien hemos calificado como el “cronista de la democracia venezolana” (conservo un centenar de sus “Péndulo”) arremetan contra López, advirtiéndole que se ha desviado de los principios ideológicos de Acción Democrática…
“Me vas a perdonar, Héctor Alonso, pero si tú estás con la derecha económica nos engañaste cuando te dijiste adeco, porque ese salto es física, intelectual y sobre todo moralmente imposible… María Corina Machado es un proyecto de la «apátrida derecha económica» arrojando sombras sobre la candidatura de Machado, alegando influencias oscuras y manipulación política”. Pero precisemos eso de “nos engañaste cuando te dijiste adeco”…
Apreciado Rafael, el precedente título define criollamente y en el mundo animal, por ejemplo, a un perro o gato realengo, que no tiene dueño y en la política venezolana, las realenguras políticas son de antología, y tú mismo has sido un adeco realengo. Lo incomprensible, Rafael, es golpear a Héctor Alonso López por su apoyo a la señora Machado.
Al respecto, precisemos tu versión adeca en tu Péndulo «La caída del Gran Partido Liberal Adeco» …”. Uno pudiera obviar tanta retórica mostrando la palmaria realidad de que el cambio «ideológico» experimentado por Acción Democrática a partir de 1973 no es producto de la corruptora penetración de las fuerzas sociales a los cuales Acción Democrática estaba dispuesta a adversar. La Oligarquía Financiera Importadora»… (Zeta, 29.06.89). Aquella «OFI» Poleo, hizo de las suyas en el gobierno más adeco, el de Jaime Lusinchi y su ministro Carmelo Lauría. En otro Péndulo tuyo (Zeta 21.09.00) denunciaste que Lewis Pérez y Henry Ramos Allup estaban acordando como los jefes políticos del régimen para que la oposición de Acción Democrática se redujera a lo que popularmente se conoció como un saludo a la bandera (que al día de hoy se mantiene) y protegían a ciertos gobernadores adecos acusados de corruptos.
Para el año 2012 escribiste «¿Con quién cuenta la oposición hoy?» y de la señora Machado dijiste: «Destaca por ser inteligente, preparada, tenaz y sobre todo por su energía y valor cívico personal. La oposición de sus planteamientos es otra de las características que la mantienen en el primer plano, de donde será difícil sacarla»… Estas reconocidas virtudes Rafael no las tiene por nada el candidato de Ramos Allup, que viene de una pasantía por la otrora Juventud Revolucionaria Copeyana, en tiempo del honorable Ramón Guillermo Aveledo, y la más productiva, como jefe de campaña de Hugo Chávez Frías en el estado Guárico. Recuerda que para él, «Maduro no es un tirano ni dictador».
Ahora, Rafael, ¿a qué se debe la realengura adeca?, calificada así por el doctor y adeco decente como su padre, el poeta Vicente Gerbasi, Gonzalo Gerbasi, a lo que tú mismo advertías. En ese sentido, Poleo, no es López quien engañó a la militancia de AD, sino la dirigencia autocrática que respaldas, con el usurpador del nombre de «Acción Democrática en la resistencia» que negocia desde el «G4» la impunidad de los expedientes abiertos por corrupción. ¿Exagero Poleo? ¡Desmiénteme! ante ese adeco becado por Monómeros o el Departamento de Estado. Por ello Poleo, la militancia adeca está arrecha y anda realenga a extremos Rafael, y allí la grandeza del sentimiento acciondemocratista, que no sólo hay adecos con María Corina Machado, sino también con Maduro y lee solo, con tu óptica de cronista de la democracia venezolana, lo que dicen adecos desviados como Ramos Allup y Manuel Rosales, que justifica la realengura adeca.